Rooftops (Traducción)

capítulo 26 ~ gotas

- lenguaje maduro

//Dream pov

La mañana parece alargarse más de lo necesario.

Estamos en el coche, saliendo de la ciudad hacia la casa de los padres de Georges.

Creo que se da cuenta de lo nervioso que estoy, ya que no deja de intentar distraerme del lugar al que nos dirigimos.

Hace frío, probablemente una de las mañanas más frías que hemos tenido hasta ahora. Hay un poco de niebla y el rocío se extiende por la mayoría de los campos por los que pasamos.

"Dream"

Dejo de prestar atención al frío y me fijo en George. Me mira con la misma expresión de preocupación que ha tenido toda la mañana.

Pero sólo está preocupado por mí, y empiezo a sentirme mal por estresarlo.

"¿Sí?" Respondo, tratando de parecer normal. Lo menos que puedo hacer es fingir que me siento confiado.

"¿Seguro que estás bien?", me pregunta por lo que podría ser la octava vez esta mañana.

Pero parece emocionado, y tiene todo el derecho a estarlo.

Hace tiempo que no ve a sus padres, así que quiero intentar alegrarme con él.

"Sí, estoy bien", le respondo, sonriendo. "¿Y tú? "

Él asiente con la cabeza y una sonrisa se dibuja en sus labios.

Nos dirigimos a lo que parece una ciudad, y por la forma en que George está golpeando su pie, supongo que estamos cerca.

"La siguiente a la izquierda, y luego todo recto por esa carretera", me dice George, con la voz cada vez más emocionada.

Hago lo que me dice y giro a la izquierda en la siguiente oportunidad que tengo, siguiendo por la carretera recta.

Las casas de aquí son preciosas, no demasiado extravagantes, pero aún así consiguen ser bonitas. Miro el cuadro de mandos y son más de las 11 de la mañana.

"La penúltima casa", me dice, señalando la carretera.

Me detengo frente a la casa y apago el motor.

El silencio en el coche es mortal, y una parte de mí quiere dar la vuelta y no volver jamás.

Pero eso no es una opción en este momento, así que pongo una sonrisa en mi cara antes de dirigirme a George.

"¿Listo?", me pregunta.

"Creo que sí", le respondo.

Los dos salimos del coche, no quiero cogerle la mano por si no se siente cómodo con eso ahora mismo.

Pero él me coge la mano de todos modos.

Dejo que llame a la puerta, y después de que lo haga todo está tranquilo hasta que oigo a una mujer que baja las escaleras.

Siento que el corazón se me sale del pecho.

Espero que George tenga razón, espero que no les importe.

La puerta se abre de golpe y nos recibe una mujer de pelo castaño.

Se parece mucho a George, sin duda ha heredado sus estructuras faciales de ella. Sus ojos deben ser de su padre, porque los de ella son de un azul brillante.

Nos mira fijamente, confundida, hasta que una amplia sonrisa se dibuja en su rostro.

Deja escapar un pequeño chillido antes de abrazar a George, riendo.