Overlord: La Arquera De Ojos Asesinos

Capitulo 16: Enemigo Desconocido

La frustración y rabia se apoderaban de ella a medida que vertió el líquido verde en la tasa trasladó explicacion.

-Ainz: ¿Un ataque nocturno?

Pregunto el monarca a medida que el segundo de la orden asintió y tras tomar un sorbo del te preparado por Neia, continuó con el informe.

-Gustav: Así es, an atacado una de las posiones más importantes de el ejército de liberación. Los astilleros del río makran que esta cerca de la bahía, sin estos no podremos obtener más madera para reforzar y reconstruir la ciudad, además que el invierno está cerca.

Neia dejó la tetera de porcelana sobre la pequeña mesa entre Gustav y el rey a medida que ambos sentados en estos sofás analizaban la información.

El silencio se sostuvo unos segundos en los cuales el Rey miró a Gustav que por alguna razón estaba ansioso.

-Ainz: Ya veo....Mmmm....Esto me toma por sorpresa, quizás debamos intervenir de inmediato.

Declaro el monarca ante este ataque sorpresa del enemigo, sin los astilleros no tendrían una fuente de madera tan grande.

En estos a pesar de construirse pequeñas barcazas y botes, se procesaba mucha madera que era esencial para la gente durante el invierno.

El paladín tomó un poco más de te y tras respirar varias veces para calmarse, continuó.

-Gustav: Debido a la urgencia de la recuperación de ese asentamiento y nuestra fuerza de ataque algo afectada por las incursiones en territorio enemigo. Solo tenemos 5.000 soldados disponibles y creemos que se trata de un ejército de 10.000 Demi-Humanos.

Ella notó algo, este hombre estaba ocultando algo y debes en cuando. La observo por breves segundos, Neia empeso a sentir que algo no estaba bien y miro con ojos fríos a Gustav detrás de su visor.

- " ¿Acaso Demirgos se olvidó de informarme de este movimiento? No, es imposible que el olvidara algo tan importante. Seguramente me lo hizo saber y quizás lo olvide. En cualquier caso, solo debo hacer lo que crea conveniente y el adaptara el plan en consecuencia. "

Una pequeña sonrisa se formó en su rostro huesudo y exento de carne o forma de expresarse.

Pero su vos dejo en claro la ansiedad del Rey Hechicero y su deseo de luchar.

-Ainz: Muy bien....En ese caso, retomaremos los astilleros. Pero seré yo quien lo haga para evitar que se pierdan vidas en vano, esto será así dado que mis hechizos pueden generar bajas a los aliados.

Neia lo asoció con ayudar a la gente y salvar vidas del pueblo mientras que Gustav a un hombre que disfrutaba de las batallas y las matanzas.

-Gustav: Se lo agradezco profundamente, el ataque se llevará acabo esta noche.

Dijo el inclinándose un poco desde el sofá antes de ver a la arquera y que el monarca hablara.

-Ainz: ¿Sucede algo?

El paladín se dirigió a el Rey aún que miro fijamente a su escudera detrás de el.

-Gustav: Me gustaría que la escudera Baraja de quede en la ciudad durante la misión, dado el peligro de un combate nocturno y que el enemigo nos supera en número. Lo mejor sería que no deje los muros y permanezca en la posada.

Esto dejó a la joven arquera sin palabras mientras que esta se señaló a sí misma y dijo solo una cosa.

-Neia: ¿Yo...?

No comprendio la razón que llevo a que el segundo mejor paladin la dejara fuera de la misión, su deber era servir al Rey ya fuera en tareas diarias o en el campo de batalla.