El aire en la sala era pesado, mas de 50 de ellos estaban ocupados con los espejos.
En la enorme habitación rectangular, los sirvientes de muchos ojos veian los espejos.
Sus multiples visiones les permitieron ver con presión el escenario asi como sus multiples ojos.
A la cabeza de los 49 hombres insectoides, los cuales servian como asistentes de ella.
Se encontraba la figura de una mujer, envuelta en un cabello despeinado negro y sucio quizas.
Su silueta estaba cubierta con una tela negra profunda y solo sus dos brazos desnudos se podian ver.
Estos se encontraban delante de un espejo de cuerpo completo que flotaba ante ella, el mismo no reflejo su rostro carnoso sin piel.
Sino una escena que no dia existir, algo que no podía pasar y que simplemente dejo su cerebro en pausa o reiniciandose lentamente.
Habian pasado cerca de 60 segundos, los ojos sin parpados, bellos como dos joyas y tan afilados como agujas.
Pasaban de un cadaver a otro a medida que busxo un patron, una señal y algo que le indicara que estaba ahi.
Por breves segundos pudo verlos, a esos 6 angeles que tras un momento breve.
Desaparecieron tras finalizar el hechizo y dejaron de existir, rompiendo lazos con su amo tras este alejarse demasiado o pasar demasiado tiempo.
La mente de la residente de la prision congelada estaba fija en este paisaje del amacener en el bosque, tan lejos y tan real.
Tantos cuerpos de humanos muertos en este bosque destruido, arboles quemados, secciónes de la colina arrazadas por hechizos y residuos de magia en el aire.
Podia detectarlo gracias a sus clases y a su profesión, no cabía duda alguna.
Debio estar aqui, pero ahora.
-Nigredo: ¿Donde esta Ainz-Sama...?
Susurro la mujer a medida que sus dientes comenzaron a castañear por la rabia de no encontrar al ser supremo y debido a eso, hablo a uno de los guerreros insecto.
-Nigredo: Trae a Demirgos-Sama.
El que estaba a su derecha asintió y se levantó de el asiento de hielo en forma de trono, este salio de la habitación quebrando el hielo de la puerta y tras 5 minutos.
El archidemonio del séptimo piso se hizo presente, el hombre de traje rojo a rayas y con una sonrisa.
Se manifesto desde detrás de ella y dijo en un tono feliz, esperando buenos resultados.
-Demirgos: ¿Sucede algo?
Ella se puso de pie y en menos de un segundo, callo de rodillas a medida que las mandibulas del dueño de este piso.
Se escucharon desde detras del demonio que tras su explicación, hizo una mueca simplemente aterradora.
-Demirgos: Esto....
El miro con decepción absoluta a Nigredo que estaba llorando, no por su vida.
Le daba igual si era ejecutada, solo importaba algo y era el ser supremo.
El amo de ellos y el gobernante absoluto de Nazarick, ese ser se llamaba Ainz Ooal Gown y ahora.
Estaba desaparecido, los hombres insectos en los alrededires se inclinaron en sumision y guardaron silencio.
Esperando que el señor de ellos los ejecutara, ante esta explicación corta pero efectiva.
Solo agrego a medida que acepto su destino con dolor y arrepentimiento de fallar en su propósito en la vida.
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Overlord: La Arquera De Ojos Asesinos
FanfictionPerdió todo y a todos, siendo la ultima de los Baraja. Su padre, madre, familiares y amigos. Todos muertos por la guerra contra el Rey Demonio jaldabaot que ahora gobernaba su tierra natal. En esta época cruel y sangrienta para su pueblo, la persona...