VII

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Julio, 2020.


Daniel.

El día de mi cumpleaños llegó y mis compañeros de rodaje, me sorprendieron con una tarta cuando terminamos aquel día de rodar. Incluso, me hicieron varios regalos.
Pero lo que más ilusión me hizo fue que, Eleonor me diera un beso en la mejilla después de felicitarme. No sé cómo describir esa sensación, sinceramente. Pero fue algo realmente bonito.

Aquella noche, Erin preparó una cena especial en casa. Y terminamos haciendo el amor en el sofá.
Y otra vez, no pude evitar pensar en Eleonor mientras lo hacía con Erin.
¿Qué me estaba pasando? Si, Eleonor me gustaba, pero esto ya estaba pasándose mucho...
Me metí en la ducha y le di al agua fría, necesitaba despejarme.
No podía seguir con esto hacia delante, tenía que dejar de ver a Eleonor como algo más, solo tenía que verla como un amigo...
Si, eso sería, y hablaría con Tom. Él me había dicho que esto no podía llegar tan lejos.
Y ahora, lo veía todo claro.

Agosto, 2020.

Eleonor.

Agosto llegó y, David nos dijo que sólo quedaba una semana de rodaje, pues este iba bastante avanzado. Decía que tenía un buen equipo y magníficos actores, con los que estaba encantado de rodar.

Aquel viernes, de la penúltima semana de rodaje, después de terminar de rodar, me dirigía a vestuarios, cuando oí que me llamaban. Me giré y me encontré con Tom colocándose las gafas.
Sentí como el corazón se me paralizaba de nuevo, como era casi de costumbre cada vez que Tom se me acercaba.
- Oye, Eli, ¿Tienes algún plan esta noche?- me preguntó.
Me pareció tímido.
- No, nada. ¿Por qué?
- Quisiera invitarte a cenar, si no te importa- dijo y vi como desviaba la mirada.
Noté como me sonrojaba, pero a la vez, sentía mi corazón brincar de la alegría.
- Claro, sería un placer- dije sonriendo y logré, con aquellas palabras que me volviera a mirar.
- Vale, perfecto... Esto... Te recojo ahora cuando nos cambiemos. Sigues sin coche, ¿no?- preguntó y yo asentí- Pues te veo ahora, en el aparcamiento.
Asentí. Él me sonrió y entró en los vestuarios de los chicos. Abrí la puerta de los de chicas y entré. Me senté en una silla para quitarme el maquillaje frente al espejo. Katherine y Lily entraron detrás de mí.
- ¿Y esa sonrisa tan grande?- preguntó Lily acercándose a mí.
- Espera, que adivino el motivo. Rubio, alto, ojos azules, muy guapo y llamado Tom Felton, ¿Verdad?- dijo Katherine.
Me reí.
- Me ha pedido ir a cenar con él- dije girandome en la silla.
-¡No!- exclamó Lily llevándose las manos a la boca.
- ¡Lo sabía!- exclamó Katherine haciendo un gesto de victoria con los brazos.
- Ojalá comiences algo bonito con él, porque, Eli, Tom es maravilloso... Es... Es el ser más maravilloso del mundo- dijo Lily emocionada.
- Habló la fan enloquecida de Tom- murmuró Katherine, lo que provocó que Lily le diera un leve empujón en el brazo.
- Si, es demasiado bueno... Pero eso no significa nada. Saldremos como amigos y ya está- dije y suspiré.
- La esperanza es lo último que se pierde, amiga- dijo Katherine poniendo una mano en mi hombro.
Apreté mi mano sobre la suya y le sonreí. Terminé de desmaquillarme y me cambié de ropa. Cuando estuve lista, me despedí de mis amigas, pues se habían convertido en eso, y salí de allí, para dirigirme hacia los aparcamientos, donde me esperaba Tom.
Y allí me lo encontré, apoyado sobre el capó de su coche y el móvil en las manos. Llevaba una camisa celeste, con las mangas arremangadas hasta los codos, un pantalón corto en color beige y unas deportivas blancas. Volvía a llevar las gafas puestas. Había dicho que, últimamente le molestaban los ojos y por eso las usaba tan seguido. Pero aún así, se veía increíble.
Levantó la mirada y, al verme, sonrió. Me acerqué a él, quien se levantó de donde estaba y me abrió la puerta del copiloto. Entré y me cerró la puerta.
Yo sonreía como tonta. Tom era demasiado caballero conmigo.
Suspiré en el momento en el que él se montaba en el coche.
- Espero que disfrutes de la noche- dijo con una sonrisa que me derritió allí mismo.
- Seguro que sí.- respondí.
Arrancó el coche y nos fuimos.
Os puedo asegurar que, a partir de ahí, todo mi mundo se pondría patas arriba.

Tom.

No había sido tan difícil pedirle que viniera conmigo a cenar. Y, encima había aceptado.
Ahora la tenía ahí, a mi lado en mi coche. Me sentía como un adolescente en su primera cita con la chica que le gustaba.
Y, en cierta manera, era nuestra primera cita. Estaba algo nervioso.
Eleonor miraba hacia delante, con una ligera sonrisa en los labios.
Llegamos al restaurante, aparqué cerca del lugar y salimos del coche.
Entramos al restaurante y un camarero se acercó a nosotros. Le comenté que tenía una reserva, miró el libro de reservas y nos indicó que le siguiéramos, hasta la zona de reservados. Nos dijo que ahora nos tomarían nota y nos dejó solos.
-¿Cómo sabías que iba a aceptar?- preguntó con gesto de duda.
- Soy mago, ¿qué esperas? Soy el mejor en oclumancia- dije sonriendo.
Eleonor se rió y eso hizo que mi sonrisa fuera mayor.
- Lo que pasa que estoy pasando de improvisto en el mundo no mágico. No quiero que nadie se de cuenta que estoy aquí- aquello hizo que Eleonor riera más.
- Entonces, ¿no puedo llamarte Draco?- dijo ella bajando la voz y siguiéndome el juego.
Negué y dije:
- En el mundo muggle me llamo Tom, llámame así mejor.
Eleonor no paraba de reír y aquello, me llenaba. Quise continuar la broma, pero llegó un camarero:
- Buenas noches, ¿qué desean tomar?
- Yo agua- dijo ella.
- Lo mismo- respondí yo.
El camarero asintió y se marchó, dejándonos las cartas para ver la comida.
- Eres muy divertido, Tom- dijo Eleonor.
- Muchas gracias. Mi madre dice que soy un payaso pese a la edad que tengo.
- Me pareces un chico genial, Tom. En serio- dijo ella mirándome a los ojos.
Sentí que mi corazón brincaba de alegría. ¿De veras había dicho eso?
- Gracias, tú también lo eres.
Mis palabras lograron que se sonrojara levemente y mirara para otro lado.
Llegó el camarero con las bebidas y nos tomó nota de lo que queríamos cenar. Pedimos y el chico se marchó de nuevo. Eleonor y yo comenzamos a hablar de cualquier cosa que se nos ocurría, desde qué música nos gustaba o como se llamaba nuestra primera mascota.
La cena transcurrió así, conociéndonos un poco mejor. Debo de decir que eso me gustó mucho.
Estaba descubriendo que Eleonor me estaba gustando mucho más de lo que pensaba en un principio.

Noches de Plata (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora