Capítulo XL

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Zachary

Me despierto un poco desubicado, mirando a mi alrededor. Estoy en la cama de Kiara, puesto que las paredes de la habitación son azules y blancas, sin embargo ella no está a mi lado.

–Estoy aquí –me dice Kiara al ver que me doy la vuelta en la cama, buscándola.

–¿Y qué haces ahí? –le pregunto al verla sentada en el asiento de madera con el cojín azul que cuelga de una esquina de la habitación.

–Leer –le da la vuelta a su teléfono, de modo que la pantalla queda a mi vista y puedo ver las letras blancas reflejadas en ésta.

–Ven conmigo –me echo a un lado para que quepa en la cama.

–Estoy bien aquí –le hago pucheros y ella no puede evitar suspirar, rendida –Vaale, pero quita esa cara.

Le sonrío y ella me devuelve la sonrisa mientras se acerca al borde de la cama. Se apoya en sus rodillas y se inclina hacia a mi, robándome un beso antes de tumbarse encima mía. La rodeo con mis brazos, dejando mis manos descansar en su baja espalda y ella apoya la cabeza en mi pecho.

–¿Qué leías? –le pregunto con curiosidad mientras cuelo las manos por debajo de su camiseta, me resulta imposible mantener las manos alejadas de ella.

Kiara levanta la cabeza hacia a mí y me sonríe divertida.

–Un libro.

–Muy aguda.

–Gracias –le sonrío divertido y la abrazo mejor, podría tirarme horas tumbado con ella –¿Hacemos algo esta noche?

–¿Qué quieres hacer? –le pregunto.

–Te dejo el honor de decidir... por hoy.

–Bueno, si por mi fuera no saldríamos de la habitación –le sonrío pillo, sonrisa que ella me devuelve.

–Entonces me devuelvo el honor de decidir –no puedo evitar reírme un poco –¿Vamos a cenar a algún sitio?

–Vale, vente a mi casa después y ya decidimos donde.

–Vale –se acurruca conmigo, poniendo la cabeza en el hueco de mi cuello –Tenemos que hacer las maletas.

Suspiro y asiento en respuesta, dejando claro que moverme no entra en mis planes, aunque se ve que en los suyos sí, ya que me da un beso antes de levantarse.

–Vamos a desayunar, me muero de hambre.

Me levanto y la acompaño a la cocina junto con los demás. Después de desayunar cada uno sube a sus respectivas habitaciones y hacemos las maletas para volver a casa.

Kiara se sienta de nuevo al lado de Zyan una vez subimos al avión y yo decido sentarme delante, en los asientos vacíos, hasta que llega Liam y ocupa el que hay a mi lado. Esta vez no es solo Kiara la que se pasa el viaje durmiendo, anoche no es que ninguno de los dos durmiéramos mucho, así que nada más despegar consigo dormirme.

Cuando aterriza meto las maletas de Liam, Alina, Kiara y las mías en el maletero del taxi que nos va a llevar a casa. La de Alina es la primera parada, así que ella y Liam salen del vehículo y Kiara y yo nos quedamos esperando a Liam dentro. Después de unos minutos interminables Liam vuelve a entrar y nos dirigimos a nuestra casa. Me despido de mis vecinos y entro a la mía arrastrando la maleta tras de mi.

–¡Zackie, cielo! –mi abuela viene a recibirme nada más entro por la puerta y me da uno de sus fuertes abrazos –¿Qué tal el viaje? ¿Te lo has pasado bien? –me mira con una sonrisa divertida, subiendo y bajando las cejas, lo que me provoca una pequeña risa.

–Muy bien, gracias, Abu.

–Bueno bueno, pero cuenta.

–Luego, voy a deshacer la maleta –evito el tema porque quiero contarle lo de Kiara junto con mis hermanos, así que subo a mi habitación.

–No te vas a escaquear tan fácil, jovencito –la escucho gritarme mientras subo por las escaleras.

Me encierro en mi habitación y deshago la maleta, la verdad es que no es muy complicado porque prácticamente todo es para lavar. Cojo toda la ropa sucia, la bajo al cesto que se encuentra en la galería y vuelvo a subir a la habitación. La verdad es que no me apetece nada de nada ordenar lo que queda, por lo que me tumbo en la cama tranquilamente y cierro los ojos para descansar un rato.

𝚂𝚝𝚊𝚛𝚜 𝙰𝚗𝚍 𝚁𝚘𝚊𝚍𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora