-Alex-
Todavía no me podía creer que Oliver hubiese actuado así, ¿acaso no sospechaba ese acercamiento? No es que le contase una gran mentira, pero tampoco había sacado a relucir todo mi pasado. Pensé que Knight sería más competente y no se dejaría embaucar por cosas así. Aun estaba asombrada por cómo me había abrazado, por sus gestos y miradas. Sacar a relucir a mi padre y Finch no había sido agradable, lo habían confirmado mis lágrimas, pero tenía que avanzar en el asunto. Me encontraba en la cama, a pocos metros del chico, tenía mi vista fija en la ventana. Decidí descansar y no darle más vueltas.
-Oliver-
¿De verdad se había abierto a mí? Esperaba que no lo hiciera aunque saber sobre ella me beneficiaba para profundizar. Mi actuación con el tabaco había sido impecable desde el principio. Y no os confundáis, esa chica parecía genial y muy buena persona, pero no le convenía nadie como yo. Casi me molestaba tener que fingir para conseguir lo que quería, pero no me iba a echar atrás. Tenía que ser más cauteloso con mis movimientos. Desvié la mirada del techo y me di la vuelta hacia la puerta, todo saldría según el plan.
· · ·
Me desperté casi de una vez, como cuando te despiertas por una pesadilla, o cuando necesitas ir al baño de noche. Me levanté de la cama y miré de reojo en dirección a la cama de mi izquierda. Nadie. Lo único que esperaba era no haber levantado sospechas. Me puse unos pantalones y una camiseta y bajé a desayunar.
-Buenos días.
-Buenos días.- Respondió la pelinegra.- ¿Adónde fuisteis Romeo y tú?
-Deja de decir tonterías. Me llevó a un sitio dónde se ve la ciudad entera.
-¿A la colina?- Asentí poco segura.- Vaya, no lleva a nadie allí.
¿Sería eso una señal de que se estaba ablandando?
-¿Por qué tanto dramatismo en esta mañana?- Su voz hizo que se me erizara la piel. No sabía qué decir después de lo de anoche, me sentía totalmente transparente cuando claramente no lo era.
-Así que a la colina, ¿eh Romeo?
-No me llames así, y no insinues nada.
-Exacto.- Secunde.- Vimos la ciudad, eso es todo.
-Vale vale. Vosotros dos estáis muy raros. Y yo entiendo de esas cosas.- Respondió dando un sorbo a su café. Ambos nos miramos y tan pronto como lo hicimos, dejamos de hacerlo.
-Me voy a dar una vuelta.- Sin poder decir nada cogió sus llaves y se fue.
-Beatrice.- Se giró hacia mí.- ¿Puedo preguntarte algo delicado?
-¿Sobre mi hermano?
-No, sobre... Vosotros en general.
-Claro.- Dio otro sorbo a su bebida.
-¿Ves a vuestro padre a menudo?
-No mucho, ya sabes, es uno de los 4 empresarios con mejor reputación.
-Entiendo. Así que os quedáis mucho tiempo solos.
-Hemos tenido niñera casi siempre, hasta que Oliver creció.
-Porque vuestra madre...- Beatrice me miró con cierta preocupación y supe que había dado en el clavo.- Disculpa, no quería incomodarte. Nos quedaremos con que es un hombre ajetreado.- Puse mi mejor sonrisa y la secundó.
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El idiota que tanto amo
RomanceAlex: decidida, alegre y con un pasado que no quiere recordar. Oliver: sarcástico, egocéntrico y terriblemente atractivo. ¿Podrán convivir juntos o su pasado removerá lo que ya estaba enterrado? Historia reformada entera.