Me encontraba frente a la puerta del aula 2.5, agarrando las asas de mi mochila amarilla con fuerza, suspiré y entré. No estaba muy segura de lo que iba a hacer, pero algo dentro de mi quería, necesitaba, hacerlo. Visualice mi entorno buscando los ojos azules que, por desgracia, me habían vuelto una acosadora. Los encontré, bueno, más bien lo encontré a él, dibujaba en su cuaderno de tapa dura. Me acerqué decidida y me coloqué justo delante de él.
-Sabía que aceptarías.- Argumentó sin quitar los ojos del papel.
-¿Qué?
-A enseñarme arte.- Levantó su hermosa mirada hacia mi e hizo que mis mejillas tomasen un color rojizo en respuesta a su sonrisa sarcástica.
-No puedo hacer milagros.- Me defendí. El rubio quitó su mochila de la mesa contigua y me senté a su lado, lo cual me incomodaba de una manera extrema a la vez que placentera.
-No hacen falta milagros.
-Tendrás que estudiar mucho.- Dicté.
-Ajam.
-Y... Y tendrás que ir a museos.
-Entonces vendrás conmigo.- No era una pregunta, era afirmación. Tragué saliva sin dejar de mirarle.
-¿Yo? ¿Por-por que...?
-La profesora tendrá que guiarme, ¿no? - Sonrió sarcástico y lo odie por eso.
-No iré.- Dije orgullosa.
-Es inútil, ambos sabemos que acabarás accediendo, sino ¿cómo es que estas aquí sentada a mi lado?
Iba a reprocharle justo en el momento en el que la profesora entró y comenzó la clase. La mañana marchó bien, clase tras clase, teoría y teoría. Tenía la mayoría de clases compartidas con Tori e Illyak y por lo tanto, no volvía a verlo. Hoy mamá no estaba en casa así que accedí al plan de la pareja de ir los 3 a comer pizza. Estábamos sentados en los sillones de dos y dos, Tori estaba apoyada en Illyak mientras este la rodeaba con su brazo por los hombros. Yo me encontraba frente a ellos como hija adoptiva de un matrimonio funcional.
-Así que lo echó.- Sentencié.
-Si.
-Pero es lo normal, se puso a gritarle y le tiró las hojas de papel a la cara.- Argumentó mi amiga.
-Ya bueno, también pensábamos que RD iba a recibir una amonestación directa y no fue.
-Eso es cierto.
La conversación se centró entre ellos mientras los escuchaba bebiendo el refresco que había comprado. Instintivamente miré por la ventana y lo ví entrar, como no.
-Mierda.- Me escondí entre las cabezas de mis amigos.
-¿Que pasa?- Intentó mirar hacia atrás y le grité.
-¡No mires!
-¿Por que?
-Mierda, esta ahí.
-¿Quien?- Dijo por fin el castaño.
-Oliver.
-¿Oliver?- Preguntó mi mejor amiga.- Ah, ya veo, tu querida víctima.
-¿Quieres callarte?
-Pues viene hacia aquí.
-Me cago en la...
-Vaya, si estáis de reunión.- Dijo siendo amable y maldije aquel encuentro.
-¿Tu eres...?- Illyak estaba confuso, y no lo culpaba.
-Oliver.- Hizo una pausa.- Vecino de Alex.
Me miró con una sonrisa sarcástica de las suyas y noté arder mis mejillas, mi querida amiga me miró y sonrió sorprendida. Había oído hablar de él, pero no lo había visto nunca.
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El idiota que tanto amo
RomanceAlex: decidida, alegre y con un pasado que no quiere recordar. Oliver: sarcástico, egocéntrico y terriblemente atractivo. ¿Podrán convivir juntos o su pasado removerá lo que ya estaba enterrado? Historia reformada entera.