Capitulo 19: Victoria A Medias

418 59 26
                                    

El brillo de los hechizos se podía ver a kilómetros de distancia en la oscuridad de la noche y el aire del otoño próximo hizo que fuera agradable salir a ver.

Desde una de las torres de la ciudad, en las alturas donde solo la nobleza y la familia real podrían ver.

Un joven príncipe contemplo los destellos de múltiples colores y comento rodeado de nobles.

-Caspond: Por los dioses...¿Que esta pasando?

Sus palabras no tuvieron respuesta a medida que el sonido de las puertas que se abrieron se escuchó y una vos resonó.

- ¡Su alteza Caspond-Sama!

El grito fue suficiente para que todos voltearon y el principe pudo ver a los paladines entrar al balcón, sus espadas estaban desenfundadas y afiladas junto a sus escudos.

Más de 25 de ellos los tenían contra el balcón y el líder de ellos, un paladín robusto con una lanza y escudo grito al heredero al trono.

- ¡Por orden de la capitana Remedios Custodio debe venir con nosotros!

Ante la escena, los gritos y las armas. No tardo un noble en dar su opinión.

- ¡¿Acaso te dio a luz una cerda?! ¡¿Tienes idea de a quién le hablas?! ¡Maldito plebeyo sin nada en la cabe....!

Sus ojos se abrieron cuando una lanza se enterró en su boca y esta llegó al otro lado, un torrente de sangre brotó del agujero generado en su cuello y sentía como su columna quebrada.

Le impedía mover su cuerpo a la ves que el paladín le levantó sin problemas con una sola mano sujetando la lanza.

- No me interrumpa...

El noble algo gordito fue arrojado del balcón sin problemas por el paladín y este dijo con su lanza ensangrentada.

- ¿Alguien más?

Ante su pregunta, nadie dijo nada de entre los nobles y sus siervos.

En ves de eso, un joven se abrio paso en la multitud y hablo en un tono autoritario.

-Caspond: Esta bien....Iré con ustedes, dejen en paz a los demás.

Los paladines sujetaron al príncipe y se lo llevaron a medida que la batalla en la colina continuó.

Destellos de tantos colores y tamaños se podían ver a tal distancia, uno solo necesitaba pensar un poco el tipo de batalla que ocurría.

Aún que claro, era mil veces más impresionante estando de cerca y viendo cómo el cielo se iluminaba sobre tu cabeza.

-Neia: ¡Ya casi!

Grito con su caballo dando todas sus fuerzas para llegar a medida que el grito del enemigo detrás de escucho.

- ¡No escaparas! ¡Maldita traidora!

El paladín de armadura completa detras de Neia sostenia su espada y estaba listo para manchar la con su sangre.

La sed de matar estaba en sus movimientos y gritos.

-Neia: ¡Tengo que acabar con el!

La estaba alcanzando y era cuestión de tiempo antes que la atrape, en fuerza le ganaba y sabía que no podía hacerle frente.

- " ¡¿Que hago?! ¡Necesito acabar con el antes que me alcance! "

Sus ojos se dirigieron a los alrededores y buscaron de forma frenética una manera de acabar con el.

Lo que la llevo a mirar fijamente algo que estaba abandonado en el camino, a un par de cientos de metros.

Una carreta abandonada se encontraba llena de la cosecha de hacia unos meses, seca debido a la guerra y siendo muy inflamable.

Overlord: La Arquera De Ojos AsesinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora