𝚂𝚝𝚊𝚛𝚜 𝙰𝚗𝚍 𝚁𝚘𝚊𝚍𝚜

Capitulo XXXVI

Zachary

Ese insoportable sonido me despierta una mañana más, así que apago la alarma antes de que siga sonando y me haga odiarla más de lo que ya lo hago.

<<Nota mental. Cambiarle el sonido al despertador>>

Voy a dejar el teléfono en su sitio para seguir durmiendo hasta que, de reojo, veo el recordatorio que me puse hace 1 mes.

"Fin del reto"

Me levanto de un salto y me meto a la ducha. Son las 10:00, por lo que Kiara estará despierta ya y no pienso perder ni un minuto antes de ir a su casa y preguntarle por su decisión. Es increíble como solo en unos meses esta chica me hace sentir cosas que ni mi exprometida me hizo sentir en 5 años. Una vez termino de ducharme y me cambio bajo a prepararme algo rápido para desayunar.

–¿Por qué tanta prisa? –me pregunta mi abuela desde el otro lado de la cocina.

–Tengo que ir a casa de Kiara –respondo simplemente, ganándome una sonrisa pilla de su parte.

–¿Y eso?

–Le voy a pedir que sea mi novia.

–"¿Te gusta Kiara? ¿Qué? No" –me recuerda, poniendo la voz más grave en un triste intento de imitar mi voz.

–No me imites, no te sale.

–No cambies de tema, jovencito.

–Tampoco tengo nada más que añadir.

–Sí, por ejemplo "Abu, tienes la razón porque eres la mejor, te quiero".

–Eso x2 –me bebo el café y me tomo la tostada de mantequilla lo más rápido que puedo, dejándolo todo en el fregadero antes de darle un beso en la sien a mi Abu –Te quiero.

–Te quiero más, Zackie –me sonríe.

Le devuelvo la sonrisa y pillo las llaves de mi casa antes de salir hacia la de Kiara. Una vez estoy frente a su puerta cojo aire y toco. Estoy más nervioso de lo que imaginé, por eso se me hacen eternos los minutos que pasan antes de que ella me abra la puerta.

–Zachary –me dice, sorprendida –¿Pasa algo?

–Pasa esto –Le enseño la pantalla de mi teléfono que refleja la notificación del recordatorio.

Ella mira la pantalla y luego me mira a mi, pero antes de que pueda decir nada la voz de Eider nos interrumpe.

–¡Kiara, ven!

–¿Qué pasa? –le pregunta ella, mirándolo desde la puerta.

–Necesito tu ayuda, ¿qué color pega más con el traje, este o este?

–Pues ninguno –suspira y me mira –Tengo que ir a ayudar a mi hermano, seguimos con los preparativos de la boda, ¿lo hablamos en otro momento?

–Es rápido, solo sí o no.

–¿Y este otro color? –vuelve a interrumpir su hermano.

–Nos vemos más tarde, Zachary –me da una sonrisa antes de cerrarme la puerta en las narices y sin darme ninguna respuesta.

No me queda otra que irme a casa de mi abuela de nuevo. ¿Por qué no me habrá contestado? ¿Va a decir que no? ¿Quiere tiempo para pensar en como hacerlo?

Decido borrar esas ideas de mi mente y entro a casa de mi abuela, quien me espera en la puerta.

–Lo he visto todo desde la ventana de la cocina, ¿y bien? ¿qué te ha dicho?