Terry Pratchett.

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1. Las historias de imaginación tienden a molestar a aquellos que no la tienen.

2. Creo en la diosa Narrativa. Generalmente,
no tengo un plan, pero sí que tengo instinto. Si pongo al comandante Vimes en una situación que ha ido muy, muy mal, sé que van a suceder cosas muy interesantes.

3. Siempre puedes reescribir, corregir las cosas, encontrar la forma correcta de decirlas... Si te sientas y planeas (en vez de escribirlas), te quedas atascado en la planificación.

4. Cuando quiero escribir un libro, me doy cuenta de que mis dedos simplemente empiezan a hacerlo. Sin más. Parece magia. A mí me funciona, pero no diré que le funcionaría a nadie más.

5. Si es necesario, escribiré el final al
principio del proceso de escritura. Ahora
bien, ese final puede no ser el verdadero
final para cuando haya terminado. Pero al principio, escribiré la que creo que será la conclusión del libro. Es toda una técnica, no para superar el bloqueo del escritor, sino para obtener 15.000 o 20.000 palabras de texto que tendré conmigo. Cuando tienes ese texto, puedes trabajar en ello, entonces empiezas a darte ideas.

6. Para escribir buena ciencia ficción y fantasía (o cualquier otra cosa), debes haberlas estudiado. No consiste en "oh, creo que esto queda bien", sino que tienes que saber cómo funciona. Tienes que saber lo que se ha hecho antes, lo que escribió Poe, lo que escribieron otros. Tienes que leer a Brian Aldiss. Pero tienes que leer a todos, no solo a los autores de ciencia ficción. Sigue a los maestros. Mira como lo hacen los mejores. Y no intentes copiarme.

7. Cuando alguien está tratando de escribir como yo, lo hace mal. Intenta ser gracioso cuando ser gracioso no funciona. No hay una fórmula para conseguirlo. En realidad, es como jugar al tenis: solo tienes que golpear la pelota en el momento correcto.

8. Uno empieza a leer libros y luego sigue leyendo un poco más. Descubre nuevos títulos y devora con fruición cuanto ejemplar cae en sus manos.

9. Y al final, cuando ha leído los suficientes libros, las palabras que éstos contienen lo desbordan y ya no le queda más remedio que empezar a escribir él también.

10. Puede parecer una tontería, pero os sorprendería saber cuántos escritores aficionados leen menos de lo que deberían.

11. «¡Tengo una idea genial para una novela! Si la escribes, ambos nos haremos ricos. Sólo que, ya sabes, es tan buena que no podré contártela hasta que no hayamos firmado un contrato.» Las propuestas como ésta son una de las partes más divertidas de ser escritor.

12. Y es que aún hay mucha gente que piensa que lo más importante para escribir una novela es haber tenido una buena idea. Es como si esa idea luego se volcara ella sola en un primer manuscrito. Como si ella sola eligiera la forma en la que se va a estructur en una novela y diera con el narrador más adecuado. Y como si luego se corrigiera sola. Y como si se modificara ella sola después de sopesar las impresiones de los lectores beta. Y como si se editara sola. Y como si... Estoy seguro de que habéis cogido el concepto: lo importante de una novela no es tanto su idea central, como la forma en la que el autor haya conseguido desarrollar esa idea. Hay muchas novelas que parten de la misma idea.... con resultados muy diferentes.

13. Es una pregunta que nos hacen a todos los escritores tarde o temprano: ¿de dónde sacas las ideas? Y en el caso de los autores de literatura fantástica, la pregunta tiene una segunda dimensión que la hace aún más interesante: ¿de dónde sacas esas ideas tan fantásticas?

14. Es algo sobre lo que ya os he hablado varias veces. Soy de los que piensan que uno no sabe lo que está escribiendo hasta que no es capaz de resumirlo en unas pocas frases. Idealmente, en una sola.

15. Por eso recomiendo que escribamos la sinopsis promocional de nuestra novela antes de bajar al fango de la escritura del primer manuscrito.

16. Reducir el argumento de la novela a menos de 100 palabras nos ayudará a centrarnos y evitará que nos dispersemos en mil y una direcciones cuando nos sentemos a organizar y escribir ese primer manuscrito.

17. Una de las cosas más difíciles del trabajo de escribir es aprender a sacar de nuestra cabeza el libro que estamos escribiendo.

18. Escribo más o menos todo el tiempo, incluso cuando no estoy delante de la mesa. Con esto quiero decir que siempre hay una parte de mi cerebro que está, bueno, activa en modo escritor.

19. Físicamente, no tengo ningún amuleto ni ningún requerimiento especial... puedo escribir en el tren.

20. Tengo que haber estado golpeándome la cabeza contra la pantalla durante seis meses. Cuando se utiliza un procesador de texto, entonces "estados" y "bocetos" se convierten en términos sin sentido.

21. Siempre estoy reescribiendo partes del principio del manuscrito mientras continúo con la narrativa en el otro lado del documento. Eso sí, siempre hay dos o tres repasos completos durante el último mes de escritura, más o menos.

22. Hay un proceso constante que sigue funcionando. Tomo notas todo el tiempo. Pero es algo imposible de describir, sobre todo porque "escribir una novela en seis meses" es una frase que ignora el hecho de que podría haberla estado pensando durante tres años un autor que ha tenido que estar vivo durante cincuenta años antes de adquirir la capacidad necesaria.

23. Y realmente no puedo contestar a la pregunta de la inspiración; viene de todas partes, en cantidades diminutas, durante un largo periodo de tiempo. Y entonces, en algún lugar de mi mente, se ensambla.

24. Esa pregunta siempre me pone nervioso; juraría que, últimamente, la gente piensa que hay una página web secreta desde la que se puede descargar la inspiración. No puede ser. Es como la suerte, se tiene que trabajar en ella.

25. El primer boceto sirve solo para contarte la historia a ti mismo. Así que date permiso para escribir mal al principio; luego, siempre puedes revisarlo.



Terry Pratchett

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Terry Pratchett.

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