Overlord: La Arquera De Ojos Asesinos

Capitulo 14: Fuertes Sentimientos

En la habitación se pudo escuchar un golpe en el escritorio y en el mismo un agujero ahora se hallaba en donde el puño de la paladin lo atravesó.

-Remedios: ¡Maldita sea! ¡¿Acaso eres idiota o que?!

Grito furiosa la más fuerte de los integrantes de la orden a medida que su espía se inclinó nueva y dijo lo mismo.

-Lyana: Lo lamento, he fallado en mi deber...

Ante sus palabras y su genuino dolor por fallar, el hombre ante ella respondió de forma amable y cuidando de su subordinada.

-Gustav: Tranquila, no hiciste nada...

-Remedios: ¡No la consueles! ¡Se dejo asustar por una maldita niña que se cree fuerte!

Ella grito y lo calló, Lyana alzó un poco la cabeza en consecuencia y mostró una mirada desafiante a Remedios.

-Gustav: Capi...

-Lyana: Entonces ve tu.

Ella detuvo a Gustav y este entró en pánico cuando ambas guerreras parecían estar a punto de hablar con sus armas.

El se mantuvo entre ambas con sus brazos extendidos y la capitana sorprendentemente no atacó.

-Remedios: ¿Que acabas de decir?

Pregunto tratando de contener su ira y en consecuencia, la sierva dio la poca información que obtuvo.

-Lyana: Esa escudera de la que habla no es humana, estoy segura. Neia Baraja ya no es humana o almenos a dejado de serlo, ahora es una fiel sirviente del Rey Hechicero y en consecuencia.

Su superior susurro lo que más se temía.

-Gustav: ¿Una traidora...?

La líder de ambos volteo y se rascón la cabeza cansada y con dolor ya que estas cosas eran las que realizaba su hermana.

-Remedios: Eso ya lo sabía, pero al menos confirmamos algo. Vete y regresa a tus deberes diarios. Más tarde elegiremos tu castigo.

Ella se puso de pie y firme antes de decir hablar.

-Lyana: Una cosa más capitana...

Gustav y Remedios se centraron en ella, por lo que buscando recuperar algo de su honor perdido a manos de esa escudera.

No dudo en decir lo que había confirmado almenos en esas horas que estuvo con ellos.

-Lyana: Estoy segura que Neia Baraja esta enamorada del Rey Hechicero o al menos, guarda una lealtad absoluta a su persona.

Al escuchar esto, Gustav abrió los ojos en shock ya que no imaginó esto.

Una escudera de la orden santa estaba enamorada de un ser No-Muerto y no cualquiera.

Un Rey No-Muerto que gobernaba un país, si la gente se enteraba. La orden no sólo perdería credibilidad y respeto, sino la confianza del pueblo del Reino Santo y posiblemente la orden dejaría de existir.

Remedios Custodio apreto los dientes al punto que parecían crujir bajo la presión de su mandíbula y solo asintió.

Dio una señal con la mano para que se largue ella y Lyana obedeció, dejando a estos dos solos.

Ella se volteó a ver la ciudad siendo reconstruida y su mano derecha habló con temor.

-Gustav: Capitana, esto es muy malo. Si Neia Baraja esta enamorada del Rey Hechicero y lo hace enojar o peor. No solo perderemos un aliado necesario sino que...

-Remedios: Puedes retirarte, es una orden.

Corto por el medio las palabras de el, algo que ya se veía venir pero no quería aceptar.