Muerte en la Guerra.
A lo largo de 60 años, una isla ha surgido al sur del océano pacífico, provocando la guerra entre países, peleando por un territorio del tamaño de Europa.
De insultos, hasta virus mortales, son algunas de las maneras en las que...
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Después de todo eso, fuimos a ver una película, no me gustó para nada. No diría estar enojado, pero.
- ¡¿SE MURIÓ ASÍ SIN MÁS?! -grité enderezandome, alzando y sacudiendo los brazos mientras pasaban los créditos-. ¡LE DIJE QUE CORRIERA! ¡ADALID! ¡Le dije que corriera! Que estúpida.
Es que la maldita señora tuvo que asomarse en la puerta ¿Quién choripancracio hace eso?
- Sí Jamjam, pero es una película, no te va a escuchar -se veía fastidiada de mi quejas, pero bueno, no podía quedarme callado, tenía que demostrar mi frustración.
Tomó mi mano, pero necesitaba mover mis brazos para transmitir mi inconformidad.
- ¡Pues debería! Que idiota, para empezar, ¿Quién salchichas va a un bosque en el que ya se han reportado más de 30 desaparecidos y 10 muertos? -digo, si fuera yo, hasta me cambio de país-. Que estúpidos.
- Si no iban, no habría película Jamy.
¿Y el problema?
- Pues mejor así eh, mejor hubiéramos visto esa de comedia, es mucho mejor, además, la película es malísima, ¿Por qué un bosque andaría matando por qué si? -no entendí nada de la película.
- Porque no era un bosque, era un grupo, pon atención, a la próxima tú elige la película y no me digas, "elige tú" o "la que tú quieras" porque te pones así.
¿Pero por qué el grupo andaba matando gente? ¿Contaminación? ¿No son ellos los que contaminan con su manera de matar tan sanguinaria? ¿O era un tipo de abono natural?
Juro poder ver el fuego emanar de su ser, se estaba enojando, pero bueno, yo también me podía enojar de vez en cuando, aunque la paciencia de Adalid no era lo más abundante del mundo, es más, estaba en peligro de extensión.
- Pirqii ti pinis isi -arremedé.
Buen camino James, así seguro la conquistas.
- No me arremedes James -me apuntó, advirtiendo, Adalid sabía golpear, pero yo sabía correr muy bien.
- Ni mi irrimidis Jimis -en esos momentos no le veía significado a vivir de manera sana, podía ser mi última vez hablando, Adalid, si me golpeas, solo no lo hagas en el rostro.
- El estúpido es otro -soltó mi mano y tomó la basura que dejamos, sabía que se refería al comentario de los que murieron.
Ella tiene una forma diferente de enojarse conmigo, solo me ignora, con los demás no, les contesta, golpea, etc. A mí solo me ignora hasta que le pido perdón, así de grande es su orgullo, por suerte, el mío no.
