XXXII

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Septiembre 2021.


Tom.

Habían pasado seis largos meses desde la partida de Eleonor y, apenas sabía de ella.
Logré hablar con ella una sola vez varias semanas después de irse, pero en cuanto le dije cuanto la echaba de menos y cuánto la quería, ella me respondió que también sentía lo mismo, pero que no podía ser y colgó.
Estuve toda aquella noche llorando, como tantas noches en estos meses.

El día de mi cumpleaños llegó, y me la pasé trabajando. Salí un poco por obligación de unos amigos y de mi familia.
En este tiempo fingía que todo está bien, pero el llegar a casa y no verla allí, me partía el alma.

Al día siguiente, tuve el torneo de golf de la Ryder cup, en Wisconsis.
Todo iba bien, era una competición entre personalidades, hasta que empecé a sentirme mal. Estaba en el hoy número dieciocho, cuando la vista se me empezó a nublar y me mareé. Me desplomé en el suelo, delante de todos los que habían allí presente. Escuché gritos, escuché mi nombre y creo que oí su voz.
Cerré los ojos un segundo, sabía que aquello era algo imposible. Nos encontrábamos a miles de kilómetros de distancia.
Los paramédicos acudieron rápidamente. Yo estaba consciente de lo que estaba pasando en todo momento. Me ayudaron a montarme en la camilla que trajeron y me sacaron del campo de golf en un vehículo adaptado para aquello.
Me llevaron al hospital y me atendieron bastante bien. Me dejaron en una habitación sólo, cuando me estabilizaron.

-¿Cómo estás?- preguntó Derek cuando llego a la habitación.
- Jodido- aclaré.
- Ya lo veo, amigo. No puedes seguir así. No sabes nada de Eleonor desde hace meses. Ella no quiere saber nada de ti, perdona que te lo diga.
- Tú tan claro como de costumbre, Derek- bufé.
- A ver, Tom, no niego que te quiera o te haya querido. Pero no entiendo vuestra aptitud, colega. La chica culpable de todo esto, lleva meses encerrada en la cárcel y no creo que salga en mucho tiempo. Tus abogados han hecho hasta imposible para que así suceda... Pero a ti, cualquier día, está situación te va a matar.
- Solo ha sido cansancio y el jodido jet lag. Estaba muy emocionado por jugar este campeonato. - me defendí.
- Thomas Andrew Felton, ¿tú te crees que no te conozco, cierto? Lo hago como la palma de mi mano, así que, delante de mí, no finjas. Le podrás mentir con ese rollo a tus fans o a quien quieras, pero a mí no.
Bufé de nuevo.
- No te portes como un crío de cinco años, porque así, y perdona que te lo diga, te pareces mucho a Malfoy. Muchos años te has tirado haciendo de él, que ya hasta, a veces, tienes su aptitud.
Lo miré y le saqué el dedo corazón a modo de protesta. Sé que tenía razón, pero no quería dársela.
- Voy a poner en redes sociales que estás bien. Tengo el Instagram que me va explotar de mensajes de tus fans. Anda, descansa y piensa las cosas, porque cualquier día te me vas al otro barrio.
Extendió su mano hacia mí y yo se la estreché. Se marchó y me hundí en la almohada, intentando tranquilizarme.
Si, eso quería, pero, una pregunta cruzó mi mente: ¿se enterará Eleonor de lo que me acababa de pasar?

Eleonor.

El alma se me partió en mil trozos al recibir aquella llamada.
Estaba trabajando, así me pasaba los días. Intentaba pasar todo el día en el trabajo, eso me servía de distracción.
Pero aquel veintitrés de septiembre, sentí que mi alma se moría. El corazón me dejó de latir por una milésima de segundo al oír aquella noticia.
Estaba terminando de limpiar unas mesas, cuando mi teléfono móvil comenzó a sonar. No había nadie en la cafetería, solo un par de compañeros y yo. Estábamos terminando de recoger el turno de noche y mi compañera Clara me dijo que atendiera la llamada.
- Ya termino yo, no te preocupes - dijo mientras yo sacaba mi móvil del bolsillo del pantalón.
Me sorprendió que Daniel me llamara a esas horas. Entré en el pequeño almacén para hablar más tranquilamente.
-¡Hola, Dan!- saludé alegremente.
- Hola, Eli - lo noté bastante serio.
-¿Sucede algo?, ¿todo va bien?
No sé por qué, pero yo llevaba todo el día con una sensación extraña en el cuerpo.
- Eli... Se trata de Tom...
-¿Qué ha pasado?- pregunté ansiando que no fuera nada malo.
- ¿No has visto las redes sociales?- preguntó él a su vez.
- No tengo tiempo con el trabajo, Dan. Pero, por favor, ¿Qué ha pasado con Tom? - estaba comenzando a ponerme nerviosa.
- Tom ha tenido un incidente en la Ryder cup y se lo han tenido que llevar al hospital. Está ingresado.
-¿Qué?- grité.
Sentí que el aire me faltaba. Me llevé la mano, instintivamente, al pecho.
- ¿Eli? Tranquilízate, por favor. He llamado a Derek que está con él. Está bien, solo ha sido un desvanecimiento por cansancio y por el jet lag. Él es fuerte, Eli.
Las lágrimas empezaron a caer por mis ojos.
¿Cómo reaccionar si te dicen que la persona de la que sigues enamorada como el primer día está en el hospital y tú decidiste alejarte de su vida?
- ¿De veras que está bien, no me estás mintiendo?- dije entre lágrimas.
- Eli, tranquila, Tom está bien. Sólo te he llamado para que te enteres por alguien conocido y no por la prensa. Tom está bien, solo ha sido cansancio. Los viajes con diferencia horaria es lo que tiene. Sólo lo han dejado ingresado para ver que está estable y para poder controlarlo.
- Todo es mi culpa - susurré.
- Nada es tu culpa. No sé cuántas veces te lo he dicho ya en estos meses. Tienes que volver. Te echa de menos, amiga. Y sé que tú también.
- Lo hago, pero no puede ser, Daniel.
- Está bien, no insisto más. Al menos, habla con Derek. Él sabrá que decirte mejor que yo sobre el estado de Tom.
- Está bien.- respondí.
- Ahora te tengo que dejar, Eli. Tengo que volver al rodaje. Un gran beso y no te preocupes- dijo Daniel a modo de despedida.
- Gracias e igualmente - respondí y colgué.
Apoyé la espalda en la pared y me fui dejando caer al suelo, poco a poco, sintiendo como las lágrimas caían más por mi rostro. Hundí la cabeza entre mis piernas, sintiendo que mi vida era una auténtica mierda desde el día que aquella chica entró en mi vida.
Tom era el amor de mi vida y, saber que estaba en la cama de hospital, me hizo sentir la peor persona del mundo por no estar a su lado. Tenía que añadir que él siempre estuvo a mi lado las veces que estuve en el hospital ingresada por culpa de aquella chica.
Quizás, si yo no hubiera tomado aquella decisión, ahora nada de esto hubiera pasado.
Tom no se merecía nada malo y sin embargo, se encontraba en el hospital. Y yo, seguía pensando en lo mismo.
Qué estaba mejor sin mí.
Y, aunque el corazón me doliera, hablaría con Derek. Sólo esperaba que Tom saliera pronto del hospital y que se encontrara bien. Aunque tendría que pedirle a su amigo que no le dijera nada de que yo había preguntado. No quería que supiera que yo seguía interesada en él y que lo amaba con todo mi ser.
Daniel había hecho bien en llamarme, pues él era el único vínculo que tenía con Tom.
Y así sería...

No me maten, por favor, por el mal momento que Tom está pasando en esta historia.
He intentado escribir lo mejor posible el momento que Tom tuvo el desvanecimiento el año pasado después de su cumple. La conversación con Derek no es real, obviamente jajaja. Pero me imagino que hablarían cuando él mejoraría.
Espero que os guste y disfruten.
Besos a todas.😘😘



Noches de Plata (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora