-¿De que hablas?-cuestiona Calix.
-Son tan ingenuos los tres- dice con burla- Todo lo que hacen, todo lo que dicen y todo lo que piensan ellos lo saben.
-¿Y tu que ganas secuestrándome?-interrogo con la voz entrecortada y el se carcajea.
-Créeme que gano mucho mas de lo que te imaginas-el hace una pausa-Y el rey esta tan desesperado por que una de sus torres están incontrolables y la otra esta desaparecida y ni hablemos de sus alfiles.
-¿Que tiene que ver un estúpido juego de mesa en esto?-pregunta Calix.
-La vida es un juego hija mía-le dice su padre- Cuiden de ella-le ordena a sus hijos señalándome-y no salgan de la casa ninguno a menos que quieran una estadía permanente en el cementerio-amenaza yéndose.
-¿Que mierda quieres decir?-cuestiona Calix al borde de la histeria.
-Quiero decir si no salen de este cuarto en cinco minutos hay una alta posibilidad de que la pobre Karima va a terminar mas traumada de lo que ya esta-menciona, mi cabeza la vueltas al igual que mi estomago.
Zaid me desata de la silla e intenta tomar mi mano a para sacarme pero yo me aparto bruscamente con algo de miedo, el avanza a lo que creo que es la salida y yo lo sigo en silencio al igual que Calix que va a mi lado con la vista fija en el piso.
Llegamos a un cuarto que solo esta iluminado por una luz tenue, me siento en el piso en la esquina mas apartada para poder procesar todo lo que acaba de pasar en la ultimas horas de mi existencia.
-Karima yo....-detengo a Calix antes de que diga algo mas.
-No quiero escucharlos, en este momento quiero estar sola-expreso con la voz ronca de tanto llorar.
Joder ni la llorona en sus tiempos-se burla la irritante voz pero esta vez simplemente la ignoro el dolor emocional que tengo están grande que me impide hasta respirar con normalidad.
-No me mires así por favor-susurra Zaid con cierto dije de angustia en su voz el intenta tocarme y lo me muevo hacia un lado-No me tengas miedo te lo pido, Karima-su voz suena aun mas angustiada ahora.
Mira el lado bueno ya sabes como ellos tienen tantas cicatrices, ya sabes por que tu padre no te hablo nunca de su familia, ellos no son hijos biológicos de tu tío a si que no te follaste a tus primos-dice la voz de Daniela a mi lado.
-Que gran consuelo amiga mía-susurro con ironía.
Una cosa es segura ellos no mataron a su madre a si que técnicamente ayudaste a Fred solo te faltan las pruebas y llevarlas-pongo mi cabeza en mi rodilla, es increíble como aun sigo escuchando y hablando con la que fue mi amiga imaginaria durante toda mi vida.
Como si Fred quisiera saber esto en este momento, el debe aun estar mal por lo de Mandí.
Mandí.
Ellos fueron los últimos que estuvieron con ella y después de lo que vi ya no me parece tan descabellada la idea de que ellos tuvieran algo que ver con eso.
-¿Que le hicieron?-susurro, levanto la mirada y me encuentro con la mirada confundida de Calix, la cual esta sentada en un mueble que hay aun lado del cuarto-¿Que le hicieron a Mandí?-ella mira hacia el otro extremo donde esta Zaid sentado tallando una pequeña rueda.
-Las cosas no son como tu crees-ella se pone a la defensiva.
-Créeme ya lo noté-respondo con cierta ironía-Son unos monstruos, maldito sea el día en el que nos conocimos me arrepiento de haberlos conocido-ella se levanta y se acerca a mi.
-Déjame explicarte como son las cosas-me levanto quedando frente a ella.
-¿Que me vas a explicar? como se aprovecharon de ella-mi vista se vuelve borrosa, cada segundo que pasa solo puedo pesar en Fred y lamentarme no poder estar con el.
-Así no fueron las cosas-intenta defenderse.
-¿Y como fueron entonces?-la animo hablar, estoy con un sinfín de emociones y no se como procesarla.
-Simplemente sigo las ordenes-explica tranquila.
-¡Estas enferma! ¡ambos lo están!-grito- ¿Acaso pensabas hacer lo mismo conmigo?-cuestione esta vez casi en un susurro.
-Si, pero Zaid evito que eso pasara-confeso -Pensé que solo quería hacer enojar a nuestro padre, el hablo contigo y estaba segura cual seria tu destino pero luego pasaron los días y tu seguías respirando y sin ningún rasguño me di cuenta de que había algo mas, que eras especial y no me equivoque-finaliza.
-wow te juro que me conmovió tu discurso-menciono sarcástica.
-No me interesa que te conmueva y mucho menos que me creas-ruedo los ojos y ella me toma de la barbilla y fija sus ojos ámbar en los míos-Esto es lo que somos unos malditos monstruos o como quieras llamarnos-suelta con rabia.
-¿Quieres que te abrace y te diga que no lo eres?-la ironía no abandona mi voz.
-¡Deja de hacer eso!-me reclama apretando los dientes.
-Yo hago lo que quiera-digo alejándome de ella.
-¿Podrían de dejar de pelear?-exclama Zaid desde el otro lado del cuarto-A tu amiga nosotros no le hicimos nada, fue nuestro padre-me aclara Zaid sin siquiera mirarme.
-Los vi en el lago con ella-confieso.
-¿Que hacías allí?-cuestiona el levantándose del piso.
-No es de tu incumbencia-respondo irritada son mirarlo a los ojos, honestamente no puedo ni verlo a la cara.
-Aunque no lo creas ella esta aquí con nosotros-menciona Calix.
-¿Ahora crees en los espíritus? y el de ella vino a visitar a sus asesinos- menciono llena de cólera ella niega con la cabeza.
-El vestido que tienes puesto esta hecho con su piel, la sangre que mi padre te arrojo era de ella, su hermoso cabello rojo esta en el deposito de papá y Zaid esta tallando una de sus fantásticas bicicletas con sus hueso, así que literalmente esta aquí.
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Aquí Empieza El Juego
Short StoryLos locos Adams, al escuchar ese nombre lo primero que te viene a la mente es la película ¿cierto?, pues a mi no, lo primero que me viene a la cabeza es la imagen de mis raros vecinos, llevan mas de veinte años viviendo en el pueblo y nadie sabe s...