Capítulo 28

10 1 0
                                    

-Vale hay que compararlo todo, que los del catering estén listos, que estén claras las intolerancias alimentarias, la decoración impecable, todo en su sitio. ¿Debería llamar a otro grupo de música más? Espero que haya suficiente con la barra libre. Y HIELO, necesito comprobarlo...

Beatrice andaba de un lado a otro de la habitación. Por lo visto para ella era un "honor" organizarlo todo, pero tenía mucha presión por parte de todos, que imaginaban una gran celebración. Lo que no sabían es que mientras, mi amiga no dejaba de desgastar el suelo.

-Beatrice, tranquilízate. Te va a dar algo malo.- Me levanté y la paré con mis manos en sus brazos. Suspiró.- Deberías tomártelo con más calma, delegar trabajo. Está Justin, está tu hermano, y estoy yo, dinos que hacer y te ayudaremos encantados.

Sonrió un poco afectada y asintió.

-Está bien.

-¿Más calmada?- Volvió a mover la cabeza en signo de acertación.- Bien, ¿qué vestido dijiste que me pegaría?

·          ·          ·

-Bien, esas guirnaldas están bien. Alex, ¿puedes colocar los centros de mesa?- Asentí.- Oliver, los cubiertos.

-¿En qué mesa van los alérgicos a las flores?- Pregunté.

-Creo que eran en la 5 y la 14, ¿no?- Respondió Justin colocando las luces de adorno.

-Si.- Secundó la pelinegra.- Gracias amor.- Le lanzó un beso.

Me quedé embobada mirándolos, eran el prototipo de pareja real. Esas que duran toda la vida porque, no son perfectas, pero se complementan a la perfección.

-¿Todo bien?- Me sobresalté al escucharlo a mi lado.

-Si, todo bien.- Miró hacia donde yo lo hacía y volvió a dirigirse a mi.

-Dame, te ayudo con eso.- Me sonrió e hice lo mismo.- ¿Dónde van?

-En cualquiera menos en la mesa 5 y en la 14.

-¿Qué ponemos en esas mesas?

-Los centros de mesa de eucalipto y paniculata.

-¿Los qué?- Reí.

-Los de color verde, idiota.- Ambos nos miramos y me guiñó un ojo antes de que yo reprimiera una sonrisa.

-Vamos muy justos.- Se acercó Beatrice a la vez que Oliver se alejaba un poco.

-Subid a arreglaros y nosotros terminamos esto.

-¿Seguro?- Se dirigió a su pareja.

-Seguros, vosotras tardáis una eternidad en arreglaros y a saber qué.- Agregó el rubio.

-Tan majo como siempre. Vamos Alex.

Ya en su habitación me tendió un vestido largo color beige muy playero, con la espalda descubierta y atado al cuello. Ella había optado por un conjunto de top con falda larga muy elegante que hacía saber que era la hija del "homenajeado" Durante unos instantes me replantee mi plan, ¿de verdad lo llevaría a cabo? Sacudí la cabeza, claro que lo haría, se lo debía. Poco a poco fuimos escuchando a la gente.

-Estás guapísima cariño.

-Gracias.- Dijo tras un corto beso en los labios.

-También estás bien.- Dijo desinteresado hacia mi. Rodé los ojos.

-Gracias Oliver, apuesto a que te ha costado mucho esas duras declaraciones.

-No puedes ni imaginarlo.

El idiota que tanto amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora