XXIV

61 6 0
                                    


Enero 2021


Eleonor.

Desde que dieron de alta, Tom no faltaba ni un solo día en casa. Se podía decir que me tenía entre algodones.
A mí me encantaba que estuviera todo el tiempo que pudiera conmigo.

Aquellos días, muchos amigos vinieron a verme, incluido Daniel, quien se iba para Estados Unidos a rodar una serie, pero al enterarse de lo ocurrido, se pasó por casa a verme. Vino con su novia, quien se mostró preocupada por lo que sucedió.
Daniel nos ofreció su ayuda para lo que necesitasemos. Se lo agradecí muchísimo.

De la chica, sinceramente, no quería saber nada. Lo único que me enteré fue, porque oí hablar a Tom con mis padres, que la chica estaba presa por intento de homicidio y por las amenazas que me había enviado.  No sé cuánto tiempo estaría, sólo esperaba que me dejara tranquila.

Los días pasaban y yo seguía recuperándome. Tuve que usar, durante un tiempo, una venda en la mano, que era lo que peor tenía, pero al menos, los arañazos de la cara habían desaparecido y no me dejaron cicatriz.

Una mañana, para ser concretos, un miércoles, Tom llegó anunciando que tenía un contrato para una nueva película. Me alegré enormemente, verlo en el cine me encantaba. Pero, a parte de verlo feliz, lo veía algo inquieto. Más bien, nervioso, y no poco.
Lo veía mirar a mamá de reojo y pasarse la mano por el pelo. Mamá también lo miraba de reojo y no entendía nada.
¿Qué me ocultaban estos dos? Sabía que había algo raro, que algo se traían entre manos, pero no quise prestar mucha atención, ya dirían lo que fuese.

Así siguió el panorama en casa, hasta la hora del almuerzo. Mi hermano pequeño Charlie, después del colegio, se quedaría en casa de un amigo a almorzar y hacer la tarea. Lisa había ido a una excursión con su clase y papá tenía turno en el hospital, así que allí me encontraba yo, con Tom y mi madre en casa.
Yo sentia que, en cualquier momento, iba a estallar. Me estaban poniendo de los nervios. Parece que Tom, notó lo nerviosa que estaba.
- Eleonor, ¿podría pedirte algo?- dijo soltando el tenedor.
Lo miré, la verdad es que no me esperaba que me "pidiera algo".
- Claro, ¿qué sucede?- pregunté y vi, de reojo, como mamá sonreía.
Tom cogió mi mano derecha con mucho cuidado, pues aún estaba vendada.
- Verás, he estado pensandolo mucho y sé que llevamos relativamente poco tiempo saliendo. Lo he hablado con tus padres, para conocer su opinión, más que nada después de todo lo que ha pasado, pero he estado pensando en... Bueno, ¿te gustaría vivir conmigo, Eli?
Sentí que mi corazón y mi respiración se paralizaban. ¿Había oído bien?, ¿Había oido que Tom Felton me acababa de pedir que viviéramos juntos?
Me quedé mirándolo fijamente, como ida. Él, jamás me había parecido tan tímido como en ese momento. Sus ojos azules me miraban con algo de miedo, esperando mi respuesta.
Giré mi cabeza, lentamente hacia mí madre, quien me miraba con una amplia sonrisa.
- Venga, hija, tu novio te acaba de hacer una pregunta, respóndele.
En ese instante, todo cobró sentido. Ahora entendía por qué tanto misterio ese día...
Volví mi mirada a Tom, quien aún me miraba. Coloqué mi mano izquierda sobre su cara, y respondí:
- Sería todo un placer vivir contigo, Tom.
Él sonrió ampliamente y a mí, se me derritió el corazón.
- No quiero que nada malo te pase, Eli. Quiero cuidarte cada instante y a cada segundo, aunque te parezca aún pronto por el poco tiempo que llevamos juntos. Sé que mi trabajo no es el más propio para esto, pero si hace falta, lo dejaría por cuidarte.
-¡No! No quiero que dejes nada por mí, Tom. Actuar es tu trabajo y no quiero que lo dejes por mí. A mí no me importa acompañarte donde sea mientras salen proyectos nuevos para mí.
De repente, me acordé de que mamá estaba allí, y la miré. Ella sonreía ampliamente.
- Mamá... Yo... Yo estoy decidiendo las cosas y no os he consultado nada con vosotros... Yo debería...
Sentí la mano de Tom por debajo de la mesa, apretando mi muslo, a la vez que mi madre habló:
- Hija, eres mayor de edad, no tienes porqué consultarme nada. Además, ya has escuchado a Tom, ya ha hablado con nosotros. Él tiene nuestra aprobación. No hay por qué preocuparse, Eli. Tom es una persona maravillosa y, tanto papá cómo yo, sabemos que con él estarás más que segura.
Me levanté de la silla y abracé a mamá. Era verdad que tenía veintiocho años, si, pero me gustaba contar con la ayuda de mis padres para muchas cosas. Siempre había sido muy independiente, pero me gustaba contar con ellos.
- Creo que ahora vas a entender lo que es vivir sola. Aunque estés con Tom. Os lleváis demasiado bien, pero vivir en pareja, en ocaciones, tiene sus momentos difíciles. Pero ya sabes de sobras, que cuentas con todo nuestro apoyo y cariño, Eli - dijo mamá mientras aún la tenía abrazada.
La solté, miré a Tom y una duda me invadió:
-¿Cuándo quieres que me vaya contigo?- pregunté.
¡Oh, no! Creo que había sido demasiada directa.
Sin embargo, a Tom no se lo parecí, porque me respondió con una sonrisa:
- Cuando tú quieras. Hoy mismo si te apetece, o cuando lo veas oportuno. He estado haciendo sitio en casa para ti y todas tus cosas. Tienes tu propio espacio en casa, tu propia habitación, con tu propio baño y tu propio armario, no quiero agobiarte para que duermas en el mismo sitio que yo.
- Cariño - dijo mamá levantándose y mirándonos a los dos- Tom es especial, es ese chico que tú deseabas cuando eras pequeña. Sé que este chico va a tratarte y a cuidarte con su vida, ya te lo ha dicho. ¿Por qué dejar pasar más tiempo? Ve a tu habitación y empieza a guardar cosas, no tienes nada mejor que hacer- añadió mamá guiñándome un ojo.
-¿Tantas ganas tienes que me vaya de casa?- le pregunté a mi madre a modo de broma.
- No, hija. En absoluto- dijo mamá y nos reímos todos. Miró a Tom y dijo:- Si yo fuera tú, también quisiera irme ya con este guaperas. Menos mal que es mi yerno...
-¡Mamá!- exclamé riéndome y me abracé a ella.
Sin duda, tenía a los mejores padres del mundo.

Tom.

Ya estaba hecho.
Era finales de enero y estaba ayudando al padre de Eleonor a bajar algunas cajas de su coche.
Ya era oficial que Eleonor y yo viviéramos juntos. Quizás sería precipitado, si, pero no podía permitir que le hicieran daño.
Eleonor era la ternura en persona.
Cuando soltamos las últimas cajas en el salón de mi casa, Eli se despidió de sus padres y vino a sentarse a mi lado en el sofá.
Subió los pies al sofá y acurrucandose, con la cabeza sobre mi pecho y uno de sus brazos sobre mi torso, suspiró. Yo la abracé con un brazo y con la otra mano, acaricié su brazo, el que tenía sobre mi torso.
- Ya es oficial. Ya puedes decir que vivimos juntos, señor Felton- la oí decir con una risita.
- Si, ya es oficial que te he secuestrado para mí solo, señorita Ponce- dije de la misma manera.
Ella levantó la vista hacia mí, con esa bonita sonrisa que se extendía por sus labios. Me encantaba cuando sonreía.
- Eres lo mejor que me ha pasado en la vida - confesé.
- Tú también lo significas todo, Tom. Jamás pensé que esto pasaría, pero me alegro- dijo ella incorporándose.
Me acerqué a ella para besarla, quien recibió el beso de muy buena gana.
Si, ya podría decir que era hora de ser completamente feliz.

Holaaa!!! Como están??? Chicas, perdonad por ser tan pesada, pero me gustaría saber que os va pareciendo la historia. Que creeis que pasara ahora????
Os leo por comentarios!!! Os adoroooo 😍😍😍


Noches de Plata (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora