«V E I N T I T R E S» /Clara

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Saltar Al Vacío

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...

En la clase me centro, el profesor da instrucciones, nos guía, mis compañeros participan y contribuyen con el pleno desarrollo, la retroalimentación de aprendizaje. No me animo a ser participe. Todos aquí son agradables, aunque de lleno no conozco a los chicos. Lo admito, yo que soy parlanchina, aquí me vuelvo taciturna, casi cero interacción.

Aún así, socializo un poco. Andrea, a mi par, me pide un bolígrafo, ha dejado el suyo en casa. Se disculpa por la molestia, me encojo de hombros y le tiendo el plumín.

—No te preocupes.

—Gracias, ¿podemos quedar en la salida? —invita de súbito.

No sé qué decir. «Oh vamos, Clara»

—¿A dónde iremos?

—Te lo explico en la salida —sonríe.

Otro día más de universidad se va, me acomodo la mochila a mis espaldas y me levanto para salir. Andrea, está hablando con Luca. Se le ve metida en una amena conversa. El profesor despectivo se va, otro habría esperado a ver el salón vacío. Me quedo otro minuto, pero Andrea está sumida con ese chico. Mejor me retiro.

Sin embargo, mientras atravieso el estacionamiento, escucho a mis espaldas el constante llamado de la rubia.

Me vuelvo, en efecto, viene apresurada y se disculpa. Además de eso, me entrega el bolígrafo.

—Ya ves que se me olvida todo, lo siento.

—Descuida, ¿qué vas a decirme? —curioseo.

—Luca organizó una fiesta, irán todos, la mayoría, ¿quieres ir? Nos encantaría verte allá, vas a pasarla bien —invita y da por hecho la diversión.

Eso no me lo esperaba. No estoy segura.

—¿Una fiesta? —lo confirma —. No tengo auto, ¿dónde y a qué hora?

—La residencia Barone, te paso la dirección por un mensaje, de todos modos puedo ir a buscarte. Solo dime dónde vives y voy por ti a las siete.

—No creo que vaya...

—¿Por qué no ir? Es solo una noche para divertirse. Anímate.

—Te confirmo antes de las dos, ¿vale?

—De acuerdo, espero que vayas Clara. ¿Te llevo a casa? Tengo el auto ahí —lo señala y niego.

—Tranquila, debo ir a otro lado, gracias.

Me despido, no es cierto lo de ir a otra parte, solo quiero tomarme un tiempo para caminar y ordenar mi cabeza. Entre la universidad y lo que me inclina a pensar en Niccolò de otra forma, soy una maraña. Ando perdida en mis pensamientos, suspendida en el espacio, en consecuencia tropiezo con una persona y me avergüenzo.

El Chico Delle Fragilità © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora