XXXIV

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Octubre 2021

Tom.

Llegué a casa de mis padres para almorzar con ellos aquel día.
Después de la llamada de Daniel, decidí hablarlo con mamá. Ella siempre me aconsejaba bien. Seguro que ella me ayudaría en este caos que tengo en la mente.

Después de almorzar, papá se fue a su despacho hacer unas llamadas y, mamá se acercó a mí, que estaba sentado en el sofá, con la mirada ausente.
-¿Qué te sucede, cariño?- preguntó mamá sentándose a mi lado y tocándome el brazo.
La miré con una sonrisa triste.
- Todo y nada- respondí.
- ¿Se trata de Eli, no?
Yo, simplemente asentí.
- No sé si estará bien, pero creo que tendría que hablar con sus padres de nuevo. No puedo más, mamá. Esta angustia de no saber dónde está ni cómo estará, me está matando. Estoy cansado de actuar y fingir que estoy bien, cuando no lo estoy.
- No entiendo por qué ella tomó esa decisión. Tenía, tiene y tendrá el apoyo de todos nosotros. Pero en cierta manera, la puedo llegar a entender. Es difícil todo lo que le ha pasado. Es duro, tesoro. Ella no está acostumbrada a este caos. Recuerda todo lo que te pasó a ti no hace mucho. Creo que a ella le ha superado demasiado esta situación. Y si, creo que sería buena idea hablar con sus padres.
- Si, yo también. Pero quería saber tu opinión. Tú siempre me aconsejas bien, mamá.
- Soy tu madre, Tom. Simplemente quiero lo mejor para ti.- dijo tomándome de las manos.
Suspiré, conteniendo las lágrimas.
- Yo la sigo queriendo como el primer día. No entiendo en qué momento todo se estropeó por causa de esa chica. Ojalá no la hubiera dejado sola en aquel momento. Si le hubiera pasado algo, yo...
- No te culpes de nada, hijo mío. Nadie sabía que esa chica saldría y, aún menos, que abriera tu coche para montarse en él. Es normal que ella esté mal y haya querido cortar por lo sano, pero os estáis haciendo daño ambos.
- Pero yo la dejé sola, mamá. Le dije que se marchara al coche sola... Yo tengo la culpa.- intentaba que las lágrimas no salieran de mis ojos, pues ya notaba el escozor en mis ojos.
- Thomas Andrew Felton, no te culpes más de nada. Las cosas pasan por algo. Y yo sé que Eleonor y tú estáis destinados a estar juntos. Así que, si hablar con sus padres lo soluciona todo, adelante. Si no, yo misma la buscaré por cielo y tierra y le haré ver el ser tan maravilloso que eres, que ninguno de los dos os merecéis esto. Sé que ella es fuerte y tú, también. Eres mi hijo menor pero el más fuerte. Siempre he estado orgullosa de ti, porque sabes llevar bien más cosas, por ser como eres y por lo grande que tienes ese corazón que tienes en el pecho - dijo señalando con un dedo donde se situaba mi corazón- Así que, ya sabes, lucha por esa chica, porque la quiero como la futura mamá de mis nietos.
Sonreí entre lágrimas, pues las palabras de mi madre habían provocado que cayeran de mis ojos al fin. Me abrazó con fuerza.
- Te quiero muchísimo, mamá.
- Y yo a ti más, hijo mío.

Cuando llegué a casa, tenía las cosas claras.
Si, iría hablar con los padres de Eleonor. Definitivamente, esto no podía seguir así. Esto que estaba pasando era una rotunda tontería. No podíamos estar separados por lo que había pasado. Si ella seguía mal por lo que sucedió meses atrás, yo la ayudaría en todo lo posible. Sé que me quería aún como yo a ella, no lo dudaba, si no, no hubiera hecho lo que hizo.
La podía entender más que nadie, pues la fama o el estar con alguien famoso, tenía estás consecuencias.
Mis abogados me habían dicho y asegurado que aquella chica no saldría de prisión por mucho tiempo, además, estaba en tratamiento psicológico por todo lo que había hecho.
Yo, con solo saber que no haría más daño, me confirmaba. No necesitaba nada más saber eso.
Miré la hora y marcaba las once de la noche. Ya era tarde, así que mañana llamaría a Irma para acordarlo todo, pues en pocos días empezaríamos a rodar el especial de los veinte años de Harry Potter y todo tendría que ser después. El compromiso de rodar aquello era importante, aunque no más que buscar a Eleonor. Pero tendría que prepararlo todo bien.
No podría presentarme en la casa de los padres de Eli así sin más. Los llamaría para acordar una cita en su casa o en la mía, eso me daba igual, pero sí que necesitaba hablar con ellos.
Si, mañana hablaría con Irma para prepararlo todo.

Noches de Plata (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora