Capitulo 8: Compañia Inesperada

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Al alzar la cabeza pudo verlos a los 4, ropas similares a las que portaba bajo la armadura.

Sus espadas, botas y demás equipo era el estandarte de la orden asignados a los escuderos.

Neia Baraja guardo silencio y miro de forma tranquila a los 4 que se quedaron callados ante su nula respuesta.

El que parecía líder del grupo extendio su mano derecha y dijo de forma amable.

- Soy Irman Alaniz, escudero del paladín Richaff. Hablamos antes fuera de la tienda de heridos.

Al verlo de cerca, neia notó los ojos celestes del joven pálido con cabello negro carbón.

Este era flaco aún que parecía haberse entrenado bien, aún con sus ropas se veía que era fuerte y parecía mayor que ella.

Los otros 3 guardaron silencio y viendo que era incómodo todo, lo que la molesto.

Acepto darle la mano y presentarse.

-Neia: Soy Neia Baraja.

Después de eso ella siguió mirándolos, el ambiente tenso molesto al que estaba al final del grupo y ella lo reconoció.

Sus ojos marron claro y su cabello rubio corto le dejaron en evidencia mientras miraba con desprecio a la escudera.

-Irman: ¿Podemos acompañarte?

Ella no los quería cerca pero la mayor parte del espacio alrededor de ella estaba ocupado, los escuderos, paladines y demás tropas de la guarnición real en este claro estaban comiendo.

Ellos tendrían bien que buscar otro lugar donde comer, quizás el bosque que estaba al lado a unos metros de Neia o con ella.

Viendo a los otros 3 y no al último, no tuvo otra opción y señaló de forma educada las cajas llenas de armas a su alrededor.

-Neia: Adelante.

Los 3 jovenes escuderos así como el cuarto que claro su mirada en ella se sentaron a su alrededor, todos empezaron a comer de forma lenta y tranquila.

Este era uno de los pocos momentos en los que podían bajar la guardia y relajarse, dada la guerra.

El índice de supervivencia de los escuderos no era muy alto y quedaban pocos ya.

El joven de cabello negro miró a Neia con sus ojos celestes llenos de sinceridad y hablo en vos baja.

-Irman: No queremos causar problemas, nuestro superior es el mismo que se te asignó y parece enojado con nosotros por lo de antes.

Ella guardó silencio y como más arroz a la ves que el continuo algo preocupado por su futuro castigo quizás.

-Irman: ¿Podrías explicarle que fue un error? De lo contrario tanto Molek como yo tendremos que dormir junto a los caballos.

Al escucharlo ella miró el rostro de el, la miraba directamente a los ojos aún que su visor ocultaba sus ojos asesinos.

Por lo que el no tenía miedo de momento, parecía una charla normal y eso le gustó a ella.

Gracias al regalo del Rey Hechicero podía hablar de forma tranquila con los demás y eso la hizo feliz.

Viendo los eventos y sabiendo lo poco agradable que es dormir en el suelo de césped frío durante la noche.

Ella asintió y generó una sonrisa en Irman.

-Neia: Hablare con el cuando termine y le diré que todo está bien.

El bajo la cabeza y tomo algo de una bolsa a su lado que llevaba.

-Irman: Gracias Baraja-San. Te quería dar esto en agradecimiento.

Overlord: La Arquera De Ojos AsesinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora