«V E I N T I S I E T E» /Clara

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El Grito En Su Mirada

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El Grito En Su Mirada

...

Lo recibo con un fuerte abrazo, huele muy bien, además se ha puesto su mejor traje, no podría estar más guapo. Beso su mejilla, le doy otro abrazo más corto, ya está Niccolò aquí.

—Padre, él es Niccolò —se lo presento y miro al mencionado —. Mi padre, Christian Briscoe.

Ambos se dan la mano.

—Señor Briscoe, un placer conocerle.

—Puedo decir lo mismo, Niccolò, me ha hablado muy bien mi hija de ti, solo dime Christian —le dice, amigable.

Nicco asiente y sonríe antes de apremiar que vayamos adentro. Mi progenitor se queda atrás, a mi lado, va mirando todo muy curioso. Por supuesto queda anonadado al fijarse en un cuadro. No admira tanto el arte como yo, pero le gusta.

—¿De verdad?

—Sí —confirmo bajito —. ¿Sabes qué? Niccolò es nieto de Rossi, de Guido Rossi. ¿Puedes creerlo?

Abre los ojos de par en par.

—Eso sí que no me lo esperaba.

—Pero no lo menciones, por lo que sé, no tienen una buena relación —declaro y asiente con la cabeza.

—¿Ha pasado algo? —murmura.

—¿Por qué lo dices? —lo veo extrañada.

—Parece que se ha peleado con alguien.

Abro los ojos de par en par.

—Es que... no es lo que crees, Nicco no es de esos chicos, pero ha pasado. No es algo de otro mundo, papá. Apuesto a que también lo hiciste de joven.

—No voy a negarlo —su traviesa respuesta me saca una sonrisa y me alivia, ya sé que no preguntará más sobre eso.

Mataría a Jarek si se entera de lo sucedido.

La mesa está lista. Nicco se sienta y nosotros también.

—Tienes un piso precioso —le comenta, a lo que asiente.

Grazie mille, podrías enseñarle todo el piso, Clara —señala.

—Después de cenar, lo haré —ladeo la cabeza hacia mi padre.

—De acuerdo. ¿Lasaña? Es mi plato favorito, no tenías que tomarte tantas molestias, muchas gracias —emite emocionado.

—Yo se lo pedí.

—Y lo hice con gusto —termina Niccolò —. También me gusta mucho.

Al decir esto me mira a mí. Arrugo el ceño, mi cabeza voladora teje cosas que no son, me ilusiona tontamente con algo que va dedicado a otro asunto, no conmigo.

El Chico Delle Fragilità © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora