Cap 67

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(Notas de autora, que por cierto casi ni existen :c).

-Diálogos-.

-Pensamientos-.

-Llamadas-.

*-Mensajes-*.

-Inglés-.

POV MAMORU:

Sentí a Usako levantarse, abrí los ojos y la ví abriendo las cortinas.

-Agh- me quejé fingiendo dolor.

-¿Qué sucede?-.

-Me duele aquí- señalé mi brazo derecho -probablemente estaba agotado ayer- Usako se acercó y se subió a nuestra cama -aquí- ella empezó a masajear la zona, se sentía relajante, si bien no dolía, debo admitir que lo tenía un pcoo tenso -se siente mejor. También aquí- señalé mi abdomen.

-Lo siento. Estabas exhausto ayer- se disculpó con su típica voz suave, era realemnete adorable, si teníamos una hija que se pareciera físicamente a ella y tuviera su voz, sería la niña más adorable del mundo.

-Está bien. Aquí duele también -señale mi hombro izquierdo, ella acercó su mano y la presionó un poco sobre mi hombro, está vez si dolió, aunque no mucho -ogh- grité, era lindo verrla preocupada por mí.

-¿Qué pasa?-.

-No puedo soportarlo más, pídele a latía que me dé crema- dije "adolorido".

-¡Bueno, espérame!- Esperé a que ella saliera del cuarto, levanté el torso y sonreí, ¡en verdad, era muy adorable! Ella no tardaría en volver con la crema o por lo menos con algo para aliviar dolores musculares, me quité la camisa y volví a acostarme, arropándome con la manta -¿te sientes mejor?- Ella entró a la habitación, ¿cómo te sientes? Aquí traigo la crema- ella me quitó la manta -ah- se volteó rápidamente, intenté aguantar la risa -¿por qué no tienes camisa?

-Agh, mamá del pequeño Usami, me duele- empecé a quejarme, ella debía acostumbrarse a verme sin camisa, ¿o es que ella creía que me conformaría con tener un  solo hijo? Ella incluso mencionó en su diario que quería más de un hijo -¿no dijiste que no debería tener miedo porque te tengo conmigo?-.

-Si, me tienes. Estoy aquí- se sentó sin verme, pusé su almohada sobre la mía y me senté, recostandome en ellas -¿dónde debreía ponertelo?-.

-Ponlo donde quieras- mierda, olvidé donde era que me "dolía".

-¿Ah?- dijo confundida, la regué.

-¿Entonces no te gusto?- ¿Por qué no me miraba? ¿Por qué tenía tanta vegüenza? Estamos esperando un hijo, es decir, ni que el niño hubiera sido dado por obra y gracia del Espíritu Santo.

-No, no. Me gusta todo de ti-.

-¿Entonces te gusto tanto?- Le pregunté al oído. Ella me pegó un parche para el dolor de un manotazo en el abdomen -agh- me quejé, ¿cómo unas manos tan pequeñas me golpearon tan fuerte? Exageré la reacción.

-¿Qué pasa? ¿Duele? ¿Podría ser que tienes una mala cintura?- Se voltéó y preguntó juguetonamente. ¿De qué hablaba? Ella era testigo de lo buena que era mi cintura.

-¿Quién dijo que tengo mala cintura? Tengo una cintura muy buena ¡Mira!-Me ejercité un poquito.

-Entonces, ¿no dijiste que duele aquí y allá?- Señaló y apretó los lugares, la pusé debajo de mí.

You Are My Destiny (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora