«D I E Z» /Niccolò

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Mil Universos

...

Bene.

—Sí, solo es eso —sonríe de nuevo, luego centra la vista en el dispensador —. ¿Puedo saber qué es?

—Es para Silver, para su comida.

—¡Genial! Ya no te quito más el tiempo, Nicco. —me dice y se dirige a su habitación, a la par de la mía.

—¿Quieres ver una película esta noche? —inquiero de forma repentina, lo solté de un tirón, sin sostenerlo en mi mente primeramente, ya no estoy seguro, igual continúo —. Non lo so... Non intendo andare al cinema, ma vedere un film qui (No sé... No me refiero a ir al cine, sino a ver una película aquí)

—¿Eh? —se voltea a verme, la sorpresa baila en sus ojos —. Solo comprendí tu pregunta, no sé nada del idioma italiano.

—Que si quieres ver una película esta noche, aquí, en el living. —expreso, ahora asiente.

—¡Por supuesto que sí! Amo las pelis, ¿ya tienes una en mente? —chilla, es una ragazza muy ansiosa.

—No, es lo de menos, te doy a escoger a ti, bueno... nos vemos a la noche. —indico, me siento extraño.

—Ahí estaré —me brinda una sonrisa y se pierde en su habitación.

Yo entro a la mía.

Ubico en un lugar de mi habitación, el dispensador, al lado de su camita; giro la cabeza y lo veo, ya no enreda sus garras en la bola de lana, ahora juega con esa pelota blanca de goma que Clara le dio. Sonrío como tonto.

Mi chiedo se vuoi vedere un film stasera (Me pregunto si quieres ver una película esta noche) —repito, suelto un bufido —. ¿Qué sucede contigo Niccolò?

Sacudo la cabeza.

La tarde del martes se va yendo, veo como idiota la hora en mi teléfono. No le dicté el tiempo para ver la película, así que salgo de la cama y toco su puerta. No me abre, no importa cuanto haga sonar esa madera, me ignora o puede que ni esté ahí. Pego el costado derecho de mi cara sobre la puerta y aguzo el oído. Está parlando, no, tararea, es lo que hace.

Suponiendo que está escuchando música, tomo la perilla cromada y la hago girar con prudencia. En efecto Clara tiene cascos enormes en su cabeza y se mueve de un lado al otro con esmero, me le quedo viendo en el baile que hace; bate la cabeza y también las caderas, ¿escucha rock? con lo peculiar que es, no sería nada extraño. Es una ragazza muy singular.

No está bien quedarme, menos entrar de este modo y permanecer como tarado viéndola. La intención de retirarme me empuja, el otro lado me ancla al suelo y me quedo.

El Chico Delle Fragilità © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora