El me toma del brazo y me guía por unas escaleras a la segunda planta donde todo es exactamente igual que la planta anterior, el abre una puerta y nos quedamos en el lumbral de esta.
-Que te he dicho de entrar sin... -las palabras de Calix quedan a mitad cuando ella se fija en mi-Tocar- lo ultimo esta lo susurra, ella esta sentada frente a una maquina de cocer y de pronto se se levanta rápidamente sale y cierra la puerta sin dejarme ver lo que hacia,.
-Sorpresa-dice su hermano aun con mi mano agarrada y ella lo fulmina con la mirada.
-Pensé que estabas bromeando-le dice ella a su hermano, deje de prestarle atención a la conversación y observe a la Lunática con buen estilo, traía el cabello amarrado y uno short con una blusa de tirantes de cuero, pero eso no fue lo que me sorprendió ya estaba aceptando el fanatismo que tienen estas personas por el cuero, mis ojos no encontraban una respuesta lógica a lo que estaba viendo.
¿Cómo fue que paso?
Sus brazos, muslos y piernas están llenos de cicatrices, no son grandes como para matarla mas bien son pequeñas como si el propósito fuera hacerle daño solamente.
¿Sus padres saben que ella esta así?
¿Su mamá esta muerta por defenderla de lo que sea que le haya pasado?
Muchas preguntas rondan por mi mente y no quiero hacerlas para no incomodarla.
-¡Cariño!-salgo de mis ensoñación y miro a Calix que es la que me habló.
-¿Si?-digo pestañando repetidas veces.
-Hoy estas mas rara que nunca-dijo el chico Adams-Me gusta-dice burlón.
-Y a mi me gustabas cuando no hablabas-Calix se carcajea y el chico Adams me sonríe pícaro.
-Te gusto entonces-el se acerca a mi.
-Tengo que terminar lo que estaba haciendo así que adiós-dice abriendo la puerta detrás de ella y entra.
-No dije eso-menciono alejándome de el.
-Eso fue lo que yo escuche-el me toma de la mano y me arrastra hacia la parte de abajo y el me dirige al salón nuevamente observo cada rincón con curiosidad, hasta que veo un hermoso vestido color beige en un pequeño perchero cerca de una ventada, me acerco y me doy cuenta que esta hecho de... ¿látex? no estoy segura de que lo sea pero se asemeja bastante.
-Es el lugar favorito de mamá-dice el parando a mi lado-Por eso decidimos poner el vestido ahí-me quedo en silencio, dándome cuenta de que debe ser duro perder a su madre.
¿Ellos saben que el cuerpo de su madre no esta en su tumba?
-Ella nunca aprendió a como ser madre-lo miro con pesar-Su forma de educar era la mas extraña del mundo-el miro el vestido y le dedica una sonrisa nostálgica.
¿Acaso las marcas de Calix fueron producto de su mamá?
-No tengas pena por mi-susurra-probablemente me lo merecía he hecho cosas malas, muy malas-con mi otra mano toque su cara, de manera inconsciente.
-Todos hemos hecho cosas malas pero eso no significa que merecemos ser castigados de forma violenta- le digo con dulzura justo como mi madre habla conmigo cuando papá se enoja.
-Nada se compara con lo que he hecho-lo brazo, lo abrazo fuerte.
¿Qué fue lo que le paso a esta familia?
Nos separamos lentamente y nos quedamos mirando a los ojos, su cara se acerca a la mía y de un momento a otro siento sus labios sobre los míos.
¡Joder lo estoy besando!
Sus manos se dirigen a mi cintura y siento como en ese mismo instante mi cuerpo se derrite, subo mis manos a su nuca, separamos nuestros labios y juntamos nuestras frentes, abro los ojos y lo observo el aun tiene los ojos cerrados.
-¿Donde estuviste todo este tiempo?-susurra con la voz mas ronca de lo normal aun con los ojos cerrados.
-Justo al lado de tu casa-el sonríe de lado mientras abre los ojos.
-Soy un vecino con suerte entonces-yo sonrió como boba, nos quedamos en silencio por unos minutos hasta que yo miro a la ventana y me percato de que ya esta super oscuro.
-Me tengo que ir-menciono alejándome de el, me apresuro a la puerta y rápidamente salgo de esa casa, al estar en el patio miro hacia todos lados como si de un ladrón se tratara, al llegar a el portal de mi patio verifico por vigésima vez, abro el portón con mucho cuidado pero el mendigo hace ruido por lo oxidado que está, me detengo y miro hacia todos los lados verificando que nadie halla escuchado.
- Pasar desapercibida no es lo tuyo-me espanto con el estúpido de mi vecino.
-No todos tenemos complejos de fantasma como tu-el sonríe, entro rápido y cierro el portón justo cuando el iba a entrar provocando que su sonrisa creciera mas, entro a la casa y veo a mi madre sentada en el sillón mientras ve un documental en la televisión.
-¿Donde estabas?-cuestionó aun con la mirada puesta en el documental.
-Salí a tomar aire-ella me mira por un segundo y vuelve a lo que estaba.
-Voy a fingir que te creo-me acerco a ella y le doy un beso en el cachete.
-No es nada malo, lo juro-ella sonríe de manera tierna.
-Eso espero-me dirijo a la cocina y tomo agua para después dirigirme a mi cuarto me acuesto en mi cama.
Este es el día mas largo de toda mi existencia.
Estuve en la casa de mis vecinos-me paro rápidamente de mi cama y analizo lo que acaba de pasar.
¡Estuve en la casa de mis vecinos!
-No olvides el beso-me recuerda una vocecita detrás de mi.
-¡Joder! -exclamo del susto-Un día de estos me van a provocar un puto infarto por estar apareciendo de la nada-le digo a la Lunática con buen estilo que esta recostada en mi escritorio trae puesto uno de sus distintivos vestidos super pegados con una pequeña chaqueta y las botas super altas, que le dan un aspecto sexy sin mostrar nada.
¿por eso se viste así? ¿para tapar todas sus cicatrice?
¿Su hermano también tendrá?
-¿Que haces aquí?-susurro desesperada.
-Te fuiste sin despedirte de mi-esto tiene que ser una broma.
-¿Como entraste?-ella se encoje de hombros.
-¿Por que debería decírtelo?-cuestiona.
-No se, quizás porque estas en mi casa y todo esta cerrado-respondo con ironía.
-No todo-dice mirando hacia la ventana de mi cuarto.
-¿Como diablos has subido con esos zapatos?-cuestiona confundida.
Esas botas tiene como 10 centímetros de altura.
-Deja de preguntar tanto-ella se acerca a mi y me de un pico dejándome sorprendida, ella se acerca a la ventana-Zaid esta sosteniendo una esclera para que yo pueda bajar-es lo ultimo que dice antes de salir por la ventana.
Zaid.... ¿acaso así se llama el chico Adams?
Me acerco a la ventana y veo al chico Adams y a la Lunática con buen estilo caminando hacia su casa.
-Zaid-saboreo su nombre en mi boca.
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Aquí Empieza El Juego
Short StoryLos locos Adams, al escuchar ese nombre lo primero que te viene a la mente es la película ¿cierto?, pues a mi no, lo primero que me viene a la cabeza es la imagen de mis raros vecinos, llevan mas de veinte años viviendo en el pueblo y nadie sabe s...