POV. James
Preferí darle privacidad, así que me quedé en la sala, haciendo tarea, la señora Bojovníci había llegado hace poco, pero se veía sumamente preocupada.
— Lessy, ¿Se encuentra bien? —le pregunté al verla tan pálida.
— No lo sé, tengo un muy, muy mal presentimiento —respondió, tocando su estómago.
— ¿Quiere que le traiga algo? Puedo faltar al trabajo para cuidarla, no se preocupe.
— No, no te preocupes tú, James, soy la adulta, yo estoy bien —no parecía, pero aún así asentí.
— ¿Quiere que le ayude en algo?
Su semblante cambió y por un momento pareció ver algo.
— Sí, de hecho, sí, James, ¿Puedes prometerme algo?
— Por supuesto, lo que sea.
— Cuida a mis hijos.
Fruncí el ceño al escucharla.
— ¿Por qué lo dice? ¿De verdad se encuentra bien? No hay problema, puedo quedarme-
— Solo tienes que prometerlo.
La miré un poco confuso, me estaba asustando.
— Lo prometo, lo juro —le respondí, y no solo era para mantenerla tranquila, en verdad daría mi vida por ellos.
Ella me sonrió y miré el reloj, ya casi era hora de trabajar.Subí a la habitación de Adalid, estaba escuchando música.
— Adalid —la llamé, después de tocar la puerta y mantenerme en el marco de ella.
Vi el momento en el que cerraba sus ojos.— Sé que no estás dormida, Hada —dije cerrando la puerta-)—. Tu mamá ya llegó, y tus hermanos también, tenemos que ir a trabajar.
Seguía sin abrir los ojos o moverse.
Bueno, quizás sea una mala idea, quizás me quede inválido o sin alguna extremidad, pero me acerqué a ella, y en su oído susurré.— Sé que estás despierta, Adalid —su piel se erizó.
Abrió los ojos de golpe frunciendo el ceño.
Me aparté con cuidado, estaba en frente de su rostro y sonreí.— Se ve tan jodidamente bien con ese moretón —susurró analizando mi rostro, contuve una sonrisa y me incorporé, cuando estaba nerviosa, decía lo que pensaba sin querer.
— Te pusiste nerviosa —dije sonriendo.
— No.
—No era pregunta —me daba algo de risa la situación, hasta que se levantó, acercándose con seguridad a mí, su boca estaba en mi oído y sopló un poco.
Carajo, definitivamente ella me mataría.
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Azul Tormenta
HistoryczneMuerte en la Guerra. A lo largo de 60 años, una isla ha surgido al sur del océano pacífico, provocando la guerra entre países, peleando por un territorio del tamaño de Europa. De insultos, hasta virus mortales, son algunas de las maneras en las que...