CAP 39 - Nadie es como tú

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Su entrada repentina los agarra desprevenidos, el ambiente es silencioso, la respiración irregular de Mic y la tuya es perceptible dentro del laboratorio, tus nervios se disparan por no saber qué decir.

—¿Qué están haciendo aquí? —Vuelve a preguntar Aizawa.

—Buscaba al profesor de laboratorio, pero no se encuentra, ella no sé qué hace aquí —Se excusa Mic.

No espera una respuesta de su amigo, Mic simplemente sale de ahí, sin decir más, escapa de la situación y te deja sola, idiota, piensas, inhalas y exhalas, te muestras tranquila y caminas hacia la puerta en donde se encuentra Aizawa, mirando fijamente como te acercas.

—¿Viste al encargado de las llaves? —Dices al fin—. El almacén está cerrado, lo estoy buscando.

—¿Por eso estabas aquí? —Pregunta pareciendo celoso.

—¿Tendría otra razón?

—¿Por qué Mic estaba contigo en un salón cerrado? —Bloquea la salida de la puerta con su cuerpo, es más alto que tú, siempre fuiste consciente de eso, pero hoy, ciertamente su altura te intimida, así lo empujes, sería difícil lograr que se mueva, conocías el lado celoso de Aizawa, pero lo de ahora, se ve más intenso de lo que ya conocías.

—No tengo que darte explicaciones, solo coincidimos, es todo, ¿Ahora si me dejas pasar?

—¿Buscas al encargado de llaves? Sé donde está, te acompaño —Dice como una orden.

—¿Qué? No. Puedo ir sola, gracias.

—No vas a ir sola.

—Ya no salimos Aizawa, deja de comportarte como si lo estuvieramos. No te pedí ayuda, déjame salir.

Lo que salen de tus labios, lo golpean, lo sabes, eso debió dolerle, pero es verdad, no tenía que que ser posesivo cuando ya no existía nada, se hace a un lado en silencio, caminas de regreso a tu oficina, ya ni tienes ganas de buscar al encargado de las llaves, este día no podía ser peor, Mic devorando tu boca en el laboratorio comportándose como un idiota y Aizawa queriendo tener control sobre ti ¿Qué acaso una chica no puede vestirse libremente sin tener que soportar los celos posesivos de hombres que creen que eres de su propiedad?

Tres horas han pasado, necesitas las hojas de escritorio, te diriges al almacén de nuevo con la esperanza de que esté abierto, el elevador desciende, a lo lejos puedes ver que si lo está. Tus tacones suenan en el pasadizo mientras caminas, todo está silencioso, al entrar, recuerdas la última vez que estuviste ahí. Atsuhiro parado frente a ti deseando tenerte, y pensar que lo rechazaste por alguien que creías que valía la pena, menudo error.

Tomas algunas hojas, das la vuelta y él está parado ahí, Es Mic... ¿Cómo no lo escuchaste entrar?

—Lo de hace rato, yo...

—Ya sé —Dices sarcástica—, No puedes traicionar a tu mejor amigo, me queda claro... No es la gran cosa, solo fue un beso.

Mentiste, los besos con Mic siempre fueron diferentes al resto, lo supiste siempre, con él se sentía diferente, no sabías la razón de ello, no podías decir que lo amabas, de hecho si de querer a alguien te referías, Aizawa los vencía a todos, a él lo querías, lo querías de verdad, te sentías segura a su lado, ya casi comenzabas a amarlo, pero con Mic todo era diferente, existía una química inexplicable, pero tu orgullo jamás te permitiría admitirlo, al menos no ahora, te soltó en una milésima de segundo apenas escuchó la voz de Aizawa, y luego salió del laboratorio como si nada hubiera pasado, huyendo de la situación, si él había dañado tu ego, tu también podrías hacerlo.

—¿Solo un beso?

—Solo fue un impulso Mic, tú también lo sabes, sino no hubieras salido del laboratorio a toda prisa...

MY FUCKING ADDICTION - Present Mic, Mr. Compress, Aizawa y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora