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Su ceño se frunció y quedo viendo por varios segundos el retrato, como analizándolo. Mis amigos parecieron hacer clic, me miraron exaltados y en susurros me decían;

"¿Ella era aquella Laura? ¡¿FUISTE AMIGO DE ESA HERMOSURA Y NO NOS DIJISTE NADA?!" solo los ignore y me encogí de hombros mientras mi corazón se aceleraba aún más, me dedique a pensar en lo que diría si ella me preguntaba algo, pero eso nunca llego. En su lugar, volvió a poner el retrato donde estaba y se sentó en un mueble.

–¿Y bien? Cuéntenme algo, no sé nada sobre ustedes, ¿Desde cuando son amigos? –preguntó desde ahí y todos nós acercamos sentándonos alrededor de ella en los demás muebles. Ellos empezaron a hacerle la historia pero yo seguía sin decir mucho. Entre nosotros, ella parecía la abeja reina.

Se podría decir que fue agradable, cuando la cena estuvo lista nós enteramos que ella había regresado antes que sus padres por las clases y se quedó en un apartamento mientras ellos llegaban. En la noche, mis amigos tenían que irse y como vivíamos en la misma residencia fuimos a acompañarlos. Ella no me hablaba a mi directamente ni yo a ella, todo era por medio de ellos. Al llegar ala casa de Mark que era el último que faltaba, nós empezamos a devolver encaminandonos de vuelta ala casa. En silencio, caminando uno al lado del otro.

–Gracias por ayudarme ayer –hablé con ella al fin. Sonrió.

–No hay problema –seguimos en silencio apreciando la noche junto ala luna llena. Cuando íbamos llegando, decidí hacer la pregunta que me estaba enloqueciendo.

–Laura...¿puedo hacerte una pregunta? –advertí primero.

–La que quieras –concedió.

–De verdad...¿No nos recuerdas? –mi corazón se aceleró aún más temiendo su respuesta, de verdad tenía curiosidad.

Lo pensó.

–A tus padres no los recordaba bien, pero a tí nunca te olvidé...

Mi corazón estaba acelerado pero se volvió verdaderamente loco a oír esas palabras. La miré...era aún mas preciosa de cerca. Una completa belleza.

–Y...¿por qué no me hablaste? –pregunté.

–Supongo que por lo mismo que tú no lo hiciste –se encogió de hombros. En ese momento sus padres salieron de la casa y la llamaron pues ya se iban- Te veré en el instituto- se despidió y se marchó.

Entré a mi casa con el corazón aún a mil. No podía creer que me recordara, me sentía feliz, por haberle hablado al fin y por lo hermosa que era. Fue muy agradable conmigo y con los chicos. Nada que ver con las creídas que le hablaban a ella. El Lunes temprano, me encontré alos chicos en el pasillo antes de que las clase dieran inicio. Me sentí cohibido y avergonzado, ya que las personas que me vieron el viernes pasado me miraban con burla aún. Hasta que sus ojos se dirigieron a alguien más. Laura venia entrando y todos se dispusieron a mirarla, no miento al decir que a todos los hechizaba. ¡A todos! Mis amigos se emocionaron por saludarla al igual que yo, pero ella siguió de largo. Ni siquiera nós miró, fue directo a Liam y su grupito.

–¿Es que no nós ha visto? –pregunto ofendido Mark.

–¿O va con prisa? –dijo David.

Pero solo Ángel dijo lo obvio.

–A lo mejor no quiere que la vean hablando con nosotros –todos nós miramos, no la culpabamos. A nadie le gustaba nuestra cercanía. Volteé mi vista a ella, se veía realmente hermosa hoy. Su cabello rubio estaba en una coleta alta. Sonó el timbre dando inicio alas clases, pero mi mente estaba en lo que dijo Ángel ¿De verdad le daba vergüenza saludarnos delante de todos? Sin darme cuenta, llegó la hora del almuerzo y comenzamos a recoger nuestras cosas.

–¿Hoy es día de hamburguesas? –dijo Mark.

–Eso espero, no me vendría mal una –dijo David palmando su barriga. Metí de forma muy brusca una libreta haciendo que se cayera y rodara por el suelo. Me agache a recogerla pero unas piernas femeninas se pudieron delante de mi y unas manos la tomaron. Levanté la vista, el cuerpo perfecto y curvilíneo de Laura se encontraba ante mi.

–¿Almorzamos? –preguntó extendiendo mi libreta.

NO ERES LO QUE CREÍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora