Capítulo 14: Voy a cambiar por ti

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Con los días me fui convenciendo de que este cambio era para mejor: ya tenía 21 años y me faltaban 2 para egresar y comenzar mi vida laboral, ya era tiempo de preocuparme por mi aspecto.

"Como te ven es como te tratan", repetía mi tía siempre, y supongo que usando jeans rajados y poleras estampadas con monitos no me iban a pescar mucho en un círculo social como el del rucio.

- ¿Estás segura de que quieres hacer esto? – me preguntó la Caro cuando le conté todo lo que había pasado esta última semana y las decisiones que tomé al respecto.

- Sí – asentí, pero parecía que me estaba contestando más a mí misma que a ella.

- Bueno, será po – se encogió de hombros - ¿a qué hora sales de la pega mañana?

- A las 2, ya me pagaron – me froté las manos con una sonrisa, eso significaba que íbamos a ir a hacer mierda mi sueldo.

- A las 2 entonces – me confirmó ella – le voy a pedir el auto a mi mamá.

...

- Esa es la tienda de los pantalones – apunté con el dedo en cuanto la reconocí y llevé a la Caro casi corriendo hasta la puerta.

- Buenos días, ¿en qué te puedo ayudar? – nos saludó la niña que trabajaba ahí, era la misma del otro día.

- ¡Hola! Sabes que vine el otro día con mi tía buscando una polera para estos pantalones – se los mostré, me los había puesto hoy también – y venimos a vitrinear más cositas de este estilo, no sé si me puedes orientar un poco.

- Sí, por supuesto – acá te atendían súper bien, no como cuando vas a Ripley y nadie te pesca porque está lleno - ¿qué talla buscas?

Bajé la mirada para darle un vistazo a mi contextura.

- M yo creo – respondí, yo siempre era M.

La chica me observó de pies a cabeza.

- No, tú debes ser una XL, es que los tallajes aquí son más pequeños.

Hasta ahí nomás llegó lo de buena atención. Quiero retirar lo que dije antes.

- Bueno, si usted es la que sabe – respondió mi prima por mí antes de que dijera alguna estupidez y me arrastró dentro de la tienda.

La vendedora nos mostró las distintas colecciones, tenían distintos estilos: uno muy playero, de poleritas cortas y falditas blancas que se volaban con el viento, uno más hippie chick como los pantalones que me regaló mi tía, todo muy relajado, cositas sueltas, "simples", y por supuesto que estaba la sección más popular de negro y animal print. ¿Por qué les gusta tanto el animal print? ¡Habían unos horribles!

Esto me estaba abrumando un poco porque de momento no me gustaba nada, no sabía qué comprar. En eso me llega un mensaje del Francisco:

Hola Emi, ¿cómo estai?

Disculpa por no haberte escrito estos días, es que he estado full con el entrenamiento en el Watford para que me den vacaciones.

La buena noticia es que me dijeron que sí! En febrero estoy por allá.

De hecho, la mejor amiga de la Paula va a hacer una junta piola con nuestros amigos del colegio, me gustaría que fueras para que se conozcan, ¿quieres ir?

- ¿Te decidiste por algo? – me habló la Caro pero no le contesté, estaba demasiado metida en mis pensamientos - ¿Emilia?

- ¿Sí? – hablé solo por decir algo, pero yo seguía leyendo con una sonrisa el chat abierto del rucio.

- ¿Vas a comprar algo o no? – insistió.

- Eh, sí, sí – reaccioné – me tengo que comprar un traje de baño.

De repende me había cambiado el ánimo. El rucio me había invitado a conocer a sus amigos, era la tremenda oportunidad para poner en práctica todo lo que quería aprender y dar una buena impresión. Volví a tener interés en la misión de hoy y agarré vuelo, tanto que casi se me olvida contestarle:

¿En serio? ¡Qué bacán! Ya po, tú me dices el día y nos juntamos ahí, gracias por invitarme.

Empezamos desde cero a vitrinear la ropa, ahora con más entusiasmo. La Caro tenía abierto Instagram para revisarle el perfil a la Paula. Por mucha envidia que le tuviera, tenía que reconocer que ella se vestía muy bien, más encima estudiaba diseño, así que era el mejor referente para partir.

- Mira – sostuvo una prenda entre sus manos y luego me mostró el celular – ella tiene una blusa como esta.

Entonces yo la apartaba y la dejaba en el montón de ropa que se acumulaba en el probador.

- Anda a probarte esto por mientras, yo te busco algo que combine – me decía mi prima.

Y así nos llevamos toda la tarde, armando tenidas en base a sus fotos.

- ¡Te falta una falda! – me gritaba desde el otro lado del probador – te traje varias, ella tiene una mini de animal print y se la pone con una camisa blanca amarrada en la cintura.

Abrí un poco la cortina, lo suficiente para sacar la mano y recibir otro montón de ropa.

- Pero no me gusta el animal print – repliqué como si fuese una niña pequeña haciendo un berrinche, pero sabía que tenía que aceptarlo.

- También te falta una chaqueta tipo oversize, ella las usa con un vestido debajo, voy a ir a buscar uno así y vuelvo – la Caro me estaba ayudando caleta, y a mí esto de jugar a los disfraces me empezaba a gustar.

La vendedora era la más feliz, sobre todo cuando le pasaba la ropa que sí iba a llevar.

Luego llegó el momento de buscar un bikini. Tenía varios en la casa, pero la verdad es que eran muy simples y no se parecían a los que usan las cuicas, así que aprovechando que estamos aquí le pedí a la vendedora que me mostrara algunos.

- Pero aquí me cabe con suerte una pechuga – dije bajito extendiendo la parte de arriba. Eran realmente pequeños.

- Es que las cuicas son planas po Emi – me susurró – pruébatelo igual, a lo mejor la tela da.

Lo miré con desconfianza pero no se pedía nada con intentar. Se me enrolló a la altura de los hombros y me lastimó la piel cuando lo tironeaba para que bajara. Logré ubicarlo a la altura del busto pero no me tapaba casi nada. Y así fue con todos.

Salí un poco derrotada, toda la emoción de haber imitado los looks de la polola del Pancho se había desvanecido porque el traje de baño ni siquiera me entraba.

Estaba decidida a parecerme a ella y tenía cerca de un mes y medio para lograrlo.

Hora de la segunda parte del plan. 

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La Caro es la más apañadora del mundo, pero no sé si está bien que la Emi llegue tan lejos :/ Tengo como sentimientos encontrados con eso.

¿En qué se va a meter la Emilia ahora? Las leo.

Pd. No hemos hecho ningún Q&A en este fic! Se me había olvidado. Pueden dejar sus preguntitas en los comentarios o me las mandan por mensajes. Recuerden que puede ser de lo que quieran: de esta novela, de las otras que tienen publicadas en mi perfil, de las que se vienen a futuro, curiosidades, cosas que quieran saber sobre mí... lo que se les ocurra :D

A todo esto, debo admitir que tenía preparadas dos notas de autor para este capítulo según si Chile ganaba ayer o no hdksjd lo bueno es que la selección tuvo un final feliz <3 ¡Ganamos gente! ¡Wuuuu!

Suéltate (Francisco Sierralta y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora