Capitulo 46: Legion Negra

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Sonaban las campanas y los soldados obedecían, pronto los regimientos de las guarniciones actuaron.

Las armerias comenzaron a llenarse y muchos tomaban las armas solo para darle estas a sus hermanos.

- ¡A sus puestos!

Grito un comandante desde la base de la muralla a sus tropas, los lanceros, arqueros y ballesteros rápidamente subieron las torres.

Las escaleras de caracol parecian ser el camino a la muerte y muchos no lo supieron hasta llegar a la cima.

Mientras los miles se formaban en los miros y torres, listos en equipo pero no en mente.

- ¡A las armas hombres!

Declaraban los lideres a medida que las lineas de batalla se formaban, lanceros en primera, arqueros en segunda y finalmente ballesteros en la tercera.

A medida que la primera atacaba, la segunda los cubriria mientras tomaban mas proyectiles y luego la tercera cubriria a la segunda.

Mientras los soldados se preparaban al ver la horda de muerte que los rodeaba, el aire se siente frio y la luz del sol es cubierta por nubes grices que rodean a esa cosa.

En medio del ejercito conformado de horrores de huesos, carne podrida y oscuridad.

Una figura se encuentra en medio de sus siervos, protegido por almenos 10 de ellos.

Sus cuerpos totalmente hechos de huesos, blancos y unidos por la esencia de la muerte.

Este ente estaba resguardado por los mas fuertes, guerreros de armaduras negras con diseños profanos que portaban escudos de torre y espadas flamigeras.

Se allaban esparcidos por todo el ejército pero en especial, protegian a su amo y no permitirian que nadie lo toque.

Las dos alas de hueso median casi 3 metros, brotaban de su espalda y no habia sangre o carne.

Solo hueso blanco que se mantenia duro y unido por alguna razón que el no entendia ni le importaba.

Su cuerpo estaba cubierto por una tunica que cubrio desde su cintura hacia abajo y dejaba su torso completamente expuesto.

Si algo destacaba en el, era la mano cortada similar a la de una mujer y que estaba atada a su cuello por un hilo.

Parecia improvisada por este ente el cual miraba a los humanos, nadie podia verlo bien en su totalidad pero sin lugar a dudas.

El era quien dirigia la horda de No-Muertos que habia arrasado todo a su paso, en solo 1 dia o mas.

Multiples asentamientos fueron borrados del mapa, aldeas, refugios, fortalezas y algunas ciudades recuperadas donde guarniciones del ejército de liberación habian sido apostadas.

- ¡Por La Teocrácia! ¡Es hora de luchar! ¡Hermanos y hermanas!

Proclamo un soldado del Reino Santo agradecido con sus salvadores, a su ves.

Otros respondieron a favor alzando sus puños mientras ella avanzo desde detras.

- ¡Oooooohh!

La mujer de cabellos castaños cortos y ojos frios se mantuvo en silencio, portando una tunica negra con simbolos dorados antiguos.

Se dirigio a la parte superior a la entrada de la ciudad y pudo ver desde esta a esa cosa.

-Remedios: ¿Todo esta preparando?

Pregunto ella que no dejo ver su cuerpo o equipo por alguna razon, el hombre a su lado asintió y dejo de lado eso.

- Tal y como ordeno, los paladines estamos repartidos en los muros y las tropas de la teocrácia nos auxilian.

Overlord: La Arquera De Ojos AsesinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora