Capítulo I

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Zachary

Después de pasarme la noche recogiéndolo todo junto con mis hermanos y de no pegar ojo en el avión, por fin llegamos a casa de mi abuela. Está tal y como la recordaba. Solíamos venir con mis padres a pasar el verano porque su campo tiene una piscina preciosa.

Nada más llegar, mi abuela nos recibe alegremente y nos da un abrazo a cada uno antes de enseñarnos cuáles van a ser nuestras habitaciones. La mía está al lado de la de mi hermano y enfrente está la de mi hermana. Mejor, me gusta tenerlos cerca por si necesitan ayuda en algo.

Entro a la habitación y lo primero que veo es que le hace falta una remodelación urgente, pero por el momento está bien. Mientras mi abuela hace la comida, nosotros nos encargamos de decorar nuestras respectivas habitaciones y acomodarnos. Pongo mi ropa, que no es mucha, en el armario y mis libros en la estantería, ordenándolo todo de aquella manera, el orden no es mi fuerte.

Una vez he terminado de ponerlo todo, más o menos, me rugen las tripas, así que bajo a comer algo antes de acostarme, pienso dormir toda la tarde si es necesario.

–¡Zackie! Que guapo y alto te has puesto en estos años –me da palmaditas en la espalda y vuelve a concentrarse en que no se le queme lo que sea que está haciendo. No sé lo que es, pero si sabe cómo huele estará exquisito –Dime, ¿Por qué has decidido venir ahora con tus hermanos?

–No me apetece hablar sobre eso –contesto, pero me arrepiento al instante al ver la cara de reproche que me pone, así que suspiro y rectifico –He cortado con Avery.

–Ya te decía yo que esa chica no era trigo limpio. ¿Qué te ha hecho esa arpía? –En circunstancias normales la defendería, pero no tengo energía para ello, así que me siento en la banqueta de la isla.

–He descubierto que me ha estado poniendo los cuernos todo este tiempo –Me paso las manos por el pelo, cansado.

–¿Qué qué? –escucho a Naomy tras de mi –¿Es enserio?

–No, me lo he inventado porque me parece entretenido ir inventándome cosas así por la vida –le contesto con sarcasmo mientras ruedo los ojos, ganándome una colleja de su parte.

–Métete el sarcasmo por donde el sol no brilla, esto es serio. Quiero que nos lo cuentes todo –exige sentándose a mi lado.

–¿Qué hay que contar? –aparece Nehemias y se sienta frente mía.

–Ayer fui a casa de Avery y me la encontré en la cama con Gael. Me cabree y discutimos los tres. Al final, me volví a casa mientras le pedía a Abu que nos dejara quedarnos aquí, no hay nada más que contar y no quiero hablar más sobre esto –apoyo los brazos en la isla y pongo la cabeza sobre esta. De verdad, estoy agotado.

Noto que Naomy me acaricia un poco la espalda, como si eso fuera a cambiar algo, sin embargo, no reprocho porque me gusta que lo haga.

Nadie más añade nada sobre ese tema, sino que cambian de conversación, cosa que agradezco. Cuando la comida está terminada, entre los tres ponemos la mesa y nos sentamos a comer.

«¿Por qué la comida de las abuelas siempre es la más buena?»

En fin, cuando terminamos de comer recogemos todo entre los cuatro y subo a mi habitación a dormir. Duermo durante toda la tarde, hasta que me despierta un mensaje de Addriel, que es prácticamente como si fuera mi hermano, nos conocemos desde que tengo memoria.

Addriel
Bro, ¿Cómo es eso de mudarte aquí de nuevo y no decirme nada? Eres un cerdo

Sonrió un poco ante su comentario y le respondo

Yo
Perdona, no he tenido tiempo ni para respirar

Addriel
Me imagino, oye, ¿sigues corriendo?

Yo
Por supuesto, menuda pregunta de mierda

Addriel
Bien, vente que esta noche hay carrera, fijo que puedes destronar a nuestro líder actual, ese sí es una mierda

Yo
No he venido aquí a destronar a nadie

Addriel
Venga, porfis, sabes que quieres en el fondo y que vas a terminar viniendo, ahórrame el arrastrarme

Yo
¿A qué hora?

Addriel
Olee, pues a las 22:30

Yo
Allí estaré

Dejo el teléfono en la mesita de noche y me levanto a cambiarme antes de ir a las carreras de motos, solo tengo media hora. Mi padre competía en carreras ilegales, él me metió en el mundo de las motos y la verdad es que me encanta. Así que me cambio rápido, me pongo mi chaqueta de cuero negra, pillo mi moto y me voy hacia donde se celebran las carreras.

Cuando llego ya hay un montón de gente y me encuentro con Addriel, que viene a recibirme con un medio abrazo nada más me bajo de mi moto.

–Ven, te está esperando –dice Addriel.

–¿Qué? ¿Quién?

–El líder, quiere hablar contigo.

–¿Qué le has dicho, Ad? –pregunto con desconfianza

–Nada, nada –llegamos ante un tío tatuado y alto, aunque no tanto como yo –Líder, este es Zachary.

–Con que tú eres quien quiere quitarme el puesto, ¿Eh? –dice mientras me mira de arriba abajo, en un gesto que intenta ser intimidante, pero la verdad es que me toca aguantarme la risa.

–No he venido a pelearme con nadie –suficientes problemas tengo ya como para pelearme con este tío también.

–Haremos una cosa –se me acerca, pero no retrocedo –Una carrera, tú contra mí, quien gane será el líder.

–Bien, y quien pierda se larga –este chico no sabe dónde se está metiendo.

–Trato –se gira y grita –¡Traerme la moto! –mientras, yo voy a por la mía y me pongo en la salida.

Se pone a mi lado y una chica con dos banderas y un micrófono empieza hablar:

–Hoy tenemos una carrera por el puesto de líder de "The Lions on Fire", hagan sus apuestas porque esto se va a poner interesante –avanza contorneando las caderas hasta ponerse entre los dos y empieza la cuenta atrás –3... 2... 1... ¡Ya!

Salimos los dos muy deprisa, él va por delante por el momento. No sé cuántas veces he corrido, solo sé que cada vez que lo hago me siento tan libre que no me canso. Es la mejor sensación, la adrenalina que se siente es maravillosa. Me concentro en acelerar progresivamente y cuando llego a la curva más cerrada derrapo para ganar velocidad y terreno, adelantándolo.

Llega un momento en que no lo veo por el retrovisor, así que acelero, pues lo más posible es que haya decidido atajar por algún sitio y no voy a permitir que me gane. Efectivamente, momentos más tarde entra en el circuito de nuevo, justo delante mía. Ya veo la meta, pero aún puedo ganar, así que me inclino lo más que pudo para romper mejor el aire mientras sigo acelerando cada vez más y justo cuando vamos a pasar la línea de meta lo adelanto, ganando así la carrera.

Freno haciendo otro derrape y me bajo de la moto. La chica de antes me coge del brazo y lo levanta.

–Señoras y señores, ¡Tenemos nuevo líder! –anuncia efusivamente.

Mi contrincante se acerca a mí y me extiende la mano. Se la acepto y estrecho la mía con la suya.

–Buena carrera, los dirigirás bien –asiente un poco y se da la vuelta, largándose del lugar en su moto.

Addriel viene a por mí y no sé cómo termina arrastrándome a una fiesta en no se donde. La verdad es que no me acuerdo mucho de lo que pasó después, me acuerdo del alcohol, las risas, la rubia que me coqueteaba descaradamente... Y cuando me doy cuenta, estoy saliendo de casa de la rubia a las tantas de la mañana. Después de la noche que paso con ella, me vuelvo a mi casa. Nunca me ha gustado quedarme después, así que siempre me voy o las echo de mi casa.

Cuando llego, entro a mi habitación por la ventana, pues es muy temprano y no quiero despertar a nadie. Me doy una ducha rápida y caigo rendido en mi cama, durmiéndome más rápido de lo que esperaba.

𝚂𝚝𝚊𝚛𝚜 𝙰𝚗𝚍 𝚁𝚘𝚊𝚍𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora