Sierralta's POV
Me estaba arreglando una polera frente al espejo, era de color blanco, bien básica para que combinara con mi traje de baño tropical. Golpearon la puerta.
- ¿Sí? – dije sin mirar, solo escuché el ruido de la puerta abriéndose despacio.
- Amor, ¿te falta mucho? – preguntó la Paula, asomándose un poquito por el marco de la puerta sin abrirla del todo.
- No – tironeé de la polera hacia abajo para estirarla un poco, entonces me giré a mirarla con pocas ganas – ya estoy listo.
- Yo creo que deberías ir un poco más abrigado, amor – ella terminó de entrar y apoyó la espalda en la pared, sin acercarse mucho – van a hacer máximo 19 grados.
- ¿19 grados a dónde? – fruncí el ceño, extrañado – si la casa de la Clo queda como a 20 minutos de acá.
- Ay, amor – se paró de puntitas a mi lado y buscó engancharme el brazo, hizo un puchero – es que hace tanto tiempo que no estamos juntos que te echaba mucho de menos, pensé que a lo mejor podríamos irnos los dos solitos a Cachagua por el fin de semana como cuando estábamos en el colegio, ¿te tinca?
- Puta, no sé – me pasé una mano por el pelo, solo con la excusa de soltarme de su agarre – vamos el otro fin de semana si queri. Nos comprometimos para hoy día con la Claudia.
"Y yo me comprometí con la Emi", quise decir.
- Ay, Francisco – insistió y me volvió a tomar del brazo – la Clo es mi mejor amiga del colegio, o sea, cero atado. Ella va a estar feliz de que nos vayamos a Cachagua. Ya, ahora anda a buscar un polerón y a hacer tu bolso, yo tengo todas mis cosas en el auto. Te amo, no te demores.
Me dio rabia, porque era lo que siempre hacía: tener todo el plan armado y avisarme a último momento para que yo no pudiera decir que no. Me senté en la cama intentando pensar en qué le iba a decir a la Emi para que no fuera a esa fiesta.
"Que la cancelaron", no, porque entonces me va a preguntar si nos podemos juntar de todas maneras en otra parte y le voy a tener que decir que ando con la Paula.
"Que todavía me siento mal por el covid", tampoco es buena idea, sé que es capaz de venir a cuidarme o que va a estar pendiente por si necesito cualquier cosa y no la quiero preocupar.
Puta la wea, de verdad no quiero que vaya. Sé que la invité, que fue mi idea, pero lo hice porque iba a estar yo cuidándola. Sé que mis amigos pueden ser más pesados que la cresta, los quiero y todo, pero me preocupa que se pasen con la Emilia.
Aparte ella vive súper lejos, seguramente ya viene en camino y sería súper feo avisarle ahora que mejor no vaya...
Ya filo, la Claudia era más amiga de la Paula que mía, pero sé que es buena persona. Se me ocurrió que era mejor escribirle a ella:
Hola Clo, ¿cómo estai?
Oye, ¿te acordai que te pregunté si podía invitar a una amiga? ¿A la Emi?
Ya, el tema es que me surgió algo de último momento y no voy a poder ir. Y me preocupa que la Emi esté sola con esos weones, tú sabes cómo son.
Te la encargo, porfa. Cuídala por mí.
...
La puesta de sol ya estaba por terminar y el viento estaba refrescando. La Paula se llevó las rodillas al pecho.
- ¿Tienes frío? – le pregunté sacándome el polerón, ella asintió.
Se lo puse por encima de los hombros y ella apoyó su cabeza en mi brazo acurrucándose contra él. Por más que estuviera enojado con ella a mí me habían enseñado a ser un caballero, no iba a dejar que se cagara de frío. Continuamos en silencio observando las olas.
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Suéltate (Francisco Sierralta y tú)
FanfictionÉl pensó que le podía mostrar el mundo. Ella le demostró que no había conocido nada todavía. A Sierralta se le mueve el piso cuando conoce a una mina que es un caos con patas. ¿El problema? Que el rucio anda con su polola de toda la vida. ¿Es muy ta...