«Q U I N C E» /Clara

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Juntos

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Juntos

...

De volada llego a la boutique, es ligera la concurrencia este viernes, suerte para mí y mis compañeras de trabajo. Eugenia llega después, tiene una cara de pocos amigos. Alguien se levantó de mal humor hoy, no hay duda.

—¿Todo bien?

—No, debo estar todo el día aquí, ya sabes que falté el miércoles. No fue mi intención, es solo que estuve mal con una gripa y fiebre —saca el labio inferior.

—Eso me dijo Paula.

—Ah, no interesa, ¿tú tienes medio turno?

—Por suerte sí —le sonrío.

Rueda los ojos y se va.

Niego con la cabeza.

Al cabo de un rato, empieza el trajín.

—¿Por qué te has ido de pronto ayer? ¿qué pasó? —averigua Pau.

—Un imprevisto, es todo.

—La mujer no compró nada, al final se fue enfurecida, no sé que bicho le picó —se encoge de hombros, revolotea los ojos.

—Ni yo, disculpa, iré a buscar algo en la sección once —me alejo, en el camino una mujer me detiene.

—Señorita, ¿por qué ha cambiado de precio? Ayer costaba menos.

—Si tiene alguna queja puede dirigirse hacia ese lado —señalo con la mano el mostrador—. Yo solo soy una dependienta, con permiso.

Bufo por el camino.

Encuentro lo que una clienta quiere, es su talla, qué alivio siento, ya no tendré que seguir buscando. Lo que me queda de jornada atiendo a dos personas más y luego me retiro a la oficina de Eleonora.

No me ha gustado nunca estar ahí, en esas cuatro paredes, un sitio oscuro y poco llamativo. De hecho no le encuentro la gracia.

Mi jefa habla por teléfono, termina y me  dirige la palabra con desdén.

—Clara Briscoe, aquí tienes.

Me acerco y tomo el dinero.

—Gracias.

Pido permiso para retirarme, afuera voy por mi abrigo y me encamino a la salida. Me intercepta Paula aferrando mi brazo, amigable.

—¿Tienes planes? —inquiere con una enorme sonrisa.

—N-no...

—Te invito a comer algo, cerca de aquí hay un lugar donde preparan comida muy deliciosa, ¿qué dices? Yo pago todo —añade para que me anime.

Chasqueo la lengua.

—La verdad acabo de recordar que debo hacer algo, si no, aceptaría, Pau —le doy un abrazo antes de retirarme.

El Chico Delle Fragilità © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora