Siempre me pongo emotiva cuando me toca escribir el epílogo de una novela. Disculpen, es que soy sensible.
Este ya es mi tercer fic. Cuando comencé pensaba que el primero siempre iba a ser el más especial, pero he aprendido que todos terminan por ganarse un lugar especial en mi corazón.
A medida que iba escribiendo los dos primeros me di cuenta de que muchas de las niñas que me leían eran menores que yo, casi todas no habían terminado el colegio. Y pensé en la influencia que pueden llegar a tener mis historias en ellas, quería esforzarme por darles una protagonista que fuera un buen modelo a seguir. En la adolescencia somos súper influenciables, a veces hacemos cosas porque es la moda, porque quiero caer bien, porque sino voy a ser la rara... Y quiero decirles que no, por favor, siempre sean ustedes mismas, siempre sean fieles a lo que consideran importante, a lo que es parte de ustedes.
No me voy a extender mucho porque no hay nada que no haya dicho. Como siempre, muchas gracias por el apoyo incondicional que le están dando a mis novelas todo el tiempo.
Este fic en particular es el que tiene menos lecturas de mi perfil, pero aun así lo hice con mucho cariño. Todavía están a tiempo de recomendárselo a alguna amiga/conocida que pueda querer leer algo así.
Ojalá les haya gustado esta historia, en serio que le puse tanta o más dedicación que a las otras. Así que ahora es turno de ustedes, cuéntenme qué les pareció, qué opinan, qué les gustó más, si hubo algún capítulo especial o algún mensaje que les llegara al corazón.
Tómense un minutito para pensarlo y me lo escriben en los comentarios :)
Por mientras les aviso que en el capítulo siguiente van a encontrar un especial de datos freaks de "Suéltate", y que ya tienen disponible en mi perfil el primer capítulo de la segunda temporada de "Juega conmigo" que se llama "Juégatela por mí", con Joaquín Montecinos.
Me despido por ahora, gracias por haber llegado hasta aquí <3
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Suéltate (Francisco Sierralta y tú)
FanfictionÉl pensó que le podía mostrar el mundo. Ella le demostró que no había conocido nada todavía. A Sierralta se le mueve el piso cuando conoce a una mina que es un caos con patas. ¿El problema? Que el rucio anda con su polola de toda la vida. ¿Es muy ta...