NO ERES LO QUE CREÍ

19

Así llego la siguiente semana, y el Lunes en la tarde me planté en casa de Liam, era realmente grande y hermosa. Parecía una mini mansión, es bien sabido que la mayoría de estudiantes en mi escuela son hijos de gente de dinero, Liam es uno de ellos. No lo niego, yo también, pero mis padres son más sencillos y no les gusta lo extravagante al igual que los de Laura, tal vez por eso siempre se llevaron bien. La casa tenía una entrada grande y era en blanco y dorado, estaba absorto mirando cada detalle.

–Ey gordo –escuché a un lado y venía llegando Liam –¿Llevas rato aquí?

–Acabo de llegar –respondí.

–¿Y Laura? –preguntó, me encogí de hombros.

–¡Aquí estoy! –escuchamos detrás, ella venia caminando con esa sonrisa, iba en un jogger negro, top blanco y tenis. Se veía muy bonita.

–Bien, vamos adentro –dijo Liam y empezamos a encaminarnos, él abrió la puerta y Laura y yo quedamos boquiabiertos, la casa era aún más hermosa en su interior- Subamos, tengo un cuarto para estudiar.

–¿Un cuarto únicamente para estudiar? ¿Quién es tú familia? –preguntó Laura siguiéndolo conmigo detrás. Liam solo se rió.

Nós sentamos en la mesa y en una pequeña pizarra Laura empezó a anotar el tema que veíamos en clase explicándolo. No me concentraba, solo la veía. Miré a Liam, estaba igual que yo.

–¡Chicos! –grito Laura de repente despertandonos –¿Me están escuchando?

–Claro –dijo él.

Ella se acercó y miró nuestras libretas, vacías.

–No han escrito nada, como sigan sin ponerme atención les arrancaré los huevos –amenazó apuntandonos con el marcador.

Liam y yo nós vimos las caras. Como lo dije antes, esta chica a veces daba verdadero miedo. Prometimos poner atención y ella continuó.

–¿Alguna duda? –preguntó después de explicar.

–Laura...podrías explicarme de nuevo la terminación ING ¿por favor? –pedí, ella suspiro.

–¿Tú tampoco me entendiste Liam? –preguntó.

–Tampoco, hermosa –dijo él.

Laura suspiro otra vez.

–Esto será complicado –dijo en voz baja acercándose sentándose con nosotros.

Nós dió muchos ejemplos y nós puso a practicar algunas cosas, después de una hora lo dimos por terminado y empezamos a recoger.

–Mañana pediré un buen libro en la biblioteca y después de la escuela nos vamos juntos a casa de Lucca ¿De acuerdo? –dijo Laura.

Liam y yo asentimos y empezamos a bajar.

–¿No quieres quedarte un rato, preciosa? Le diré a Maggie que te prepare las galletas de la otra vez –dijo Liam tomando las manos de Laura. Los miré, ¿de la otra vez? ¿Y por qué rayos toma sus manos? Me cabreo y camino más rápido ala salida.

–Tal vez el miércoles, adiós –ella besó su mejilla y me siguió.

Al salir y ya estando solos, me volteé hacia ella.

–¿De la otra vez? ¿Has venido ala casa de Liam antes? ¿Y por qué demonios besas su mejilla? –pregunté todo rápidamente.

–Santo Dios, que celoso eres. ¿cuál de todas las preguntas quieres que te conteste primero? –dijo llevando sus manos a sus bolsillos.

–Todas –dije cruzando los brazos.

–Las galletas de vainilla que me preparó su cocinera, sí he venido a su casa antes y beso su mejilla porque es mi amigo ¿feliz?.

–No, no estoy feliz –me quejé.

–Bueno ¿que me dices tú? Has estado muy ocupado con Emma últimamente –se quejó ahora ella.

–Es mi amiga, a demás Emma no me gusta ¡Me gustas tú! –grité la verdad.

–Lo sé –dijo acercándose acariciando mi mejilla –Y tú a mi.

–¡¿Yo te gusto?! –dije atónito.

–Si –susurró.

–¿Entonces por qué me rechazaste? No entiendo nada –pregunté.

–Cielo no quiero un noviazgo oficial, eso es todo.

–Entonces...¿seguiremos así? ¿Teniendo lo que sea que sea esto? –le pregunté.

–¿No quieres? –pregunto poniendo su cabeza de lado sonriendo. Adorable.

Tome su rostro con mis manos.

–Laura, no es así como me gustaría a mí pero...será como tú quieras. ¡Quiero todo contigo!

Sonrió y me dió un suave beso en los labios. ¡Que dulzura!

–¿Sabes? Al menos deberías conquistarme antes de proponerme un noviazgo –dijo cuando se apartó.

–¿Conquistarte? Creo que acabo de escuchar que ya te gusto –dije.

Se rió.

–Aún más fácil para tí ¿no lo crees? –me dijo.

Nós reímos los dos y tome su mano por primera vez mientras caminábamos. Amé la sensación. No se lo que pase con los dos, o con esto que siento, pero intentaré todo, todo siempre y cuando sea con ella. Al menos ahora habíamos dejado algo claro. Nos gustabamos, y eso era lo importante.