IX

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Agosto, 2020.


Eleonor.

Llegué a casa y subí, directamente, hasta mi habitación. Ni me percaté que no había nadie en casa.
Me tiré encima de la cama, boca abajo, enterrando mi cara en un cojín. Y grité.
Grité de alegría, sin creerme lo que acaba de pasar. No podía creermelo.
Me senté en la cama y empecé a reírme sola, como si estuviera loca.
Aunque, quizás lo estaba.
Cogí mi bolso y saqué el móvil. Llamé a Irma.
- Como no sea algo importante, te mato, que estaba durmiendo- dijo a modo de saludo.
Miré el reloj que estaba en mi mesita de noche. Marcaban casi las doce de la noche.
- ¡Uy, perdón! No me había dado cuenta de la hora.- dije y, mentalmente me golpee con la mano en la cabeza.
- Ya me puedes ir diciendo que ha pasado, pues todas no tenemos una vida rodeados de famosos, como otras- dijo irónicamente mi mejor amiga.
Me tuve que reír ante su comentario.
- Le gusto a Tom Felton- solté.
Mi amiga se quedó callada durante unos segundos.
- ¿Irma?- la llamé alarmada.
- ¿Cómo?, ¿me estás diciendo que el guapísimo de Tom Felton está colado por mi mejor amiga? Espera... ¿Y dónde dejas a Daniel Radcliffe?- si no me dejó sorda, fue porque retiré el teléfono de mi oreja justo a tiempo, menudo grito pegó.
- Tom me ha confesado que le gusto, que se siente muy protector conmigo por eso. Y bueno, según él, también le gusto a Dan... Tía, le he confesado que él también me gusta. Bueno, le he dicho que me gustan los dos, pero que él me gusta más.
- ¿Qué le has dicho a Tom que te gusta?
- Si.
- ¡Madre mía, Eleonor de mi vida! Si estuviera allí contigo, te doy dos besos y te beso los pies.- dijo Irma con tal entusiasmo, que me hizo reír.
- No seas exagerada, Irma.
- Es que no me puedo creer que tengas detrás de ti a Tom Felton y a Daniel Radcliffe ¿vale? Y menos mal que te has declinado hacia Tom, porque la novia de Daniel te puede hacer papilla si se entera que llegas a tener algo con su novio.
- Ni me lo recuerdes- dije y me pasé la mano por la cara.
- Tía, te reconozco que a los dos les podría pedir que me empotren contra la pared y que hagan conmigo lo que quieran, vamos, le diría que si a todo menos al divorcio, pero, Tom tiene algo que Daniel no...
-¡Irma!- exclamé escandalizada.
Tuve que pararla o era capaz de contarme cualquiera de sus fantasías subidas de tono con cualquiera de los dos como protagonista.
- ¿Qué? No me vengas de Santa, porque no. Ya te lo dije la otra vez. Mira, el día que le bajes los pantalones a Tom, ya me contarás...
- Irma, ya, para- dije riéndome.
- Si, si, tú ríete, pero qué Tom tendrá de bueno en la cama lo mismo que pone esa cara de no ha roto un plato... Y ya te digo, que Daniel igual.
- Anda, vete a dormir, señorita más caliente que una olla de agua hirviendo. Si sé esto, no te cuento nada.- dije aguantando la risa.
- No puedes vivir sin mí y sin mis tonterías.- dijo ella y la imaginé sonriendo.
- Si, eso es verdad.- confesé- En fin, me voy a dormir. Mañana hablamos. Muchos besos, amiga.
- Igualmente. Qué sueñes bonito. Te quiero- dijo y colgó.
Me quedé mirando el aparato. Mi amiga estaba loca, peor que yo seguro.
Solté el teléfono encima de la mesita de noche, me desvestí, me puse el pijama y me metí en la cama con una sonrisa en los labios, pensando en lo ocurrido hoy.
Y así, me dormí.

Los siguientes días, los últimos de rodaje, los pasé entre sonrisas y miradas cómplices con Tom, pero sin llegar a nada más, que, quizás un leve roce de manos o los abrazos que siempre me daba al terminar de rodar nuestras escenas, los cuales, me alegraban todo lo que restaba de día.
También tenía detalles conmigo.
Ya me había encontrado en mi vestuario, una mañana, una rosa blanca. O, cuando desayunábamos todos juntos, me servía el café.
Detalles que me encantaban, para que negarlo.
Notaba que Daniel nos miraba extrañado, pero no decía nada. A veces, me sentía mal por él, sobre todo cuando lo veía que estaba como triste.
- Sinceramente, Eli, has echo bien en elegir a Tom. - me dijo Katherine mientras me ayudaba a vestirme para rodar.
Ella y Lily estaban ya al tanto de todo, al igual que se habían dado cuenta de la actitud de Daniel, que, aunque seguía igual conmigo, lo notaba algo distante.
- Lo sé, pero... Me da pena... Es mi amigo también y me ha ayudado mucho, chicas- dije suspirando.
- Es mejor tener a Daniel de amigo, Eli- dijo Lily.
- Te ahorrarás problemas- añadió Katherine.
- La verdad es que si... Bueno, chicas, me voy al set. Ahora nos vemos.
- Te toca escena con Daniel, ¿no?- dijo Lily mirando mi libreto del guión.
Asentí.
- Damos gracias al cielo que Tom hoy no esté en el set. Te toca beso con Daniel- dijo Lily.
Suspiré y me encogí de hombros.
Salí de los vestuarios y me dirigí al set. Allí ya estaban todos, incluidos a Daniel.
Nos pusimos en posición, y David dió las indicaciones, comenzando a rodar.

Noches de Plata (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora