XX

54 6 2
                                    

XX

Eleonor.

Las fiestas navideñas llegaron y con ellas, las cenas con la familia y amigos.
Estaba nerviosa, en cierta parte, porque presentaría a Tom a mi familia materna, puesto que la familia de papá estaba toda en España.
La cena de Nochebuena la haríamos en la casa de campo de los abuelos, donde tenían un gran salón. Mamá solo tenía dos hermanos mayores, la tía Stephanie y el tío Alan.
Tía Stephanie estaba casada con un maravilloso hombre llamado Tom (ironías de la vida) y tenía dos hijos, mis primos James y Chloe, de veinte y dieciséis años, respectivamente. Mi tío Alan, estaba casado también con una estupenda mujer llamada Isabella y tenían tres hijos, Leonard, de veintitrés, Bella, de veinte y, la pequeña Diana, de cinco.
Me llevaba muy bien con todos ellos, la verdad es que éramos una familia bastante unida. Todos se alegraron mucho cuando supieron de mi papel en aquella película. Y aún resuenan en mis oídos el grito de mi prima Bella cuando se enteró que iba a trabajar con Tom y Daniel. Ambas éramos super fans de ellos.

El día de Nochebuena llegó. Andaba nerviosa más que nunca. Mi familia, y era algo lógico, sabía de mi relación con Tom, pero me seguía sintiendo nerviosa por la reacción que tendrían al ver a alguien "famoso".
- Tú tranquila, todo saldrá bien- me decía Irma mientras me ayudaba a peinarme para la cena.
Desde que empecé mi relación con Tom y todo este mundo del cine, apenas la veía, pero sabía muy bien que ella seguía ahí.
- Ya, pero no puedo evitarlo- dije soltando un suspiro.
- Tom es un amor de persona, Eli. Y tu familia es maravillosa, lo van a recibir como uno más, ya lo verás - me animó mi mejor amiga.
Sólo esperaba eso, que fuera todo bien.

Tom acordó en venir por mí a eso de las siete de la tarde, mi hermana Lisa vendría también con nosotros. Charlie y nuestros padres irían en el coche de la familia.
Para aquella cena, me puse unos pantalones negros, unos botines de tacón negros, y un bonito jersey en beige. A la abuela no le gustaba que fuéramos de "gala" como ella decía, que lo importante era estar esa noche con la familia. Mi hermana, prácticamente, iba como yo, pero con pantalones vaqueros, un jersey verde y sus convers.
Tom, por su parte, llevaba un pantalón vaquero, deportivas y un jersey en color gris oscuro.
No sé si eran mis hormonas, pero aquella noche se veía irresistible.

Llegamos a la casa de los abuelos, y vi que mi prima Bella, estaba en la puerta de la casa, esperándonos. Sabía que ansiaba conocer a Tom desde que se enteró que iba a trabajar con él y más, desde que se enteró que salía con él.
Tom dejó su coche junto al de mis padres y salimos del vehículo. Cogió mi mano y nos dirigimos hacia la entrada de la casa, con Lisa por delante de nosotros, quien, al llegar a la altura de nuestra prima, le dijo:
- No vayas a montar un espectáculo, Bella, que nos conocemos.
Mi prima la miró como queriéndola estrangular y luego, volvió su mirada a nosotros. Me saludó con un beso en la mejilla y un abrazo.
- Bella, él es Tom, mi novio - le presenté a Tom, aunque fue por cortesía, ya lo conocía aunque no personalmente.
- Hola, Bella, es un placer- dijo Tom extendiendo su mano hacia mi prima.
Me di cuenta que ella extendió la suya hacia mi novio de forma temblorosa. Tom le sonreía amablemente y mi prima se relajó un poco. Luego, entramos en la casa.
Hice lo propio, presentandoles a Tom a todos mi familia allí presente. La abuela le dio varios besos a Tom, diciéndole:
- Que nieto más guapo acabo de recibir. Hija, tu novio tiene unos ojos demasiados bonitos. - dijo dirigiéndose a mí y, luego añadió - Espero que cuides bien a mi niña, Tom.
- Con toda mi alma, señora- respondió Tom y yo sentí derretirme.
Las miradas de mis primos, se clavaron en mi, soltando alguna que otra risita.
Nos sentamos a cenar, transcurriendo la cena sin problema.
La verdad, es que todos conversaban con Tom como si fuera otro más de la familia, sin hacerle distinción ninguna. Cosa que me alegraba.
Mientras Tom hablaba con mis primos mayores, me miró. Yo hablaba con tía Stephanie, con mi prima Chloe y mamá, no pude resistirme a sonreírle.
- Se te ve muy enamorada, cariño- dijo mi tía.
Fijé mi mirada en ella, a la vez que mi prima emitía una risita tonta.
- La verdad es que sí.- respondí.
- Hombre, prima, tienes un novio muy guapo, para que negarlo. Ahora, que Bella no le quita ojo.- dijo Chloe, indicando con un gesto hacia donde estaba mi hermana y nuestra prima.
Es verdad que noté que, durante la cena, Bella no le quitaba el ojo de encima a Tom, pero podía entenderla. Si yo fuera ella, haría lo mismo.
- Bueno, no pasa nada - respondí.
La verdad, que eso, sería el menor de mis problemas, los cuales, vendrían más pronto de lo que pensaba.

Sobre las dos de la madrugada, regresamos a casa. Durante el corto trayecto a casa, Lisa se quedó dormida.
- Me ha gustado conocer a tu familia. Bueno a parte de ella. Son muy amables- dijo Tom de camino a casa.
- Y eso, que aún no conoces a mi familia por parte de papá. Son aún más agradables que la de mamá. Ya sabes, sangre española.- dije alzando las cejas y sonriendo.
Tom rió y dijo:
- En estos meses juntos, nunca te he escuchado hablar en español.
- No me vas a entender si te hablo en español, cariño.- dije.
Tom giró levemente la cabeza hacia mí, entrecerrando los ojos como sin entender nada.
- He dicho que no me ibas a entender si hablaba así - dije riendo.
- Acabo de pasar la prueba- dijo Tom uniéndose a mis risas.
Llegamos a casa y desperté a mi hermana, quien bostezó, se despidió de Tom y bajó del coche.
Miré a Tom, me acerqué a él y le di un pequeño beso.
- Gracias por acompañarme esta noche, Tom.
- Las gracias a ti, mi vida- dijo y volvió a besarme.
Sonreí como la tonta enamorada que era mientras me bajaba del coche. Le hice un gesto con la mano y se fue. Suspiré mientras me dirigía a casa.
La verdad, es que cada día que pasaba, me parecía mentira que Tom Felton fuera mi novio.

Tom.

Sólo esperaba que a Eleonor le gustara su regalo de Navidad. Había pensado mucho qué regalarle.
Y ahí estaba yo, tendido en mi cama, pensando en todo lo que había pasado durante este tiempo.
Pero sobre todo, totalmente enamorado de Eleonor.

Eleonor.

El día de Navidad amaneció con nieve y con los regalos de todos debajo del árbol.
Todos nos levantamos temprano para abrir los regalos y desayunar chocolate caliente con buñuelos.
A eso de las diez de la mañana, llamaron a la puerta. Papá fue a abrir y no encontró a nadie. Llegó a la cocina con un paquete entre las manos y gesto raro en el rostro.
- Eli, esto es para ti- dijo extendiéndome una caja envuelta en la que ponía mi nombre.
No entendía de quién podría ser, pues no ponía remitente.
Lo abrí e, inmediatamente, solté un grito. Había una rata muerta dentro, con una nota que ponía:
"Feliz navidad, perra. Que disfrutes de este día, te quedan muchos regalos que recibir, y uno de ellos será que desees no haber conocido a Tom nunca. Es mío y de nadie más".

Miré a mis padres, quienes me miraban con una mezcla de no entender nada y de asco por lo que había en la caja.
Pero, ¿A quién le molestaba tanto que estuviera con Tom?.

Noches de Plata (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora