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Agosto, 2020.

Tom.

Parecía algo más tranquila mientras cenábamos, pero por mi mente no dejaba de pasar aquellas palabras que me había dicho, que Dan la había besado a la fuerza.
Tendría que hablar con él, no podía dejar pasar aquello así como así.
Es verdad que Eleonor y yo no teníamos nada, no estábamos juntos, pero había algo ahí que no sabía explicar.
Ninguno de los dos habíamos dado el paso para besarnos ni cogernos de la mano ni nada por el estilo.
Sólo había pequeños gestos el uno hacia el otro, como alguna caricia o algún detalle.
Me gustaba dejarle alguna flor de vez en cuando en los vestuarios de las chicas. Sabía que le gustaba.
Cruzábamos miradas cómplices de vez en cuando durante los rodajes, pero de ahí no pasábamos.
Me contentaba con eso, aunque no negaba que me gustaría besarla, pero le prometí que iríamos poco a poco. Y así íbamos a seguir.

Terminanos de cenar y decidimos dar un paseo hasta el coche. Disfrutaba con la presencia de Eleonor a mi lado y con eso me bastaba.
La sentía, al fin, relajada. Incluso bromeabamos con cosas que no tenían sentido. Me gustaba verla así.
Faltarían varios metros para llegar a mi coche, cuando sentí su mano agarrar la mía. La miré y ella sonrió. Me atreví a entrelazar nuestros dedos y Eleonor apretó nuestras manos ante aquel gesto.
Con ella, había veces que las palabras sobraban.
Llegamos al coche, y le abrí la puerta con la mano libre. Iba a soltar su mano para irme para el otro lado del coche, cuando tiró de ella.
Me giré y Eleonor me miró, acercándose. Puso su mano libre en mi cuello, acercándose aún más a mí. Llevaba tacones, lo que hacía más fácil que su nariz rozara la mía. Noté como mi corazón empezó a palpitar más rápido. Coloqué mi mano sobre su cintura.
- ¿Tom?- preguntó en un murmullo cerca de mi boca.
- Dime, princesa.- respondí de la misma manera.
- ¿Puedes besarme, por favor?
Sus labios estaban tan cerca de los míos, que fue tan fácil besarla. Sus labios encajaban perfectamente con los míos.
Fue un beso dulce, sin prisas.
Terminé el beso, juntando nuestras frentes y sintiendo como Eleonor suspiraba.

Eleonor.

Sentir sus labios sobre los míos, fue algo increíble... No sé cómo explicar esa sensación.
Sentía que Tom era esa persona que tanto buscaba y ahí estaba.
Y no sabía por qué, pero necesité en ese momento besarlo, y más después de lo sucedido esta tarde.
Y ahí estaban, sus labios sobre los míos. Con un beso de los más dulce.
Suspiré, con nuestras frentes juntas, cuando terminó aquel beso.
Nos separamos y lo vi sonreír. La verdad es que, la gran mayoría de las veces, sobraban las palabras con él.
Me acarició la mejilla y dijo:
-¿Te llevo a casa?
Yo asentí.
Entramos en el coche, arrancó y nos dirigimos a mi casa. Me agarró la mano y no la soltó en todo el camino, hasta que llegamos a mi casa.
Iba a abrir la puerta del coche, cuando me llamó:
- ¿Eli?
Me giré hacia él.
- ¿Si?
Se inclinó hacia mí y me dio un corto beso en los labios.
- Buenas noches- dijo con una sonrisa.
- Buenas noches, Tom- respondí con una sonrisa.
Salí de su coche y me dirigí hacia casa, mientras veía como Tom se marchaba.
Tumbada ya en mi cama, pensé en todo lo sucedido en el día de hoy. Aún seguía sin comprender como Daniel había actuado de aquella manera. La verdad es que siempre me había gustado más él que Tom, pero al conocerlos en persona, todo cambió. Lo mejor sería hablar con él de lo sucedido. Tampoco estuvo bien que yo lo abofeteara.
Me arropé mejor y cerré los ojos.

A la mañana siguiente, me dirigía hacia la zona de descanso del set de rodaje, para desayunar, antes de comenzar a rodar.
Me estaba sirviendo un café, cuando escuché unas voces.
-¿Dónde está?, ¿Dónde está esa zorra?
Miré hacia la puerta y vi entrar, muy alterada, a Katherine. Me buscó con la mirada y, al verme, corrió hacia mí.
- Amiga, sal de aquí deprisa.- dijo algo asustada.
- ¿Qué pasa?- pregunté soltando el vaso en la mesa.
- Erin se ha enterado que Daniel te ha besado y cree que tú tienes la culpa- dijo rápidamente.
Iba a contestar, cuando Erin entró como una fiera a la sala. Recorrió con la mirada hasta encontrarme. Katherine, a mi lado, se colocó delante de mí.
Se dirigió hacia mí, como loca. Podría jurar, que si pudiera, echaría humo por las orejas. Veía que estaba muy furiosa.
- ¡Tú! Asquerosa niñata, ¿Quién te crees que eres para besarte con mi novio? Te crees que tienes derecho a besarte con él, ¿no? No tienes suficiente con besarte en las escenas, que tienes que besuquearte después. - gritó.
- Fue él quien me besó a la fuerza, Erin- dije intentando mostrarme calmada.
- Erin...- comenzó a decir Katherine.
- Tú te callas- le gritó.
Aparté a mi amiga y me encaré con Erin.
- A ella no le grites. Primero, entérate cómo han sucedido las cosas y después, vienes a hablar en condiciones.
- Tú a mí no vienes a decirme cómo tengo que hablarte. - dijo mirándome con odio.
Vi como entraron, en ese momento, Tom y Daniel, junto a David y otros productores. Todos se quedaron mirando la escena.
- Te falta educación. Te he dicho que yo no lo besé.- le eché en cara.
- Serás puta... - empezó a decir y Daniel se acercó a ella, agarrándola del brazo.
- ¡No la insultes, Erin!- le gritó Daniel.
Tom se interpuso entre las dos, viendo como la chica forjazeaba con Daniel.
- Erin, Eleonor te está diciendo la verdad- volvió a hablar Daniel.
- ¡No la protejas, Dan! Tú... Tú no harías eso- dijo Erin quedándose quieta y mirando a su novio.
- ¡Lo hice!- le gritó Daniel.
Erin se quedó quieta y Tom se colocó a mi lado. Yo estaba mirando a Erin, no me fiaba de ella, sabía que en cualquier momento podría hacer algo.
Y, efectivamente, así fue.
Se giró lentamente hacia mí, mirándome con más odio, si podía ser posible.
- Eres una asquerosa puta. Tú lo provocaste con esa cara de Santa que tienes... Pero a mí no me la das... Daniel no es tuyo, es mío.
Dio un paso hacia delante, pero tanto Daniel como Tom se interpusieron entre las dos. Daniel la sujetó de los hombros, evitando que se tirara hacia mí.
- Así serás, que tiene que buscar en otras- le dije, mientras Tom me tenía sujeta de la misma manera.
Veía como sonreía.
- ¡Basta!- exclamó Daniel.
- Erin, ya te ha dicho Daniel cómo pasaron las cosas. Un error lo tiene cualquiera. Y si te lo ha contado, es para que lo sepas, no para que lastimes a Eleonor- dijo Tom girándose hacia ella.
- ¿Tú también, Tom?, ¿Qué os ha echo está tía?- preguntó Erin sin dejar de gritar.
- Llevate a la histérica de tu novia, Dan- dije mirando a Erin.
- No me voy...- comenzó a decir, pero Daniel la interrumpió:
- Se acabó. Nos vamos de aquí- dijo Daniel arrastrando a su novia fuera del lugar.
- Está me la pagarás, Eleonor- dijo Erin antes de irse.
- Cuando quieras- dije viendo cómo desaparecía del lugar.
Me separé de Tom, bufando. Él se acercó de nuevo a mí, poniendo las manos en mis caderas. Estaba a espaldas a él, así que sentí su pecho en mi espalda. Apoyé mi cabeza sobre su pecho, cerrando los ojos y suspirando.
- ¿Estás bien?- preguntó y me besó en la cabeza.
- Sí, dentro de lo que cabe. Esa mujer me ha sacado de quicio. Me echa la culpa a mí.- dije aún sin moverme.
- Eleonor, Tom- oí llamarnos a David.
Me incorporé, había olvidado que estábamos en el set de rodaje. Creo que me sonrojé algo. Tom me soltó de la cintura y se pasó la mano por el pelo.
- Voy a dejarte el día libre, Eleonor. Has pasado un mal momento. Esa chica no está bien- dijo negando- Tú ya tienes prácticamente tienes todas tus escenas grabadas, solo te queda la final, pero no importa, mañana la podemos hacer. Vete y relájate.
- Estoy bien, David.
- Tom, llévatela. Tú también te puedes ir. Vamos a suspender hoy el rodaje. Voy hablar con Daniel- dijo y se fue.
Volví a suspirar.
Sentí la mano de Tom agarrar la mía. Lo miré y dijo:
- Vámonos.
- Pero...
- Anda, vete, Eli. Disfruta del día libre- dijo katherine.- No me va a venir mal a mí este día libre.
Asentí y me dirigí a vestuario a coger mis cosas. Ni siquiera me había cambiado de ropa, no me dio tiempo. Así que cogí mi bolso y salí con Tom de la zona de grabación. Nos montamos en su coche y me llevó a casa. Me prometió recogerme más tarde para ir a almorzar.
Sonreí como tonta mientras entraba en casa. Mi hermana Lisa estaba allí, por lo visto no había ido al instituto. Me miró como si no entendiera el por qué de mi sonrisa. Subí a mi habitación y me tumbé en la cama.
Tom me había defendido, junto a Daniel, del ataque de Erin. Y no le había importado apoyarme sobre su pecho y que nos vieran todos.
Tom era especial.
Definitivamente, tenía que reconocer que me había enamorado de Tom Felton.

Noches de Plata (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora