P.O.V: KAMIL TANSLEY
Observo como Karima trata de disimular lo mucho que la intimido, trato de ocultar la sonrisa que ansia por salir de mis labios.
Juego con la pequeña navaja que me obsequio mi abuelo cuando cumplí los 10 años.
-¿No piensas responderme?-ella rueda los ojos, su gran parecido con mi madre hace que quiera abrazarla pero su personalidad hace que desee cortar su lengua por responderme como su igual.
-¿Por que no se lo preguntas tu mismo?-demanda mientras me reta con la mirada o al menos lo intenta, tiene suerte de ser mi hermana por que lo contrario su sangre estaría esparcida por todo el salón.
Obviamente se que mi padre esta enfermo pero es divertido ver como ella esta muerta de miedo y finge que no.
-Eres una pequeña insolente- menciono sonriendo de lado gesto que aumenta su nerviosismos.
-Bueno yo me largo- dice levantándose del sillón yo la tomo del brazo y evito que se vaya.
-¿A donde vas?- cuestiono ella intenta zafarse de mi agarre pero yo lo impido ejerciendo mas fuerza.
-Lejos de ti- habla volviendo a intentar zafarse.
-Hablemos tranquilamente- ella niega con la cabeza- Prometo que esta vez si responderé tus preguntas- ella lo piensa y al darse cuenta que no tiene opción asiente suelto su brazo y ella vuelve a sentarse.
-¿Que es lo que quieres?- es lo que pregunta, yo guardo la pequeña navaja para que ella este mas tranquila.
-Yo quiero convivir con mi pequeña hermana- ella rueda los ojos.
-Voy a fingir que te creo- aclara sacándome una sonrisa- ¿Dónde esta sepultada "nuestra madre"?- cuestiona asiendo comillas con los dedos.
-Al parecer Braydem te puso al día con todo- es bueno de que sepa todo eso me ahorra el trabajo.
-Esta en Arabia- ella abre los ojos sorprendida.
-¿Arabia?- yo asiento.
-El abuelo quiso que ella descansara en su país natal- ella se queda pensando al parecer a Braydem se le olvido mencionar ese pequeño detalle.
-No se si quiero seguir preguntando- dice luego de un rato de estar pensando.
-¿Por que?-cuestiono.
-Cada vez que pregunto descubro algo nuevo de mi que me hace plantearme todo- ella se pasa la mano por el pelo.
-Eres tonta- ella me mira con el ceño fruncido- No importa de lo que te enteres, eres lo que eres y ya eso no debe cambiar por unos simples secretos-la furia crece en su interior lo puedo ver en sus ojos.
-Tu no tienes idea de lo que estas hablando- expresa- No sabes absolutamente nada.
-No tengo que saber nada para darme cuenta de que te falta carácter y mucha personalidad- mi comentario hiso que se enojara aun mas.
-Como pretendes que la tenga si cuando no estaba drogada por la estúpida mujer que creía mi madre estaba encerrada en un puto sótano en el cual me encerraba tu querido padre- ella esta muy enojada y eso es una buena señal.
-¿Que?- cuestiono actuando como sino pudiera creerlo.
-Si hermanito tu querido padre es un estúpido abusador que me encerraba en un sótano por días sin poder salir ni para ir al baño.
-Has que se enoje aun mas- dice gruesa voz de mi abuelo por el auricular que tengo en el oído.
El plan es sencillo hacer que descargue toda la ira y la impotencia que ha estado reteniendo por años antes de llevarla con el resto de la familia, por que al tener tantos sentimientos de ira no va a ver mas allá de que Braydem la retuvo a la fuerza y nunca va a poder sentirse cómoda con nosotros.
-Esto tiene que ser mentira- finjo estar dolido por el hecho de que mi padre sea un lunático.
-No te atrevas a justificarlo- me amenaza con los ojos aguados.
-Mi niña- escucho el sollozo de la abuela- Te juro que cuando encuentre a esa perra me va a pagar cada cosa que le hiso a mi niña- amenaza la abuela a Paula y comparto el mismo sentimiento que ella.
-Lo harás me encargare personalmente de que lo hagas-trata de calmarla el abuelo.
-No lo justifico simplemente no puedo creerlo- menciono en un tono suave cosa que hace que su furia crezca aun mas.
-Cierra la boca- me amenaza.
-Karima cálmate- digo en el mismo tono que había utilizado antes, ella se levanta del sillón, sus manos se vuelven puños y un pequeño tic nervioso se posa en sus ojos.
Si ella tuviera un arma en la manos estoy seguro que a mas de uno le da un ataque al corazón de lo tenebrosa que luce así, nada que ver con la chica nerviosa de hace unos minutos.
-No, no soy así- susurra para ella misma.
-¿Estas bien?- ella se me queda mirando por unos segundos al decir ese comentario y luego ella empezó a romper todo lo que se encuentra en el salón.
-Detenla- manda mi abuela apunto de soltar el llanto por el auricular.
-No, hay que dejar que sea libre por una vez en su vida que haga lo que ella quiera- le digo.
La observo destruir todo a su paso sentado en el sofá. Ella se sienta entre los restos de vidrios, lamparas, cortinas y todo lo otro que rompió y suelta a llorar.
Me dirijo hacia donde ella esta y me paro a su lado ella levanta la cabeza y me observa ella abre la boca para hablar pero yo me adelanto.
-¿Terminaste de hacer tu drama o te doy unos 5 minutos mas?- pregunto alzando una ceja, ella toma un pedazo de una taza que esta rota a su lado y me la lanza yo la esquivo con facilidad.
-Debiste quedarte quieto- dice enojada entre sollozo.
-Debiste tener mejor puntería- me burlo de ella.
-No sabes lo mucho que odio- dice limpiándose las lagrimas.
-El sentimiento es mutuo- menciono extendiéndole la mano para ayudarla a levantarse ella mira con asco mi mano antes de tomarla la llevo hasta el sofá ella se sienta y yo saco de detrás de este un pequeño botiquín de primeros auxilios para limpiarle las pequeñas heridas que se hiso con los vidrios.
-¿Como sabias que eso estaba ahí?- cuestiona.
- Braydem me obligo a ponerlo- ella frunce el ceño- Sabia que tu ibas a terminar lastimada, aunque el pensaba que yo lo haría y que irónico te lastimaste sola- ella sonríe, es la primera vez que la veo sonreír.
Sin duda alguna esta chica es mas que rara no puedo creer que sonriera por eso.
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Aquí Empieza El Juego
Short StoryLos locos Adams, al escuchar ese nombre lo primero que te viene a la mente es la película ¿cierto?, pues a mi no, lo primero que me viene a la cabeza es la imagen de mis raros vecinos, llevan mas de veinte años viviendo en el pueblo y nadie sabe s...