Capitulo 25: Sucumbir Al Deseo

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Tras cerrar la puerta, el Rey Hechicero Ainz Ooal Gown miro su mano y camino a la cama.

Satoru Suzuki estaba cansado, el estrés en su cabeza no hacía más que crecer a la ves que trataba de buscar una solución a este problema y no la encontraba.

Irse del Reino Santo era peligroso en este momento y sin sus hechizos aún más, en este momento.

Esa humana era su única arma y escudo en este país desconocido, lo que puso a Ainz bastante preocupado por los enemigos de antes.

Se sentó en la cama, esta era de madera y estaba muy maltratada.

Quizás fue de una pareja y el colchón era de paja y se encontraba bastante cómodo.

Por otro lado, las sabanas eran sorprendentemente cómoda y elegante.

Según Neia, esta supuso que los dueños de la cabaña se quedaron un tiempo después de la noticia de la caída del muro.

Ella suponía que la pareja que estuvo aquí había robado las sabanas de la residencia de algún noble y tenía bastante sentido.

Ya que la gente común en la edad media no gozaba de este lujo y no tenía otra explicación.

Ainz acaricio la sábana y pensó mientras vio la puerta.

- "Esa humana, quizás es demasiado leal. Debería considerar que hacer con ella una ves recupere mis poderes, llevarla a Nazarick quizás sea buena idea."

Medito antes de levantar la sábana y ver la vela a su lado, esta estaba en un recipiente de madera pequeño parecido a un plato.

El mismo, estaba lleno de cera de las velas anteriormente usadas y el penso viendo la llama danzar.

- "Mmmm....Podría ser útil como instructora de arquería en la academia que planeo crear en E-Rantel o una buena asistente para Momon en sus viajes."

Sus pensamientos se tornaron poco a poco más pesados a la ves que cerro sus ojos y pensaba en ella.

- "Si son honesto conmigo mismo, sin Neia Baraja estaría muerto seguramente. De no ser por ella, esos humanos me abrían acabado. Cuando llegue el momento, la debere recompensar con creces."

Declaro en su mente y sin que nadie le escuchara, poco tiempo después. La vela se apagó cuando esta llego al fin de su vida útil y la oscuridad se apoderó de la habitación.

Segundos después, la puerta de madera se abrió de forma chirriante y una figura se pudo ver entrar.

Estaba descalza, un aroma brotó de ella que no parecía llevar su armadura y sus movimientos eran sigilosos así como algo rígidos, casi parecía tratar de frenar sus impulsos.

Pero no podía detenerse y al llegar a la cama, confirmó que el estaba dormido.

Levanto las sábanas a sus pies y se adentró lentamente, cerca de un minuto después.

El sonido de su boca y la sensación lo hicieron despertar a medida que su cuerpo reaccionaba.

-Ainz: ¡¿Que...?!

Abrió los ojos en shock y levantó la sábana asustado, al ver bajo la misma gracias a la luz de la luna.

Un par de ojos se podían ver, afilados y amenazantes. La bestia que no deseaba ser molestado y que parecía estar en trance.

Su boca estaba llena y ocupada, ella subía y bajaba su cabeza a la ves que trataba de hablar.

-Neia: Shu Ma...Gestad...Per...Done me...

Satoru o más bien Ainz sintió esto, el calor que aumentaba en su miembro que era devorado por ella.

-Ainz: ¡De...Detente!

Overlord: La Arquera De Ojos AsesinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora