126. Tengo la suerte de tener un público que me sigue y me lee y estoy agradecido, pero todavía tengo mucho trabajo que hacer y eso me ilusiona y me emociona.127. Superarlo o ir más allá... no necesariamente. El éxito de Harry Quebert fue muy particular, fue el encuentro con el público. Ese encuentro con los lectores ocurrió de repente. El libro salió y tuvo un éxito brutal, en España y en todas partes. Es como un flechazo, que te quedas maravillado con ese encuentro con alguien que no conocías. Ocurre lo mismo con un libro, te maravilla, y de repente aprendes a descubrir al autor. Sé que los lectores a los que les gustó Harry Quebert y que preferían leer a ver la televisión, que se leyeron 600 páginas en dos o tres días, cuando llega algo nuevo, se preparan para tener ese mismo sentimiento, tienen esa expectativa y no existe ese enamoramiento de la primera vez, pero hay otro tipo de relación más sólida que va evolucionando y se va consolidando.
128. Sí es cierto, escribo con música y no sé si es música que me inspira, pero que utilizo para crear esa burbuja y encerrarme en mi mundo, en el mundo de la literatura y de la creación, es el jazz. Escucho mucho jazz porque no hay palabras en general y es muy eficaz para encerrarse en uno mismo.
129. ¿Y también es cierto que te levantas a las 4 de la mañana para escribir? Cuando escribo, sí. Cuando estoy en la fase de escritura de un libro me levanto muy pronto. Me gusta meterme en el libro tan pronto. Ahora que estoy de promoción y no estoy en ese estado mental creativo me levanto a la misma hora que cualquier otra persona.
130. En la novela hay un escritor que se llama Jöel, que escribe en Ginebra y que lleva a cabo la investigación, pero no soy yo necesariamente. Hay una parte de mí, supongo, pero no más en este Jöel que en otros. El lector es el que decide quién es quién.
131. Es complicado cuál es el mecanismo de la imaginación, lo que estimula la creatividad, la inspiración.
132. Obsesivo, sí, soy muy obsesivo. ¿Solitario? No me queda más remedio porque cuando uno escribe lo hace solo. Se trata de estar en un mundo que solamente nosotros podamos visitar, comprender, conocer y vivir.
133. No lo comparto porque me parece muy difícil explicar lo que estoy haciendo, porque no sé muy bien hacia dónde voy y cuando hablo de ello, lo explico mal y la persona a la que se lo cuento me dice que no me entiende. Entonces, es difícil, tengo que tener el libro terminado para comprender qué es lo que he hecho.
134. El amor, evidentemente. Es el amor lo que nos da la inspiración, el que nos da la fuerza para escribir el libro más vendido de la década.
135. Hay una historia más misteriosa de lo que se corresponde con la realidad. No creo que sea tan interesante. En la novela es el decorado de la intriga.
136. Un chiste en la literatura es complicado porque cuando uno lo cuenta inmediatamente sabe si ha funcionado o no por la reacción de la gente, sonríe o pone cara de póker. Pero en una novela es muy diferente, uno lo escribe, te ríes tú solito, y al día siguiente, cuando lo relees, ya conoces el chiste y entonces, pierde la gracia. Cuando más lo lees, menos gracia porque ya lo conoces. Es difícil saber si tiene gracia o no.
137. A veces me pregunto si la gente me saluda a mí o al escritor, que siguen siendo dos figuras distintas. Cuando lees una novela y te gusta, tienes la sensación de que conoces al autor, de que puedes meterte en su cabeza.
138. Creo que sí, porque el lector tiene una imagen completamente construida del escritor, basada en sus novelas, en la ficción. La realidad es otra cosa.
139. Pero dicho esto, vivo el éxito con mucha serenidad y placer, es una experiencia llena de buena voluntad, la gente que me para por la calle me dice cosas como "me ha encantado tu libro", los lectores son muy cariñosos, cada vez que sucede es algo que me emociona mucho y me da fuerzas para seguir.
140. Pero el éxito no es mío, sino de mis libros, no es lo mismo. De todos modos, hace diez años casi sentía que tenía que disculparme, ahora todavía no estoy acostumbrado pero lo acepto. Además, sé que puede que no dure para siempre, así que mejor disfrutarlo mientras esté ahí.
141. No, en absoluto, nunca lo he hecho. Escribo sin seguir una línea fija, la historia va un poco por libre.
142. No sé, creo más en el hecho de que en ciertos casos un personaje vuelve a la acción porque el autor y el lector se han encariñado tanto con él que quieren que vuelva. El momento más importante es cuando un personaje ya no está, porque quizás la escena ha cambiado, pero la ausencia es tan grande que hay que volver a meterlo en la historia.
143. Al final hay dos categorías de personajes: los imprescindibles, los que tienen un carácter y un significado profundo en la historia, y los que existen sólo para decir o hacer algo funcional, como extras. Recuerda un poco al mundo del cine: está el elenco de personajes, con una identidad bien definida, y luego los extras, que son útiles pero nada más. Es una distinción que se crea mientras escribo.
144. Una de las consecuencias de escribir sin un esquema, sin una trama predeterminada, es que me doy cuenta de ciertos aspectos cuando están hechos, al final. La fase de reflexión, de observar con cierto desapego, llega cuando la novela está terminada.
145. No sé si esto es una respuesta o si representa mi creencia de que a todo el mundo le gusta una buena historia, ser transportado por un rato, a una aventura. Esa ha sido la historia de la literatura durante siglos.
146. Creo que si la novela terminara antes de tiempo, los lectores no estarían contentos, tendrían una sensación de frustración, me imagino.
147. No lo sé, por ahora no me he hecho esa pregunta. No pienso mucho en lo que los lectores esperan de mí, no escribo para cumplir una expectativa.
148. Hasta ahora he conseguido poner una distancia real, separar claramente las dos figuras del escritor que es una figura pública, que asegura la promoción del libro, y el escritor que escribe su novela.
149. Acabo de cumplir 37 años, escribo desde 2012, esta es mi sexta novela en diez años. Supongo que a medida que vaya avanzando en la vida tendré una visión diferente de las cosas.
150. En estos diez años, en esta primera etapa, me busqué a mí mismo como escritor y me di cuenta de que quería escribir lo que me gustaba leer, que eran las aventuras. Pero todavía siento que estoy al principio de mi carrera. Ya lo veremos.
Joël Dicker.
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BIBLIA DEL ESCRITOR.
Conto¿Quieres escribir? Entonces lee la Biblia del Escritor donde encontrarás todos los consejos de escritura dictados por las grandes maestras y maestros de la literatura. Después de haber leído estos aforismos que se convertirán en tus versículos, p...