Noches de Plata (Completa)

XXXI

Marzo 2021

Tom.

Me desperté y vi que Eleonor no estaba en la cama. Quizás estaba preparando el desayuno. Me levanté y miré la hora en el reloj que estaba en la mesita de noche.
Las ocho de la mañana.
Pues si que había dormido.
Me dirigí hacia el baño y, cuando terminé, bajé a desayunar. Willow llegó a mi encuentro como cada mañana.
Al llegar al salón, Eli no estaba. Miré en la cocina y tampoco. Aquello me pareció extraño.
- ¿Eli?, ¿dónde estás?- pregunté elevando la voz.
Quizás estaba en el jardín de casa y fui a mirar, pero tampoco estaba. De hecho, la puerta estaba cerrada con llave.
Miré por toda la casa y no estaba. Bajé al trote las escaleras de nuevo hacia el salón, tomé mi móvil y la llamé. Su móvil estaba apagado.
¿Qué estaba pasando aquí?
Miré a mi alrededor en el salón, desesperado. Y, de repente, la vi. Vi una nota sobre la pequeña mesa que usaba de escritorio en algunas ocasiones. Tenía mi nombre escrito.
Me dirigí hacia allí para cogerla, temiendo lo peor. Sentí una intuición en cuanto la cogí de dónde estaba. Cerré los ojos y suspiré antes de leer aquello.

"Perdóname.
Pero esta situación es insoportable. No me busques, te lo pido por favor.
Eres lo más importante que tengo y tendré en la vida, pero es mejor separarnos. Te amo con todo mi corazón.
Eternamente tuya, Eleonor".

No.
No podía ser.
Se había ido.
Eleonor se había ido.
La nota cayó al suelo y yo me tuve que sujetar, con ambas manos, sobre el escritorio.
No entendía el por qué, la mente se me nubló y no podía razonar. Sólo tenía un pensamiento y era encontrarla lo antes posible.
Respiré hondo y subí a mi habitación para cambiarme de ropa. Me puse lo primero que encontré y bajé de nuevo, cogí las llaves del coche y salí de casa.
Me dirigí a casa de sus padres, quizás estuviera allí. Si, seguro.
Llegué y llamé. Abrió la puerta Lisa, su hermana. Me miró sorprendida, como dando a entender que no me esperaba.
- Dime que Eleonor está aquí, por favor - dije, casi suplicando.
- Esto... Tom, yo no soy la indicada para decirte nada. Pasa, mis padres están aquí. Ellos te explicarán mejor- dijo haciéndose a un lado para dejarme pasar.
Entré en la casa y los padres de Eleonor estaban sentados, junto a su hermano menor, en el sofá. Lisa llegó detrás de mí y habló:
- Renacuajo, vámonos. Papá y mamá tienen que hablar con Tom.
Charlie asintió y se levantó. Se fue junto a su hermana.
- Siéntate, hijo - me indicó Caroline.
Me senté en el sillón que había delante de ellos. Los padres de mi novia se miraron entre ellos y fue Pedro quien habló primero.
- Sabemos que estás aquí por Eleonor. Nuestra hija no está aquí, si eso has pensado. Se ha ido. El otro día vino a hablar con nosotros y nos explicó lo mal que estaba anímicamente. Si puedes estar seguro de algo, es de que ella te quiere, pero no podía más con esta situación. Sabemos que no es tu culpa, Tom. Pero el hecho de que esa chica la tomara con ella y le hiciera tanto daño, son las razones causantes de que Eleonor se haya ido. No ha podido soportar ni la presión mediática ni todo lo que ha pasado la última vez.
- Pero, ¿por qué no lo ha hablado conmigo? Yo la podría ayudar con toda esta situación. Sabía que estaba mal, pero se lo achacaba a lo sucedido. Ella nunca me ha dicho lo mal que se encontraba realmente...
- No te estamos culpando de nada, Tom. Al revés, te estamos realmente agradecidos por todo lo que has echo por ella. Ella está saturada de todo esto, quizás en cuanto pase unos días o unas semanas vuelva. Déjala que piense todo. Te lo digo por tu bien y el de ella. Es mi hija, si, pero a ti te queremos como otro hijo y sé lo duro que será todo esto para ti.- dijo Caroline.
Tapé mi cara con mis manos, aguantando porque las lágrimas no salieran, cosa que era imposible.
Yo amaba a Eleonor por encima de todo, pero sentía que la había perdido. Sabía que sus padres no me iban a decir dónde estaba exactamente, sabía que querían privacidad para su hija, pero yo me sentía morir sin ella al lado.
Respiré hondo y me atreví a preguntar:
- ¿No voy a poder hablar con ella, cierto?- sentía como las lágrimas caían por mi cara.
- Ella te hablará cuando esté más tranquila, tenlo por seguro- dijo Pedro, pero noté que ni él estaba seguro de lo que acababa de decir.
No podía enfadarme con ellos, no tenían culpa de nada.
- ¿Y si no lo hace?- pregunté desolado.
- No te preocupes, cariño. Eli te quiere más que a nadie en el mundo. Simplemente se agobió y no ha podido con la situación. - dijo Caroline.
Se levantó y se sentó en el brazo del sillón donde yo estaba. Pasó su brazo por mis hombros y me estrechó contra su cuerpo. Yo la abracé por la cintura y comencé a llorar. No pude aguantar más. Ella me acariciaba la espalda tratando de calmarme.
- Será difícil para los dos, Tom. Muy difícil.
Esas dos palabras se quedarían cortas para lo mal que lo pasaría.
Vendrían tiempos en los que tendría que sacar a flote mis cualidades de actor para que nadie se diera cuenta de lo mal que lo estaría pasando.
Sentía que me moría por dentro.
Malos tiempos se avecinaban.

Daniel.

-¿Estás segura de lo que has echo, Eli?- le pregunte en aquella videollamada por Skype.
-Si. Y sólo quiero pedirte un favor, Dan.
Se la veía mal, con ojeras. Se notaba que no comía mucho y ya no hablo de dormir. Sabía, sin decirme nada, que le estaba costando mucho el poder dormir bien.
- El que quieras, amiga. Para eso estamos.
-¿Serías tan amable de informarme de cómo lo lleva Tom?- preguntó sorbiendo por la nariz.
- ¡Claro! Pero, Eli... Sólo una cosa.- vi como ella asintió a través de la pantalla - Os queréis como no he visto a nadie quererse, ¿Por qué te haces esto? No he hablado con Tom aún, pero lo conozco y sé que estará muy mal ahora mismo. Lo mismo que sé que te va a buscar por cielos y tierra.
- Lo sé... Pero es lo mejor, Daniel. Ya sabes la historia.
- Pues por eso mismo. Eres fuerte y si una vez saliste de eso, ahora hubieras hecho lo mismo. La sentencia de esa chica saldrá en unos días y sé que va a pasar una buena temporada en la cárcel. Piénsalo, Eli, os vais a destrozar por culpa de una loca.
- Ahora mismo es lo mejor, Daniel. No quiero... No puedo. Estoy bien aquí en España, en casa de mis abuelos. Sevilla es mi refugio y aquí paso por inadvertida. Aún nadie me ha reconocido, puedo salir de casa sin problema. Además, mi primo me ha conseguido trabajo en una cafetería. Tengo experiencia, antes de rodar con vosotros trabajaba con Irma en su propia cafetería, hablo español a la perfección y no se me nota el acento inglés. Nadie va a saber que soy yo.
Me di por vencido. Sabía que no podía insistirle más, pues era cabezota en ese tema.
- Vale, no te preocupes, aquí estaré para lo que te haga falta.
- Gracias, Dan.
- No hay de que, Eli.
Desde luego, sabía que Tom estaba bastante mal. Había hablado con él, pero le tuve que mentir a Eli. Si le decía que me había llamado llorando como jamás lo había hecho, sabía que ella se pondría mal. Peor de lo que estaba pasando.
Ahora, me tocaba lidiar entre los dos. Tenía que hacer entrar a razón a Eleonor para que volviera. Ambos eran mis amigos y tenía que ayudarlos a los dos.
Tendría que contactar con la amiga de Eli. Si, ella podría ayudarme.
Ellos dos no podían terminar mal. De alguna manera, tenía que remediar aquello que le hice a Eleonor.
Y Tom, era como un hermano para mí.
No me quedaba de otra, tenía que hacer hasta lo imposible para que ellos dos volvieran a estar juntos.

Sólo quiero deciros que va a ver un salto de tiempo, pero solo de unos meses. Pero resumiré lo que va pasando en esos meses.
No me maten por hacer llorar a Tom 🥲