Capitulo 15

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-No es lo que crees-me apresuro a decir.

-Vi lo suficiente para saber lo que paso-yo abro los ojos como platos y los nervios se hacen presente en mi.

Esto no me puede estar pasando a mi.

-Te lo puedo explicar-en realidad no se como explicarlo o mas bien no se que explicarle.

-Adelante-el se adentra en la cocina-Quiero escuchar la explicación, aunque creo que lo del baso se explica solo, sabiendo lo torpe que eres pero eso-señala mi cuerpo- No le encuentro una explicación-miro mi cuerpo y me doy cuenta que lo único que tengo puesto era mi ropa interior.

-¿Que?-el se quita la playera que trae puesta y me la tira dejando ver su torso desnudo.

¿Por que el están perfecto?-pienso jamás lo diría en voz alta para no subirle el ego.

Tiro  los vidrios del baso y después me coloco la playera-Cada día estas mas despistada ¿Cómo no te diste cuenta que saliste desnuda de tu cuarto? y peor aun ¿en que momento te la quitaste?-el se ríe.

-No lo se- lo bueno es que el no vio a los chicos Adams.

-Espero que hallas preparado el desayuno-el frota su abdomen y yo niego-Me voy de esta casa por el mal servicio que brindas-el se da la vuelta con la intención de irse dramáticamente  y yo lo tomo del brazo. 

-Vamos a hacer un rico desayuno los dos juntos-el intenta soltarse y yo le hago un puchero que hace que el ponga una mueca de asco.

-Te voy ayudar si quitas esa cara y no la vuelvas hacer nunca-dice y yo ruedo los ojos y entre los dos nos ponemos a preparar el desayuno.

                                                (...)

-No te vallas-le suplico a Fred, el esta apunto de irse.

-Estuve todo el día contigo, no seas egoísta y deja que el mundo también disfrute de mi-yo finjo llorar y el me da un zape.

-Para que llores con mas animo-yo lo miro mal-Adiós-dice para después salir sin dejarme contestarle.

-¡QUE AMIGOS ME GASTO!-grito para que el me escuche.

-¡APRENDE A BUSCAR AMIGOS!-el grita en respuesta  y yo abro la puerta y lo veo alejarse cierro nuevamente la puerta cuando el esta lo suficientemente lejos.

-Wow que momento mas emotivo- me sobresalto al escuchar la voz de la persona que no para de atormentarme.

-¡Deja de hacer eso!-lo regaño y el solo sonríe.

-¿Que quieres ahora?-cuestiono el solo me mira con una sonrisa de lado niego con la cabeza y me dirijo a  las escaleras-Si no tienes nada  decir te puedes ir-llego a mi cuarto agradeciendo internamente que el chico Adams no me halla seguido pues no escucho sus pasos, entro en al cuarto y me dirijo a la cama y cuando estoy apunto de acostarme en esta escucho como la puerta de mi cuarto es cerrada con seguro.

-¿Pero que...?-el esta con una sonrisa triunfante y yo solo estoy confundida.

¿Acaso es un ninja o algo así?

Ni siquiera escuche sus paso.

-Si querías que viniera a tu cuarto lo hubieras dicho-dice de forma coqueta recostado en el marco de la puerta.

-eres...., eres..., eres...-gruño al no saber que decir y el se carcajea, su risa es ronca y profunda.

Este chico va a hacer que me  dé algo. 

-No te preocupes  suelo dejar sin habla a muchos-la malicia es muy palpable en su voz.

-¿Que es lo que quieres?-cuestiono cansada, el no me responde así que lo miro mal pero eso parece no importarle, me siento en la orilla de la  cama bajo la cabeza y me paso las manos por el cabello.

-Muchas cosas-responde sin dejar atrás el tono perverso.

-Aun no me has dicho como sabes mi nombre-le digo aun con al cabeza abajada, con la esperanza que al menos me diga algo útil, el se acerca y se sienta  a mi lado en la cama.

-Simplemente lo se-levanto la cabeza y lo miro a los ojos.

-Esa no es una respuesta-su mirada se vuelve mas intensa y el impulso de bajar la mirada de apodera de mi pero aun así no la bajo.

-Es la única que te voy a dar-el acerca su cara lentamente.

-No me parece justo-el sonríe de lado como si esta conversación le causara algún tipo de  satisfacción.

-Ven, quiero mostrarte algo-el se levanta y me extiende su mano.

-No-me niego, y el en un movimiento rápido me sube a su hombro.

¿Cómo lo hizo? ni puta idea.

-Te dije que no-le reclamo, el baja las escaleras normal como si no tuviera un cuerpo el cual esta peleando por ser bajado de su hombro, yo sigo moviéndome como un gusano y el sale de mi casa por la puerta de atrás al salir veo a la Señora Harrison y automáticamente me callo y bajo la cabeza y miro su trasero.

¡Joder tiene mas que yo!

-¿Adonde vamos?-cuestiono al ver que nos dirigimos a su casa.

-Siempre te quejas de que no nos conoces y me pareció un momento para que lo hagas-abro los ojos como platos al escucharlo decir eso.

-Sabes pensándolo bien no me interesa-menciono un tanto asustada.

-Quiero hacer las cosa bien contigo y leí por ahí que lo primero es conocerse-mecniona.

-Lo estas asiendo todo mal-el se detiene en medio de su patio y me baja se su hombro me para enfrente de el y me mira alarmado. 

-¿Enserio?-cuestiona el y yo asiento-¿Que estoy haciendo mal?-yo lo miro confundida.

-Estas consiente de que literalmente me secuestraste-el suspira.

-Pensé que era otra cosa-dice para después volver a ponerme en su hombro.

-¡Bájame!-exclamo-No quiero ir a tu casa.

-Ya llegamos- dice y abre la puerta y entra.

-Ya estoy en tu casa ahora llévame a la mía-el me baja de su hombro y yo me cruzo de hombros y lo miro mal el sonríe y me toma de los hombros y me voltea para que vea el interior de su casa pues lo único que estaba viendo era la puerta de la entrada que esta detrás de el.

-Eres un....-mis palabra quedan a mitad al ver su casa, todo literalmente todo esta hecho de cuero desde el mueble hasta las lamparas de piso que están ubicadas en las esquinas del salón, los únicos colores que prevalecen aquí son el marrón y negro.

Esta familia tiene un problema serio con el cuero.

Ahora entiendo por que mi casa le pareció rara pues comparada con esta mi casa es un carnaval por todos los colores que hay dentro de esta.


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