Capitulo 1: Un Dia Con Su Majestad

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El calor alrededor de su cuerpo la hizo casi desear no abrir sus ojos pero sus sentidos despertaban lentamente.

Su cuerpo y mente se habían recuperado desde hacía unos segundos, ella sintió las suaves sábanas de telas finas.

Eran cálidas, muy cómodas y extremadamente suaves al punto en que casi sentía que se iba a dormir para siempre en ellas.

La joven escudera se forzó a levantarse, el aire frío de la mañana normalmente sería lo que sentiría en su dormitorio con las demas escuderas.

Pero en ves de eso, un calor agradable se sentía en el aire. Generado por un ítem mágico en forma de farola que se podía transportar con una mano.

Este ítem estaba presente en las habitaciones más lujosas de la posada y ella estaba en una.

El suelo de roble era agradable para sus pies desnudos, la prenda que usaba para dormir era un vestido de una pieza blanco y que llegaba desde sus hombros hasta sus rodillas.

Su cabello corto desordenado se sacudió cuando abrió las cortinas y la oscuridad de la mañana la recibió.

-Neia: Saldrá pronto el sol...

Susurro cansada a medida que vio un leve brillo en el horizonte, el cielo estaba despejado o eso veía ella en la oscuridad de este nuevo día.

Neia Baraja camino por la habitación, tenía una cama elegante para dos personas, un armario enorme, escritorio, silla, mesa así como un espejo enorme de cuerpo completo y demás cosas.

Ella se hubiera conformado con dormir en la zona asignada de los escuderos pero por orden del Vise-Capitan debía estar cerca del Rey Hechicero, ya que era el medio de comunicación con este y quien más tiempo estaba con el.

Neia sintió que la usaban como una herramienta para pasarle información y saber la respuesta de el a sus movimientos.

Querían usar el gran intelecto y conocimientos de su majestad para ganar la guerra.

Algo que irritó a Neia ya que por un lado querían su ayuda y cuando el Rey Hechicero les daba la espalda todos lo apuñalaban con sus palabras.

Pero este ni siquiera parecía darse cuenta o no le importaba, lo que la hizo sentir aún más respeto por este gran monarca.

Ella sonrió al recordar cuando se le dio la noticia que dormiría en el piso anterior a el cual se le asignó a su majestad, lo que la hizo feliz y debido a eso.

Una sonrisa y un rubor se manifestaron en su rostro, ella al darse cuanta al verde en el espejo dejó de hacerlo.

Golpeo dos veces sus mejillas con sus manos y de quito el sueño antes de decir.

-Neia: No debo dejarme llevar, su majestad pronto iniciara sus actividades.

Ella de forma rápido pero no apresurada retiró su vestido blanco para dormir y su figura desnuda se mostró en la habitación.

Sus pies descalzos se escuchaban en la habitación mientras tomaba sus ropas y procedía a colocarse las.

No tardo mucho en ponerse sus ropas de la orden y posteriormente los ítems que su majestad le había dado.

Para ella valían mucho y los apreciaba ya que demostraban que el Rey Hechicero la tenía en alta estima y se preocupaba por ella.

De forma cuidadosa y con respeto se colocó cada pieza, sus botas, guantes, peto y la capa así como la corona en su cabeza y finalmente tomó su arco antes de colocarse su visor.

Antes de irse noto algo olvidado sobre su escritorio, un brillo metálico se pudo ver y ella tomó el arma con algo de dudas.

Al verla con cuidado noto lo que llamo su atención y dudo si llevarla.

Overlord: La Arquera De Ojos AsesinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora