Capitulo 14

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Bajé a sentarme en el sofá a ver mensajes cuando el murmullo de las chicas cada vez era más fuerte y entendí que se iban haciendo amigas. Llamaron a la puerta y fui a abrir.

-Hey Oliver, ¿qué tal?

-Justin, pasa tío.

-¿Sabes si está tu hermana ya?

-Están las dos arriba.

-¿Las dos?

-Se ha quedado una temporada la chica de enfrente.

-¿Alex?

-Si.

-¿Y esa cara? ¿No te alegras?

-¿Por qué iba a alegrarme?

-No te hagas el duro conmigo, sabes de lo que hablo.

-Pues no, no se de que me hablas. ¡Beatrice! Tu novio está aquí.

-Cobarde.

Respondió que ya bajaban y escuchamos el ruido de la puerta, pasos cada vez más fuertes y risas. De pronto comencé a ver a Alex y, no sé, me sentí diferente, allí verla bajar como a cámara lenta, lo mismo porque era la primera vez que la veía sonreír. Carraspeó y dijo.


-Señores y señores.- Dijo entre risas y sonreí.- Les presento a la increíble Beatrice.

Mi hermana comenzó a bajar, estaba preciosa, pero solo podía mirar a Alex y su hermosa sonrisa. Cuando se vio por completo miré a Justin que parecía haber visto una aparición, le di un codazo para que cerrara la boca o se le caería la baba.

-Alex-


-Estas...

-¿Si?- Preguntó ella muy nerviosa.

-Preciosa.

Sonreí mientras se daban un corto pero bonito beso, estaba feliz por haberla ayudado y no podía para de sonreir. Miré a Oliver fugazmente y lo ví allí, de pie al lado de la pareja, con las manos en los bolsillos de sus pantalones grises, mirándome a mí, sonriéndome a mi. Y no con sarcasmo como anteriormente , sino de verdad. Mi estómago molestó y no pude mentirme a mi misma, amaba a ese idiota.


-Bueno.- Ambos dejamos de mirarnos y me controlé para no ponerme roja.- Nosotros nos vamos ya. Os apañais bien, ¿no?

-Claro, no te preocupes. Pasarlo bien.- Respondí con una sonrisa.

-Muchas gracias Alex.- Dijo Justin, acto seguido ambos chicos se miraron.

-Bueno, vais a llegar tarde.

-Nos vamos.

Se despidieron y en poco se fueron. Nos quedamos callados sin decir nada, a pesar de que como buena cotilla quería saber por qué Justin sabía mi nombre. Pasaron escasos dos minutos que se antojaron eternos.

-¿Quieres cenar?- Me preguntó rompiendo el silencio, aún con las manos en los bolsillos. ¿Por qué carajos le quedaba todo tan bien? Alcancé a asentir.- ¿Qué prefieres cenar?

Estaba un poco tenso, como midiendo y analizando cada palabra que decía, no estaba siendo sarcástico, sino que parecía aparentar querer ser simpático.

-¿Qué hay?

-Pues que va a haber, comida.- Y ahí estaba otra vez. Rodé los ojos y resoplé, quizás había sido un chiste, o una gracia, pero con ese tonito me tenía harta.

El idiota que tanto amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora