Marzo 2021.
Eleonor.
Marzo llegó y los días malos se apoderaron de mí casi en su totalidad. Me sentía triste y mal a cada instante, quizás podría añadir que no tenía a Tom cerca, pues había empezado a rodar otra película. Él me daba la alegría a esos días tristes y era quien me mantenía en pie, por decirlo así. Aunque debía de admitir que fingía que estaba bien cuándo él me llamaba o hacíamos vídeo llamada. Bueno, fingía delante de todos.
Me pasaba el día sola en casa, casi sin comer, solo lo justo para que nadie se diera cuenta de nada, en pijama, sin ganas de nada. No quería salir, sabía que había periodistas esperando a hacerme preguntas como el día que salí de casa para ir con mamá a una revisión en el hospital. Me agobiaba que estuvieran tan cerca de mí. Siempre me preguntaban por el mismo tema, siempre era lo mismo.
Sabía que no podía seguir así, pero esta situación me podía.
Los abogados de Tom seguían en constante lucha contra los abogados de la chica. Nunca quise oír su nombre. Bastante tenía con las pesadillas, que eran más constante desde que Tom no estaba en casa. Llevaba desde finales de febrero fuera de casa, venía un par de días cada dos semanas.
Me despertaba angustiada y llorando, con la sensación que alguien me vigilaba.
Estar cerca de él era un bálsamo para mis días grises, pero sabía que esta pena me estaba consumiendo por dentro. No disfrutaba cien por cien al estar con Tom, eso no quiere decir que me molestara su presencia ni sus mimos, pues él seguía siendo tan atento como siempre. Sólo me sentía segura estando abrazada a él.
Pero sentía en mi interior que debía alejarme de todo, no iba a cometer ninguna locura, eso era seguro, pero debía de alejarme de aquí un tiempo.-¿Irte? Dime qué te has vuelto loca- me preguntó Irma aquella tarde de miércoles en casa.
- No puedo más, Irma. Esta situación puede conmigo- dije hundiendome más en el sillón.
- ¿Por qué no le explicas a Tom lo que te está pasando? Él te puede ayudar, quizás si te vas con él mientras rueda su nueva película...
- Irma, no lo quiero agobiar.
- Pero es tu novio, él mejor que nadie te puede ayudar y entender por lo que estás pasando, porque él ha pasado por algo parecido.
- Esa chica es capaz de salir de nuevo de la cárcel. Sé que está dispuesta a hacerme daño - dije tapandome la cara con las manos.
- No seas tan negativa, tía. Ya has escuchado decir a Tom que sus abogados están haciendo lo imposible para que no salga. Y lo están consiguiendo.
- No puedo salir de casa sin que haya un periodista preguntándome por lo que viví. Yo no puedo lidiar con tanta presión...
- Eli, cariño, no puedes rendirte tan fácilmente- dijo Irma quitando mis manos de mi cara y agarrandolas.- Tú eres fuerte y puedes con esto. Ya lo hiciste la otra vez. Además, tienes a una maravillosa persona a tu lado... No te rindas, amiga.
- No puedo más, Irma - dije y comencé a llorar.
Ella me abrazó.
- Por favor, Irma, eres mi mejor amiga, ayúdame. Necesito tranquilidad y salir de aquí, de Londres. Tom no se merece tener al lado una persona así... Yo no puedo más.
- Pero, ¿A dónde quieres ir?- preguntó ella soltandome.
- Me voy a ir a España, con mis abuelos. Allí estaré tranquila durante un tiempo.
- Pero, habla con Tom, no se merece lo que quieres hacer... Él siempre está para ti.
- Lo sé, pero no va a querer que me vaya y yo necesito mi espacio.
- Estás decidida- afirmó mi amiga.
- Si, tengo que hablar con mis padres para que lo sepan. Necesito sacar el billete de avión, solo me llevaré la ropa justa, allí me compraré lo que sea, además tengo ropa en casa de la abuela.
Irma suspiró, rindiéndose.
- ¿En qué puedo ayudarte?
- En cuanto tenga el billete, prepararé una maleta con algo de ropa, como te he dicho. Sólo necesito que te la lleves, sin que Tom se de cuenta, y me recojas para llevarme al aeropuerto.
- Está bien, así lo haremos.
- Gracias por tu ayuda.
- Sabes que le vas a romper el corazón, ¿no?
- Lo sé, pero es lo mejor.
Irma suspiró de nuevo, negando. Y volvió a abrazarme.
Y yo... Yo volví a llorar, sabiendo que estaba a punto de cometer la mayor estupidez de mi vida: dejar a la persona que más amaba en este mundo.Tom.
Llegué a casa temprano ese día, tenía seis días de descanso. Esta vez, teníamos unos días más por problemas en el montaje de los escenarios, pero en cierta manera, me alegraba, pues así pasaría más tiempo con Eleonor.
Sabía que estaba triste, pero pronto la situación mejoraría.
Mis abogados me habían asegurado que está vez la chica no se libraría de salir de prisión. Era algo que esperaba pues no podría permitir que Eli sufriera más.Cuando llegué a casa, Eleonor ya tenía la cena hecha. Me recibió con un beso en los labios, como de costumbre.
La noté animada y eso me alegraba, la verdad.
La cena estaba deliciosa, y poco después, nos fuimos a dormir. Quería ver una película con ella, pero aquel día estaba tan cansado que sabía que me quedaría dormido pronto.
Ella entendió la situación y nos acostamos. La abracé por la cintura, le di un beso en el hueco del cuello y me quedé profundamente dormido.Eleonor.
La decisión estaba tomada.
Ya no habría vuelta atrás.
No podía más.
Me levanté de la cama, con sumo cuidado, para no despertarlo. Besé su cabeza y salí de la habitación, cerrando la puerta lentamente, mirándolo por última vez.
Llegué al salón, abrí un cajón de su escritorio para sacar una hoja y un bolígrafo."Perdóname.
Pero esta situación es insoportable. No me busques, te lo pido por favor.
Eres lo más importante que tengo y tendré en la vida, pero es mejor separarnos. Te amo con todo mi corazón.
Eternamente tuya, Eleonor".Dejé la nota sobre la mesa, doblandola por la mitad y escribí su nombre, mientras unas lágrimas salía de mis ojos.
Me dirigí a la puerta y me fui de su casa. Traté con todas mis fuerzas no llorar, pero la situación me era insoportable.
Irma ya me esperaba en su coche en la puerta. Volví la mirada hacia la casa y murmuré:
- Perdóname, mi amor.
Me subí al coche de mi amiga y ella, con una sonrisa triste dijo:
- ¿Estas segura de lo que vas a hacer? Tengo todas tus cosas en el maletero como me pediste.
Asentí, sintiendo como mis lágrimas resbalaban sin control por mi cara. Mi amiga apretó mi mano y arrancó el coche.
Cuando llegamos al aeropuerto, mi amiga me abrazó fuertemente y pasando sus manos de arriba abajo por mis brazos, me dijo:
- Te voy a echar de menos, prometo ir a verte. Llámame cuando quieras. Te quiero mucho, amiga.
- Ya sabes que si. Yo también te quiero mucho, Irma. Gracias por todo.
Nos volvimos a abrazar y me dirigí a la puerta de embarque.
Sentada en el avión, mientras me ponía los auriculares, solo pensaba en que esto de poner tierra de por medio, fuera lo mejor.
Sólo esperaba que él no lo pasara mal como yo me estaba sintiendo, pues sentía que el alma se me partía en dos.Bueno, pues llegó la parte triste de la historia.
No me maten, porfis!!!
🙂🙂
ESTÁS LEYENDO
Noches de Plata (Completa)
FanfictionEleonor ha sido elegida para un papel en una película donde se encuentra con dos de sus actores favoritos. El destino hará que los dos se enamoren de ella, pero solo uno de ellos logrará conquistar su corazón. Pero el destino es caprichoso y hará qu...