Capitulo 3: Cenizas Y Muerte

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La escena era digna de una historia trágica o más bien lo era, no sabía mucho de esta región.

Pero si algo de esta aldea cercana a el río mantis, una pequeña aldea que se destacaba por sus cosechas abundantes y buena comida.

Neia nunca pudo visitarla antes de la guerra aun que quiso y ahora, nunca iba a poder.

Lo que vio hizo que se quedara congelada sobre su caballo, las pocas llamas aún presentes se apagaban lentamente y los edificios quemados ya apenas resistían el paso del viento.

La atmósfera tranquila y cálida que antes sintió se tornó fría y tensa.

Unos 30 edificios conformaban la aldea amurallada que tenía sus muros de madera igual de quemados que las estructuras, desde esta distancia.

Podía ver con detalle lo que estaba presente en la puerta de la muralla, sus ojos heredados de su padre se lo permitieron y solo pudo resistir el deseo de ver a otro lado.

Ainz: Darguiss....Parece que hemos llegado tarde, los Demi-Humanos abandonaron el lugar.

Anuncio el Rey Hechicero a su lado antes de instar a su caballo hacia la aldea, con ella a pesar que no quería.

Siguiéndolo a la ves que las débiles columnas de humo se desvanecían en el cielo.

-Neia: Majestad...

Ella llegó al lado del rey a unos 400 metros del lugar y el monarca habló tranquilo.

-Ainz: No te preocupes, parece que se fueron hace horas. Estas puertas parecen haberse quemado desde dentro.

Declaro el Rey señalando las dos enormes puertas que parecían haber sido tomadas de alguna fortaleza.

Eran demasiado robustas y grandes para haber sido hechas por los Demi-Humanos.

Estas estaban abiertas de lado a lado y a sus pies, se podía ver el resultado de la "Batalla" que había ocurrido.

-Neia: ¿Cree que haya supervivientes?

Pregunto ella a medida que los dos llegaron a los muros, Neia no sabía cómo debía reaccionar.

La escena era cruda e inhumana pero no podía actuar débil ante su majestad, después de todo era su escudera y su principal defensa ante enemigos.

Al ver hacia abajo, forzandose a verlos. Pudo contemplar los cadáveres carbonizados de cientos o quizás mil personas.

Estos estaban quemados hasta sus huesos, no había rastro de carne y no se podía distinguir si eran hombres o mujeres.

Solo se podían ver pequeños cadáveres que le hicieron sentir como quería vomitar.

Pareciera que querían entrar a la aldea todos, eran una horda de gente desesperada quizás.

Pero eso solo generaba preguntas y no respuestas.

¿Por qué entrar a una aldea convertida en campo de prisioneros? ¿Algo los perseguía? ¿Plandaron atacar a los Demi-Humanos?

Ninguna de las ideas tenía sentido ya que no había cadáveres de Demi-Humanos, solo de humanos quemados vivos sin dudas.

A medida que colocó una mano sobre su vientre y se esforzaba por no dejar salir nada.

Su majestad el Rey respondió a su pregunta y se agachó para ver los cadáveres delante de ella.

-Ainz: Si los ahí debemos buscar, quizás ya estén lejos pero vale la pena por la información.

Los caballos fueron amarrados a un farol de madera colocado delante de la entrada, este estaba un poco quemado pero parecía firme tras Neia darle una pequeña patada.

Overlord: La Arquera De Ojos AsesinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora