Aquí Empieza El Juego

Capítulo 2

Llevo más de 15 minutos en el baño limpiando mi boca, unas ganas inmensas de tomar cloro me invaden.

Salgo de el baño y me dirijo a la cafetería me siento en una mesa apartada de los demás.

Por que soy tan estúpida,  debo de dejar de meterme en problemas- me reclamo mentalmente.

Veo a Fred entrar en la cafetería  sus ojos mieles claros  se mueven por toda la cafetería buscando a alguien hasta que se detienen donde yo estoy y sonríe caminando hacia mi con una bandeja en sus manos.

-Pensé que estarías con el director todavía- es lo primero que dice cuando se sienta enfrente de mi, me tenso al escucharlo mencionar al director pero trato de disimularlo lo mejor que puedo.

-Hace rato que salí-le respondo mientras tomo una manzana de su bandeja.

-¿Y?- pregunta y yo frunzo  el ceño-¿Qué te dijo?.

-Pues lo de siempre, el mismo discurso de:  "hay que respetar a los maestros"- digo lo último imitando la voz ronca de el director.

-Pero es obvio que no lo escuchaste y vas a seguir haciéndolo ¿verdad?-dice este mientras come lo que sea que contenga su plato de dudosa procedencia.

-Esta ves si lo voy a escuchar-el me mira alzando una ceja- Bueno lo voy a intentar -me encojo de hombros y le doy una mordida a la manzana.

-¡Que asco!-exclama Fred escupiendo lo que tenia en la boca, yo como buena amiga que soy empiezo a reír como si no  hubiera un mañana y el me fulmina con la mirada.

-Sabe a perro muerto- dice asqueado y yo río más fuerte.

-¿Has probado alguna vez perro muerto?- pregunto con burla.

-Es una forma de decir tonta-dice con una mueca de fastidio.

-is ini firmi di dicir tinti-me mofo de el y el me ignora y empieza a comerse un yogurt que  saco de su mochila.

-Los policías consiguieron una orden para poder sacar el cuerpo de Morticia Adams-menciona llamando mi atención.

-¿Para que?-cuestiono curiosa.

-Para que el forense le haga un autopsia para saber de que murió y que el pueblo deje de inventar cuanta estupidez se les cruce en la cabeza- dice después de un rato callado.

Hasta yo quiero saber de que murió aquella mujer.

-¿Y de que murió?- pregunto por que se que el tiene esa y mucha más información pues su padre  es el sheriff del pueblo.

-Aun nadie lo sabe- el sigue comiendo su yogurt de lo más normal y yo estoy muy confundida.

-¿Tan mal estaba?-pregunto por qué ella murió hace 3 días, su cuerpo aun no debería estar deforme y tan podrido.

-La tumba estaba vacía- el sonríe y niega con la cabeza-Jesucristo le dicen- el se ríe de su propio chiste y yo solo lo miro tratando de entender como es que ella no está en su tumba.

-¿Su familia lo sabe?- pregunto y el se encoje de hombros.

-Mi padre dijo que  hoy iba a  informarle a la familia-me informa.

-Esto es increíble ¿Cómo es posible que alguien haga eso?- menciono dejando  la manzana aún lado.

-La gente está loca-dice levantándose de la silla  tomando su bandeja.

-Si esa mujer daba miedo viva no me quiero imaginar el terror que causa estando muerta- hago una mueca de horror de solo imaginarlo y el ríe  mientras caminamos a la salida de la cafetería, el bota la basura y deja la bandeja junto con las demás que están sucias y salimos de la cafetería.

- Dejando de lado ese tema ¿Qué vas a hacer hoy?- pregunta pasando uno de sus brazos por mi hombro.

-no lo sé, probablemente me tire de mi balcón para ver que se siente- el suelta una carcajada.

-invita-comenta mientras caminamos por el pasillo.

-¡Oye!-le doy con mi codo por el estómago y el ríe.

- ¿Y ahora que hice?-cuestiona con una sonrisa.

-Tu trabajo es decir: "no lo hagas por que no puedo vivir sin ti"- trato de imitar su voz y el suelta una carcajada.

-Seria divertido tirarnos de tu balcón- yo lo miro con una ceja enarcada- Seríamos la versión fea de Romeo y Julieta- lo miro ofendida.

-Lo dirás por ti, por que yo-me señalo a mi misma-soy la cosa mas hermosa que has visto en tu vida.

-Amo tu humildad-me dice y yo sonrió-Entra a tu clase y no le hables mal a los maestros-Me dice en forma de regaño una vez que estamos frente a mi salón.

-Si papá-le respondo y el me mira con reproche.

-No estoy bromeando-me mira serio.

-Tranquilo no me meteré en mas problemas- el asiente no muy satisfecho por mi respuesta y se va.

No me meteré en problemas pero si el viene a mi no me quedare de brazos cruzados.