2 semanas después.
Ese día llegué a la casa de la Caro temprano porque me iba a ayudar a arreglarme para la junta de esta tarde con los amigos del Pancho. Iba a ser tipo 6 de la tarde, "sunset vibes" o una wea así me dijeron.
No la saludé, sino que avancé derecho hasta su pieza y me dejé caer en su cama en posición fetal, con las manos sobre mi estómago.
- ¿Andai con la regla? – me preguntó ella preocupada – ¿te voy a hacer un tecito?
- No – dije apenas, me dolía mucho la guata – es que anoche me mandé todas las rutinas de la Chloe Ting.
La Caro soltó una risa de alivio y yo rodé para hacerle espacio. En serio que esa mina era cuática, tenía unos videos en YouTube para sacar calugas en 2 semanas y anoche se me ocurrió hacer el ejercicio de 3 días juntos, los músculos me ardían con cada movimiento que hacía y si se lo están preguntando, no, no me salieron calugas.
Después de un rato de reírse, mi prima cachó que estaba adolorida en serio.
- Chuta, ¿qué te traigo? – se puso de pie – tienes que estar bien para la tarde.
- Un guaterito porfa – susurré con voz ahogada y volví a enterrar la cabeza en la almohada.
Lo de aplicar calor fue buena idea, mis músculos se empezaron a soltar y sin la contractura me sentía mucho mejor. Almorcé livianito para no hincharme como me había enseñado la nutri y tipo 3 de la tarde empezamos a armar el cuento: me había tenido que comprar el bikini en otra parte porque no hubo caso que me entraran los de esa tienda, por mucho ejercicio que hiciera. Encima me puse una polera de tirantes livianita y unos shorts holgados, muy onda playa.
El tema es que la polera que debía ser suelta me apretaba en las pechugas.
- ¿Y si te pones una faja? – sugirió mi prima cuando salí del baño.
- Ya estoy con la faja puesta, weona – respondí y me pasé una mano por el pelo, media choreada.
Se acercó a acomodarme la polera, buscando la forma de hacer parecer que me quedaba grande. Las cuicas son tan flacas que incluso la ropa apretada les queda suelta de algunas partes, era difícil imitar eso.
- Filo – me rendí cuando ya se acercaba la hora de salir – a lo mejor al Francisco le gustan las minas que no son planas.
Agarré un par de zapatillas blancas, que desde ya presentía que iban a ser un desastre, y le agradecí a mi prima por haberme ayudado a preparar mi presentación en sociedad.
- Intenta pasar piola, Emi – me dijo antes de cerrar la puerta – sé que es difícil para ti porque eres súper loca pero intenta pasar piolita hoy día, ¿ya? Para caer bien.
- Me voy a controlar, no te preocupí – contesté y me encaminé a tomar el metro.
Tengo una teoría: las minas ABC1 tienen ropa tan bonita porque no andan en transporte público, weon. Cuando me subí al metro había un chicle pegado en el asiento, menos mal que me di cuenta antes pero igual, estaba lleno de suciedad por todas partes. Yo nica podría salir con unos pantalones blancos y que siguieran siendo blancos al final del viaje.
Eso mismo me pasó con mis zapatillas: me bajé en el metro Los Dominicos para hacer la combinación con la micro, si era bien a la chucha la casa de la amiga del Pancho, y obvio que a cada rato me pisaban las zapatillas blancas nuevitas, quedaron llenas de polvo y marcas de suela. Me bajé una cuadra antes y saqué de mi mochila unas toallitas húmedas para limpiarlas y no llegar así a la junta. Busqué la ubicación que me había mandado el rucio y por la música supe que estaba afuera de la casa correcta. Toqué el timbre.
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Suéltate (Francisco Sierralta y tú)
FanfictionÉl pensó que le podía mostrar el mundo. Ella le demostró que no había conocido nada todavía. A Sierralta se le mueve el piso cuando conoce a una mina que es un caos con patas. ¿El problema? Que el rucio anda con su polola de toda la vida. ¿Es muy ta...