Ante la mirada de todos, pides rápidamente tu café de siempre unas donas y sales ignorando ser observada, caminas hasta la oficina de Nezu quien te recibe de forma amable como de costumbre.
—Me alegra que hayas regresado, déjame darte la bienvenida —Nezu extiende la mano.
—Muchas gracias —Lo saludas—. También me alegra volver.
—Me complace informarte que ya hemos reparado todos los daños, la oficina es sólo tuya como antes, ya no tendrás que compartirla con el maestro Aizawa.
Escucharlo decir eso hace que sientas como un peso enorme se te quita de encima, tenías planeado solicitar un cambio de compañero de oficina pero esto es mucho mejor.
—Me alegra escuchar eso, no sabe lo agradecida que estoy.
—Ya removieron las cosas de Aizawa de tu oficina, así que siéntete con la libertad de hacer uso de ella. Enviaré a alguien para que suba todos los archivos en unos minutos.
—Muchas gracias director Nezu, me retiro entonces, hasta luego.
Sales de su oficina y con en el café y donas aún en manos tomas el ascensor de subida, no hay nadie en el pasillo, caminas con tranquilidad hasta la puerta, y al abrirla todo se ve nuevo, como el primer día que entraste ahí, un espacio solo para ti, un espacio que ya no tienes que compartir con nadie.
Apenas tomas tu asiento en tu escritorio para degustar lo que habías traído de la cafetería la puerta suena, haces un quejido, pero finalmente invitas a pasar a quien esté tras la puerta.
—Hola. Lo siento, yo solo venía por esta caja de aquí. —Es Aizawa.
Escucharlo y verlo después de varias semanas hace que tu corazón palpite rápido y se estremezca, se ve bien, luce una ropa casual que le hace resaltar lo atractivo que es, te toma unos segundos responderle por todo lo ocurrido.
—Ho... Hola, no hay problema.
—Tú... no respondiste mis mensajes, lo entiendo... No pienses que voy a agobiarte ahora que has vuelto, y si es posible, me gustaría tener una buena relación contigo, aunque solo sea estrictamente profesional.
—Gracias por eso, haré mi mayor esfuerzo para que eso sea así.
—Gracias a ti.
El tono de voz con el que te hablaba era sereno, si todavía mantendrían el tipo de relación que llevaban, probablemente habrías corrido a sus brazos al escucharlo, pero ahora todo se sentía distante, pese a estar a unos metros, te sentías a kilómetros de él. Con cada paso que daba hacía la puerta de salida más y más se sentía lejano.
—¿Sabes por qué nunca contesté? —Dices y él se detiene—. Yo... necesitaba tiempo para asimilar todo lo ocurrido y poder seguir con mi vida, sé que lo entiendes, creo que ahora... al fin puedo estar lista para llevar contigo esa relación de la que hablas —Voltea a verte con algo de emoción—. La relación estrictamente profesional —Su cara refleja decepción—. Después de todo... trabajamos en el mismo lugar y por el bien de todos, es mejor llevarnos bien.
—A eso te referías —Baja la mirada—. Está bien... —Muestra una sonrisa débil—. Si necesitas algo y está a mi alcance ayudarte, lo haré.
—Lo tendré en consideración Aizawa, gracias...
—Por cierto... ese tono de cabello... te queda muy bien, te ves bonita.
Pronuncia esas palabras con una sonrisa tierna, de esas que te encantaban, de esas que amabas ver y hacían que el corazón se te derrita... La puerta se cierra y el hambre de pronto se ha ido, dejas las donas a un lado y solo bebes el café, minutos después como dijo Nezu, alguien deja un montón de archivos en tu oficina, había mucho que hacer y eso era perfecto, despejar tu mente era lo que necesitabas y ocuparla en trabajo estaba bien.

ESTÁS LEYENDO
MY FUCKING ADDICTION - Present Mic, Mr. Compress, Aizawa y tú
Fiksi PenggemarTienes 24 años, trabajas en una empresa muy importante dedicada a las finanzas, tu quirk no es muy especial para ti, un día cualquiera conoces a Present Mic y tu vida cambia por completo. Al conocerlo empiezas a conocer un poco del mundo de los hér...