Fuego de Luna | Traducción

Captitulo 13: Visitante de Medianoche

Un visitante inesperado llegó la tarde en que Harry aprendió a galopar en Moon Fire. El semental finalmente, después de varios días de práctica, cedió a las súplicas de Harry y accedió a un breve galope por los pastos. Pero el gran caballo le advirtió al ansioso muchacho que no sería responsable si Harry se separaba de la almohadilla durante el viaje acelerado.

~Si te caes, no me culpes ~ advirtió Moon Fire.

— No lo haré— prometió Harry — Recuerdo todo lo que me enseñó sobre un buen asiento y manos firmes

El semental lo miró expectante ~Ya veremos. Asegúrate de que tu sombrero esté bien ajustado

Harry suspiró, porque no le gustaba el casco que Severus insistía en que usara en cada lección, le hacía sudar la cabeza y se le erizaba el pelo como púas de puercoespín una vez que se lo quitaba.

—¿Realmente tengo que usarlo?

Moon Fire enseñó los dientes con irritación ~No puedo creer que me hayas hecho esa pregunta. ¿Por qué no te preguntas si te gustaría terminar parapléjico y beber todas tus comidas con una pajita y vivir el resto de tu vida en la cama?

Harry tragó saliva — No importa. Yo usaré el casco — Se puso el casco y apretó la correa.

~Chico inteligente. Ahora monta

Harry montó, apenas necesitando el bloque de montaje ahora. Una vez que estuvo sentado cómodamente sobre el lomo del semental, Moon Fire comenzó a galopar, lo que le permitió a Harry adaptarse a ese ritmo antes de pasar al galope completo. Su melena negra se echó hacia atrás y golpeó a Harry en la cara, pero apenas sintió el escozor, estaba tan consumido por la euforia de su primer galope real en un caballo que podía rivalizar con un unicornio por pura velocidad.

Moon Fire extendió su zancada, aunque no estaba corriendo del todo como lo había hecho esa noche en el bosque, sin embargo corría bastante rápido. Mantuvo la cabeza erguida y la cola se inclinó detrás de él como una cola negra y gruesa. El chico de la espalda se aferraba como una rebaba, sus muslos apretados alrededor del cañón del semental, las manos ligeras y firmes sobre las riendas, tal como le gustaban a Moon Fire.

Harry bebió el viento, sus ojos brillaban. Los cascos del semental golpearon un tatuaje reglamentado a través del prado, como un trueno, y la gran velocidad del paso de Moon Fire casi le quitó el aliento a su cuerpo. Sabía que había montado en una escoba más rápido que esto, pero de alguna manera ni siquiera la saeta de fuego podía compararse con la sensación de deleite, poder y asombro que evocaba en su interior el montar en Moon Fire.

Debajo de él, podía sentir los músculos del semental ondeando y flexionando como una máquina bien engrasada, enviándolos a toda velocidad por el prado como un cohete. Harry escuchó el silbido del viento en sus oídos y se inclinó cerca del cuello del semental y susurró:

— Así , Moon Fire. ¡Vuela, genial, vuela!

Recordó haber leído un extracto de una revista de carreras de caballos, el autor había escrito que ver correr un caballo de carreras era como ver un incendio forestal en la hierba: imparable e inolvidable. Harry pensó que nunca se había dicho una declaración más verdadera. Montar a Moon Fire al galope era como estar en el corazón de una hoguera, una tormenta de fuego negro que surgió de la nada y atravesó la tierra, devorando todo a su paso.

El gran semental movió una oreja hacia atrás, podía sentir a Harry balanceándose sobre su espalda, moviéndose fácil y rítmicamente, como si hubiera estado montando desde que era un niño pequeño. Era extraño, pero algo había encajado con el chico en los últimos días y había descubierto su centro. Ya no se sentaba como un saco de comida sobre el lomo de Moon Fire, sino que finalmente había descubierto cómo sentarse con la mayor parte de su peso hacia adelante y usar sus muslos y rodillas para agarrar, moviéndose con el semental.