Kiara
Después de tirarnos por unas cuantas atracciones más nos morimos de hambre, así que vamos a las taquillas para pillar las neveras con la comida e ir a la zona de picnic. Hay sitio tanto como para ponernos en el césped como para ponernos en unas mesitas de picnic que hay. Al final decidimos ir a las mesas porque como somos tantos y nos hemos traído tanta comida nos resulta lo más cómodo.
Después de comer cojo a Zachary de la mano y nos vamos a dar una vuelta por el parque, llegando a una zona donde hay 4 leones marinos y un entrenador que les explica al público características de estos animales y varios de los trucos que saben hacer. Arrastro a mi novio conmigo nada más verlos y me apoyo en la barandilla que hay, viendo el pequeño espectáculo.
-Anda, focas -escucho decir a Zachary antes de que se apoye en la barandilla también, a mi lado.
-¿Alguien sabe la diferencia entre las focas y los leones marinos? -pregunta el entrenador con un acento un poco extraño. Como no obtiene respuesta decide seguir -Las focas no tienen estas orejitas que tienen los leones marinos, ¿veis? Ni esta pequeña cola -con un movimiento le indica a uno de los leones marinos que se de la vuelta, enseñándonos así la colita que tiene -Procede de los osos, son de la misma familia y es lo que comparten en común, aparte de esta gran mandíbula con sus gigantescos dientes.
El león marino aplaude, así que la gente también y el entrenador le da un pescado. Me quedo embobada viendo la escena y solo la voz de la persona que tengo al lado me saca de mi asombro con estos preciosos animales.
-Voy a decirles a los demás que vengan, ¿te quedas aquí? -asiento en respuesta y me da un beso en la mejilla antes de irse.
-Necesito voluntarios para meterse en el recinto conmigo y los leones marinos, ¿quien se ofrece? -el entrenador pide y yo ni me lo pienso antes de levantar la mano, pero desgraciadamente no me elige, así que me quedo viendo lo que vayan a hacer desde la barandilla.
El entrenador manda a las personas esparcidas por el recinto y los leones marinos van en su rescate. También les dan una vuelta por la piscina y les empujan con el hocico por el pie para hacerlos nadar hasta la orilla. Cuando menos me lo espero mi familia ya están aquí y el entrenador pide que hagamos una fila si queremos sacarnos una foto con uno de los leones marinos. Consigo estar de las primeras de la fila, con Liam y Kenya.
-Creo que nunca os he visto daros tanta prisa para nada en la vida -les digo divertida -Ni para cuando tengo una urgencia.
-¿Eres una foca? No, pues cállate -contesta Kenya.
-Son leones marinos, inculta -la pica Liam.
-Lo que sean -Kenya le resta importancia, a lo que yo me rio un poco.
Hacemos cola y cuando es nuestro turno decidimos salir en la miso foto Liam, Alina, Zachary y yo. Voy directa a ponerme al lado de la foc... Digo león marino, mientras que Liam se adueña del otro lado del animal. Sonrío para la foto cuando noto algo fresquito tocar mi cuello, haciendo que se me pongan los pelos de punta. Miro hacia mi derecha y no puedo evitar sonreír ante la escena, el león marino me ha dado un beso y cuando giro la cabeza, él cambia el beso del cuello a mi mejilla, haciéndome sonreír más de lo que ya lo hacia.
***
El resto del día pasa con normalidad, nos subimos un par de veces en todas y cada una de las atracciones y cuando las cierran nos vamos a la piscina de niños, que tiene un gran cubo que cuando se llena de agua lo arrojan sobre la gente. Es lo único que nos queda por probar, así que estamos bajo los chorritos de agua que hay, esperando a que se llene el cubo para que nos lo tiren encima, cuando un socorrista empieza a pitar para que la gente salga.
-Un poco más, por favor -Kenya le hace pucheros al socorrista pero este la ignora completamente.
-Solo 3 minutos, en cuanto nos caiga el agua del cubo nos vamos -le dice Ligeia al socorrista, quien la mira un poco y con un bufido cede.
Son los 3 minutos más eternos de toda mi vida, hasta que de repente un montón de agua cae sobre nosotros y me toca sujetarme la parte de arriba del bikini para que no se me caiga, consiguiendo una carcajada por parte de Liam.
Cuando nos recomponemos de tremenda cascada de agua vamos a los vestuarios a recoger nuestras cosas e irnos a casa.
-Las fotos, tenemos que ir a por ellas, es la primera vez que un león marino me da dos besos y necesito el recuerdo inmortalizado -les recuerdo a los demás, que acceden a ir a buscarlas.
Llegamos al sitio y esperamos a que las personas despejen un poco el lugar y haya una máquina libre para pasar el QR que nos han dado antes para acceder a la foto.
-Mira, es esta -le digo a Zachary para que la amplíe y nada más lo hace empiezo a reírme.
Resulta que, justo cuando el animal me dio el beso en la mejilla, el fotógrafo hizo la foto, pillándole a Zachary muy mala cara.
-No tiene gracia -el afectado me entrecierra los ojos.
-Sí la tiene, mucha -contesto, fingiendo secarme una lágrima de la risa -¿Acaso estás celoso, Zackie? -vuelvo a reírme cuando rueda los ojos.
-Ve con los demás un rato -me dice, algo picado.
Decido dejarlo con sus celos hacia los leones marinos y volver con los demás. Pasado un tiempo me giro para ver si lo veo porque no ha vuelto y no tengo ni idea de donde está. De repente, dos brazos que conozco muy bien me abrazan desde atrás.
-¿Nos vamos? -pregunta mi novio mientras apoya la barbilla en mi cabeza.
-Sí, vámonos que me muero de hambre -Liam emprende el camino de vuelta a los coches y todos vamos con él.
***
1 hora más tarde ya estamos en casa, sacando las cosas del maletero para que Eider las meta en casa, porque Liam ya se ha metido en la cocina a comer, Kenya se ha quedado en casa de Alan y yo pienso seguir los pasos de mi mellizo hasta que Zachary me coge de la muñeca.
-Espera, tengo algo para ti.
-¿El qué? -pregunto curiosa.
Zachary me da una bolsa, la cual cojo y abro para ver su interior. Saco la lamina que hay dentro y le doy la vuelta, encontrándome con la foto que nos hicimos con el león marino.
-Zachary, era carísima -no la saqué yo porque 8 euros para una foto me parece una barbaridad.
-¿Y qué? Te gusta mucho y no está tan mal, es graciosa -admite, encogiéndose de hombros, a lo que yo le sonrío y le robo un pequeño beso.
-Gracias.
-No hay que darlas, que descanses, estrellita -me sonríe y me da un último beso, antes de pillar sus cosas e irse a su casa.
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𝚂𝚝𝚊𝚛𝚜 𝙰𝚗𝚍 𝚁𝚘𝚊𝚍𝚜
Dla nastolatkówZachary ¿Qué es lo que pasa cuando un día descubres que tú prometida te engaña con tu mejor amigo? Bueno, pues hay a quien no le afecta, hay a quien le afecta demasiado y luego estoy yo. ¿Qué qué es lo que hice yo? Tendrás que leer mi historia para...